La otra vida de las naranjas urbanas de Sevilla
Casi seis millones de kilos de esta fruta que no se consume por su constante exposici¨®n a la contaminaci¨®n son aprovechados para abonos, piensos, cosm¨¦ticos y biog¨¢s
Sevilla, el mayor naranjal urbano del mundo, ¡°sigue oliendo a azahar¡±, como cantan Los del R¨ªo. Un aroma que ya estren¨® la Hispalis romana antes de que los musulmanes introdujeran el naranjo amargo en el siglo X. Desde entonces, la presencia de este c¨ªtrico, originario de China hace unos 20 millones de a?os, ha ido creciendo hasta llegar a los 60.000 ejemplares que viven actualmente en las calles, patios, parques y jardines de la capital andaluza. El Ayuntamiento de Sevilla, responsable de 50.000 de esos ¨¢rboles ¡ªel resto son de propiedad privada¡ª, organiza cada temporada la campa?a de recogida de la naranja amarga.
Este a?o se han cogido de las calles de la ciudad 5,7 millones de kilos del c¨ªtrico (un 37,5% m¨¢s que la anterior) que tendr¨¢n distintos destinos con el objetivo de aprovechar al m¨¢ximo lo recolectado. En contra de la creencia de que todas esas hermosas naranjas amargas acaban en las mesas de Reino Unido convertidas en mermelada, como ocurr¨ªa con buena parte de ellas en el siglo XIX cuando el Ayuntamiento subastaba los frutos, la cosecha se utiliza para fabricar abonos y cosm¨¦ticos, como alimento para el ganado caprino y, desde 2020, para generar biog¨¢s, una energ¨ªa que se obtiene del zumo y que se emplea para depurar aguas residuales. El objetivo es no desperdiciar absolutamente nada de estas naranjas, que ya no tienen un uso alimentario al estar expuestas a la contaminaci¨®n de la ciudad y que durante muchos a?os han ido a parar a los vertederos.
Solo se consumen unas pocas, como la caja de naranjas de los jardines del Real Alc¨¢zar de Sevilla que, desde el a?o pasado, termina en la mesa de la reina de Inglaterra en forma de mermelada, recuperando as¨ª la tradici¨®n del siglo XIX. La recogida de estos frutos amargos, de diciembre a marzo, es imprescindible no solo para mantener limpia la ciudad, sino tambi¨¦n para facilitar la nueva floraci¨®n en primavera, que suele coincidir con la celebraci¨®n de las fiestas mayores de Sevilla, Semana Santa y la Feria de Abril, e inunda la ciudad con un profundo perfume a azahar. Como otras especies arb¨®reas, estos 60.000 naranjos de las calles sevillanas tambi¨¦n contribuyen a luchar contra el cambio clim¨¢tico, al absorber di¨®xido de carbono. Como explica Modesto Luce?o, catedr¨¢tico de Bot¨¢nica de la Universidad Pablo de Olavide, ¡°el naranjo amargo tiene una copa frondosa que libera ox¨ªgeno a la atm¨®sfera como el resto de los ¨¢rboles. Adem¨¢s, es muy resistente a las plagas y a la contaminaci¨®n¡±.
El Ayuntamiento de Sevilla contrata cada a?o a dos empresas, en 2021 han sido Eulen y Cointer, que se suman al personal del Servicio de Parques y Jardines para retirar las naranjas maduras. En total son unos 300 trabajadores que recolectan el c¨ªtrico a mano y tienen que hacerlo con escaleras porque la mayor¨ªa de los ¨¢rboles est¨¢n en calles estrechas o rodeados de veh¨ªculos. ¡°Son las empresas adjudicatarias las que buscan mercado cada a?o para las naranjas que recogen, aunque desde el Ayuntamiento se exige que destinen parte al compostaje, pero esta suele ser la ¨²ltima opci¨®n. Buena parte de la cosecha de naranjas urbanas va a parar a destiler¨ªas, como la sevillana Bordas Chinchurreta, que fabrican aceites esenciales y fragancias. Un 20% sirve de alimento al ganado caprino y tambi¨¦n se han empezado a llevar a una depuradora municipal¡±, explica Pedro Torrent, t¨¦cnico de ¨¢rboles y conservaci¨®n del servicio municipal de Parques y Jardines.
Seg¨²n detalla Jaime Palop, consejero delegado de Emasesa (Empresa de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla), ¡°lo que antes eran residuos ahora es materia prima¡±. ¡°Estamos trabajando para conseguir autoabastecer de energ¨ªa el¨¦ctrica las seis depuradoras de aguas residuales que tiene la ciudad. En la planta de El Copero [Dos Hermanas], la mayor de Sevilla y de su ¨¢rea metropolitana, comenzamos el a?o pasado con un proyecto piloto para convertir los az¨²cares del zumo de las naranjas en biog¨¢s y usar la c¨¢scara y la pulpa sobrante para compostaje. En 2020 utilizamos 35.000 kilos de fruta y este a?o hemos subido a 60.000 kilos¡±, se?ala.
De momento, la gesti¨®n de aguas residuales en El Copero se autoabastece en un 95% y a medida que aumente la producci¨®n de biog¨¢s a trav¨¦s de las naranjas amargas les permitir¨¢ llegar al 100% y generar energ¨ªa sobrante para otros servicios municipales. ¡°Se trata de impulsar la econom¨ªa circular para luchar contra el cambio clim¨¢tico¡±, a?ade Palop. A lo largo de 10 siglos, el naranjo amargo se ha convertido en el ¨¢rbol emblema de la ciudad y lo seguir¨¢ siendo, pero el plan director de arbolado del Servicio de Parques y Jardines advierte del peligro que supone que una sola especie sobrepase el 10% del total del arbolado, que en la capital andaluza ronda los 200.000 ejemplares. ¡°El 25% de nuestros ¨¢rboles urbanos son naranjos y en el caso de que les afectase una plaga ser¨ªa un desastre. Por eso la idea seguir reponiendo naranjos all¨ª donde siempre han estado, pero introducir otras especies en las calles en las que planten por primera vez a medida que la ciudad va creciendo¡±, asegura Pedro Torrent.
¡°El 25% de nuestros ¨¢rboles urbanos son naranjos y en el caso de que les afectase una plaga ser¨ªa un desastre¡±, asegura Pedro Torrent, del Servicio de Parques y Jardines
Este es un peligro del que tambi¨¦n ha advertido Alberto Juan y Seva, profesor de la Escuela de Ingenier¨ªa Agron¨®mica de la Universidad de Sevilla, quien apuesta por el almez como alternativa al naranjo. ¡°El almez tiene un porte m¨¢s grande, su abundante copa le permite absorber m¨¢s cantidad de gases contaminantes de la atm¨®sfera y no tiene enfermedades¡±, explica. El Citrus aurantium se extendi¨® en la capital andaluza de la mano de los musulmanes, quienes, como los chinos, cre¨ªan que el naranjo aportaba felicidad a su due?o. Adem¨¢s de adornar sus jardines, los andalus¨ªes destilaban sus flores para crear perfumes y conoc¨ªan los usos terap¨¦uticos de sus frutas y hojas.
¡°El naranjo amargo fue el primero en llegar, a trav¨¦s de la Ruta de la Seda. El dulce, una variedad creada por el hombre, lo hizo en 1450. Los musulmanes conoc¨ªan sus propiedades y usaban el agua de azahar como t¨®nico estomacal, las infusiones de estas flores son carminativas y tambi¨¦n sedantes. Adem¨¢s, la esencia de azahar es un buen antiespasm¨®dico y tiene un uso alimentario¡±, comenta Luce?o.
El amor de Sevilla por los naranjos ha ido aumentando con los a?os. Los vecinos comenzaron a pedir al Ayuntamiento que plantara naranjos en sus calles en el siglo XIX y la Exposici¨®n Iberoamericana de 1929 acab¨® por consolidarlos como el icono floral de la ciudad. El estudio publicado en 1996 por Jos¨¦ El¨ªas y Sabina Rossini, El naranjo amargo de Sevilla, recoge una petici¨®n de 1869 para cambiar las 50 acacias que exist¨ªan en el Patio de Banderas por naranjos ¡°a fin de hermosear lo m¨¢s posible el patio¡±. En 1970, seg¨²n esta obra, hab¨ªa unos 5.000 naranjos en las calles de la ciudad y en 1996 eran ya 25.000. El perfume del azahar, una flor hermafrodita, se ha convertido en el olor de Sevilla y muchas novias lo llevan en su ramo como s¨ªmbolo de pureza o quiz¨¢s como parte de la antigua leyenda china que convierte al naranjo en fuente de felicidad.
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