Los t¨¦cnicos del Consejo de Seguridad Nuclear validan el plan para enterrar los fosfoyesos t¨®xicos de Huelva
Tras el ultim¨¢tum de la Audiencia Nacional, el pleno del organismo analiza este mi¨¦rcoles el informe sobre el plan de restauraci¨®n de las balsas de Fertiberia
El cuerpo t¨¦cnico del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) considera viable el plan de la empresa Fertiberia para enterrar los fosfoyesos de Huelva ¡ªunos residuos procedentes de la fabricaci¨®n de fertilizantes que contienen sustancias radiactivas¡ª como parte del programa de restauraci¨®n de la zona, un proceso que est¨¢ judicializado desde hace 15 a?os y en el que la Audiencia Nacional decidi¨® tomar el control en 2014 ante las ¡°continuas e injustificadas demoras¡± en la regeneraci¨®n. Se allana as¨ª el camino a un plan de restauraci¨®n de una zona en la que se vertieron millones de toneladas de estos residuos durante alrededor de cinco d¨¦cadas. El proyecto, consistente en tapar los desechos con arcilla y arena, no est¨¢ exento de pol¨¦mica, ya que algunos colectivos critican que no se retiren de la zona los fosfoyesos.
El informe positivo de los t¨¦cnicos lo estudiar¨¢n este mi¨¦rcoles los cinco consejeros del CSN, que tendr¨¢n que emitir la decisi¨®n final. Lo har¨¢n casi en el l¨ªmite del ultim¨¢tum de tres meses que la Audiencia Nacional hab¨ªa dado a este supervisor. ¡°Se ten¨ªa que hacer antes de junio¡±, sostienen fuentes del CSN, que apuntan a que probablemente los consejeros den el visto bueno tambi¨¦n al plan de Fertiberia este mi¨¦rcoles, aunque siempre cabe la posibilidad de que alguno de los miembros del pleno pida un aplazamiento de unos d¨ªas.
El informe t¨¦cnico concluye que ¡°el proyecto da garant¨ªas¡± desde el punto de vista de la seguridad radiol¨®gica, que es el que debe analizar este organismo, se?alan fuentes del CSN. Pero el probable s¨ª del pleno del CSN estar¨¢ sometido a condicionantes, seg¨²n se desprende del informe elaborado por los t¨¦cnicos. El principal ser¨¢ un seguimiento anual por parte de este ente de las labores de restauraci¨®n. Esta empresa es una de las que componen el llamado polo qu¨ªmico ¨Dun pol¨ªgono de industrias qu¨ªmicas¨D a las afueras de Huelva. El plan ha sido aceptado ya por el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, que en septiembre de 2020 emiti¨® una declaraci¨®n de impacto ambiental positiva. Pero en ese documento se condicionaba todo a que el CSN certificara que lo que propone la empresa como soluci¨®n es seguro, ya que entre los problemas que tienen esos residuos est¨¢ que son radiactivos. En diciembre de 2020 la empresa present¨® su proyecto al CSN, pero no ha sido hasta ahora, a?o y medio despu¨¦s y tras la advertencia de la Audiencia Nacional, cuando se emite la resoluci¨®n final del supervisor.
Junto a Transici¨®n Ecol¨®gica se pronunci¨® de manera favorable el Ayuntamiento de Huelva, que emiti¨® un estudio de compatibilidad urban¨ªstica del proyecto. Ahora, tras el dictamen del Consejo de Seguridad Nacional, el foco estar¨¢ puesto en la Junta de Andaluc¨ªa, Administraci¨®n que debe decidir en los pr¨®ximos meses si concede la autorizaci¨®n ambiental integrada al proyecto de Fertiberia. El expediente de este proyecto estuvo sometido al tr¨¢mite de alegaciones hasta el 3 de febrero. Al margen de las numerosas alegaciones recibidas, para decidir si da v¨ªa libre al proyecto, la Consejer¨ªa de Desarrollo Sostenible andaluza debe analizar el informe de la Consejer¨ªa de Salud sobre el impacto en la salud de las personas y el informe del CSN. ¡°Es una barbaridad que el Ayuntamiento onubense permita un proyecto de tal incidencia territorial sin que los usos futuros est¨¦n definidos¡±, critica Juan Manuel Buend¨ªa, presidente de Mesa de la R¨ªa, partido pol¨ªtico local que se opone al plan de enterrar los residuos.
Lo examinado por el CSN se refiere a la fase de clausura de las balsas, cuyo plazo de ejecuci¨®n es de 10 a?os. Una vez concluida esa etapa, este organismo tendr¨¢ que certificar que efectivamente la actuaci¨®n es segura y que se cumple con lo que se hab¨ªa establecido en el programa de actuaci¨®n, explican fuentes del consejo. Comenzar¨ªa entonces la fase de posclausura, que durar¨¢ 30 a?os m¨¢s. La previsi¨®n es que sobre las balsas, en la enorme zona que se ganar¨ªa en Huelva, se ubiquen zonas verdes. Sin embargo, la soluci¨®n que finalmente se quiere adoptar, enterrar los residuos, ha sido muy criticada en la ciudad andaluza desde colectivos sociales, pol¨ªticos y desde el ¨¢mbito acad¨¦mico, que rechazan que sigan ah¨ª. Entre estos ¨²ltimos destaca el grupo de expertos de la Universidad de Huelva, investigadores que han analizado los ¨²ltimos a?os la estabilidad del suelo y los riesgos que entra?a sepultar los residuos ante un posible tsunami o terremoto, y sus conclusiones desaconsejan dicho plan.
La zona en la que se han vertido los fosfoyesos desde la dictadura ocupa una superficie de alrededor de 1.120 hect¨¢reas y se divide en cinco ¨¢reas. La denominada zona 1, de 400 hect¨¢reas, ya vivi¨® un proceso de restauraci¨®n, aunque se han denunciado filtraciones a la r¨ªa en los ¨²ltimos a?os. Lo analizado ahora por el CSN y que cuenta con el visto bueno del ministerio es el plan de actuaci¨®n para las zonas 2 y 3, con una superficie total de unas 441 hect¨¢reas. En la zona 5 (154 hect¨¢reas m¨¢s) no se llegaron a realizar vertidos, por lo que no existe un riesgo radiol¨®gico, aunque en algunos espacios se prev¨¦n tareas de restauraci¨®n.
Fertiberia, en el proyecto que present¨® ante el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica, hab¨ªa introducido tambi¨¦n en su plan la zona 4, que ocupa una superficie de 125 hect¨¢reas y en la que en el pasado se realizaron algunos trabajos de restauraci¨®n. Pero el departamento que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera decidi¨® sacarla fuera del proyecto al entender que no se hab¨ªan estudiado en profundidad ni los suelos ni las soluciones propuestas, por lo que la empresa deber¨ªa presentar un plan nuevo y someterlo a evaluaci¨®n ambiental. En esa zona 4, adem¨¢s de los residuos de Fertiberia, se depositaron otros desechos de construcci¨®n y de otro tipo. Y, lo que es m¨¢s problem¨¢tico, cenizas radiactivas procedentes del accidente de Acerinox en Los Barrios en 1998.
A golpe de auto
En junio de 2007, hace 15 a?os, la Audiencia Nacional orden¨® a Fertiberia el cese de los vertidos de fosfoyesos en Huelva al entender que la concesi¨®n que ten¨ªa estaba ya caducada. Los magistrados exigieron, adem¨¢s, que de ¡°inmediato¡± comenzara la regeneraci¨®n ambiental de la zona afectada, algo que tres lustros despu¨¦s no ha ocurrido. Ante los evidentes retrasos, la secci¨®n primera de la Sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional decidi¨® tomar el control de la regeneraci¨®n en 2014 y el proceso ha tenido que ir avanzando a golpe de auto judicial. En este tiempo, los jueces han obligado a la empresa a presentar un aval de 65 millones de euros.
Dentro del CSN tambi¨¦n conocen el problema de las balsas de Huelva desde hace m¨¢s de un cuarto de siglo. De hecho, este organismo reconoci¨® oficialmente en 2018 que dos de las seis zonas del pa¨ªs que est¨¢n en estos momentos contaminadas por radiactividad se ubicaban ah¨ª. Por un lado, en las balsas con fosfoyesos ¡ªlas de las zonas 1, 2, 3 y parte de la 4¡ª hay presencia de Radio 226, generado en el proceso de fabricaci¨®n de los fertilizantes. Por otro lado, el CSN admiti¨® que la zona 4 estaba adem¨¢s contaminada con el Cesio 137 procedente de las cenizas radiactivas del accidente de Acerinox. Otros de los emplazamientos afectados por este problema son la pedan¨ªa almeriense de Palomares y los m¨¢rgenes del canal de riego del r¨ªo Jarama.
En estos momentos, el Gobierno est¨¢ intentando poner algo de orden ante este tipo de contaminaci¨®n radiactiva, que no est¨¢ reconocida oficialmente en la legislaci¨®n espa?ola. Tras las presiones de Bruselas, el Ejecutivo ha iniciado una reforma legal que regularizar¨¢ los suelos contaminados por radiactividad y permitir¨¢ la elaboraci¨®n de un cat¨¢logo de ¨¢reas afectadas, donde se deber¨¢n presentar planes de descontaminaci¨®n o de restricci¨®n de las actividades, seg¨²n el caso.
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