El ozono cae de forma dr¨¢stica por la bajada del tr¨¢fico durante la pandemia
Este gas ha afectado a 1,4 millones de espa?oles en 2021, entre 8 y 10 millones menos que antes de la covid-19, seg¨²n el informe anual de Ecologistas en Acci¨®n
El ozono troposf¨¦rico, un contaminante especialmente complejo y el m¨¢s extendido en Espa?a, cae en barrena desde que comenz¨® la pandemia. Un total de 1,4 millones de espa?oles han respirado aire con niveles peligrosos de este gas ¨Dteniendo en cuenta los l¨ªmites permitidos por la Uni¨®n Europea¨D desde principios de a?o, una cifra muy alejada de los 9,6 millones de antes de la pandemia e incluso tres millones menos que el a?o pasado, cuando se decret¨® el confinamiento. Si se toman los baremos que maneja la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), mucho m¨¢s estrictos, el escenario se ennegrece: las personas expuestas a ese aire insano se disparan hasta los 34,6 millones, un 73% de la poblaci¨®n, lo que tambi¨¦n supone una bajada de entre dos y siete millones de personas con respecto a a?os anteriores al virus. El ozono troposf¨¦rico es un potente oxidante que produce afecciones en los pulmones, agrava el asma, incrementa la mortalidad de enfermos cr¨®nicos y produce dolor de cabeza y fatiga, entre otros efectos adversos en la salud.
En el declive ¡°ha influido que han continuado existiendo restricciones de tr¨¢fico y ha habido menos actividad industrial, adem¨¢s de que el verano fue menos caluroso que otros a?os¡±, explica Miguel ?ngel Ceballos, de Ecologistas en Acci¨®n. El ozono aparece en primavera y en verano porque para formarse necesita radiaci¨®n solar, junto a otros contaminantes que se denominan precursores y que emiten los autom¨®viles (el di¨®xido de nitr¨®geno es el principal), las grandes centrales termoel¨¦ctricas, actividades industriales o la ganader¨ªa intensiva. Con estos antecedentes, no es extra?o que sus niveles hayan ca¨ªdo en un escenario con restricciones de movilidad debido al virus, lo que demuestra la conexi¨®n entre la producci¨®n de este gas y las emisiones contaminantes. Lo que no esperaban los conservacionistas es que una vez levantadas las medidas de contenci¨®n de la covid, el ozono se redujera todav¨ªa m¨¢s.
De los dos niveles de vigilancia, apenas ha habido medio centenar de casos en que ha habido que informar a la poblaci¨®n (cuando la concentraci¨®n de ozono llega a 180 microgramos por metro c¨²bico en una hora), cuando en 2019 fueron 223. Y solo en Tarragona se ha alcanzado el umbral de alerta (240 microgramos por metro c¨²bico en una hora). Es la cifra m¨¢s baja desde que existen registros sistem¨¢ticos de este contaminante, en los inicios de la d¨¦cada de 1990, indica el informe de los ecologistas. Los territorios m¨¢s afectados se distribuyen en la Comunidad de Madrid, el interior de Catalu?a y la Comunidad Valenciana, la ciudad de C¨¢ceres y la zona industrial de Puente Nuevo, al norte de C¨®rdoba. El ozono tiene otra peculiaridad. No es un gas est¨¢tico. Se produce en las zonas donde se emiten las sustancias que lo originan, pero luego se desplaza y afecta con m¨¢s virulencia a las ¨¢reas suburbanas y rurales a sotavento de grandes aglomeraciones urbanas.
Ecologistas en Acci¨®n advierte de que hasta la fecha son muy pocos los territorios que cuentan con protocolos de actuaci¨®n frente a esas puntas de ozono, y solo el Ayuntamiento de Valladolid ¡°contempla y aplica medidas de limitaci¨®n de tr¨¢fico¡± en esos momentos. Hasta 11 comunidades aut¨®nomas (Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y Le¨®n, Catalu?a, Valencia, Madrid, Murcia, Navarra y Pa¨ªs Vasco), seg¨²n el informe, siguen sin elaborar planes de mejora de la calidad del aire, a pesar de ser preceptivos. El Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica tampoco ha elaborado el Plan Nacional de Ozono Troposf¨¦rico, en el que se escudan muchos gobiernos regionales para acometer las reformas que ellos tienen pendientes, advierten los conservacionistas.
Solo hay un camino para poner coto al contaminante: reducir el tr¨¢fico, mejorar el transporte por ferrocarril y el ahorro y la eficiencia energ¨¦tica, entre otras medidas, sostiene la ONG. Adem¨¢s, es necesario ampliar la informaci¨®n cient¨ªfica disponible sobre la din¨¢mica del gas, aunque esta circunstancia ¡°no puede servir de coartada pol¨ªtica para no actuar¡±.
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