La pandemia y los carriles bici impulsan que cada vez m¨¢s espa?oles pedaleen por las ciudades

La bicicleta est¨¢ tomando las calles de cada vez m¨¢s ciudades espa?olas. Los ciclistas habituales, aquellos que pedalean al menos un d¨ªa por semana o m¨¢s, han pasado del 22,4% en 2019 al 32,5% en 2022, es decir, de 8,1 a 11 millones, con un crecimiento cercano al 40%. Mientras que si se le suman los espor¨¢dicos (montan solo los fines de semana o algunas veces al a?o) la cifra alcanza el 57,1% de los espa?oles de entre 14 y 70 a?os. Cuatro de cada diez no usan jam¨¢s este veh¨ªculo. As¨ª lo muestra el Bar¨®metro de la Bicicleta, la gran encuesta sobre este medio de transporte, presentada este mi¨¦rcoles en el marco del Congreso Nacional del Medio Ambiente y en la que ya se reflejan los efectos de la pandemia y las nuevas redes de carriles bici que han creado y ampliado varias urbes.

La ¨²ltima edici¨®n se public¨® en 2019 y desde entonces el aumento de ciclistas ha sido exponencial. ¡°Este crecimiento de la bicicleta era impensable antes del covid¡±, se?ala Antoni Poveda, presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta, que aglutina a 750 municipios de Espa?a e impulsa esta encuesta (realizada a 3.200 personas). ¡°En estos datos se traducen las buenas pr¨¢cticas puestas en marcha tras el confinamiento, como el urbanismo t¨¢ctico y los carriles bici temporales, muchos de los cuales luego se quedaron. Se ve tambi¨¦n el enorme inter¨¦s por la bici: en 2020 nos quedamos sin stock de bicicletas y en los siguientes a?os hemos seguido vendiendo m¨¢s bicis que en 2019¡å, a?ade.

Poveda, tambi¨¦n senador del PSOE, se?ala que el paisaje de las ciudades se va llenando de veloc¨ªpedos: ¡°La gente tiene mayor concienciaci¨®n de que la bicicleta es salud, ecolog¨ªa, y cada vez se usa m¨¢s la intermodalidad con el transporte p¨²blico, es decir, hacer una parte del trayecto en bici (p¨²blica o privada) y otra en metro, tren o autob¨²s. Esto antes era m¨¢s espor¨¢dico y cada vez es m¨¢s habitual¡±.

Esther Anaya, que investiga sobre movilidad ciclista en el Imperial College de Londres, destaca que crecen los ciclistas habituales pero se reducen los espor¨¢dicos (los que usan la bici solo algunas veces al a?o): ¡°Esto quiere decir que ha habido una parte de esos ciclistas espor¨¢dicos que han intensificado su uso de la bici, o bien que tenemos una remesa nueva de gente que antes no iba en bici y ahora la usan habitualmente. Este aumento es una muy buena noticia, ya que es gente que usa este medio de transporte en sus desplazamientos habituales¡±. Efectivamente, seg¨²n los datos del bar¨®metro, quienes pedalean al trabajo (de alguna vez al mes a diariamente) han pasado del 25,8% al 36,9%, y en los estudios sube del 30,4% al 40,4% (en ambos casos, m¨¢s de 10 puntos).

Para Anaya, ¡°la pandemia ha impulsado un uso m¨¢s intenso de la bicicleta, que puede estar viniendo de la reducci¨®n del uso del transporte p¨²blico que se dio al principio, y que a¨²n arrastramos¡±. En su opini¨®n, ¡°este aumento es el efecto m¨¢s directo de la creaci¨®n de redes de infraestructura ciclista en muchas ciudades espa?olas, y de la planificaci¨®n de tr¨¢fico que hace que las calles sean m¨¢s amables y permitan usar la bici con seguridad¡±. Est¨¢ claro que se ha avanzado, pero se podr¨ªa haber hecho mucho m¨¢s. ¡°Se hicieron carriles bici temporales, pero no se aprovech¨® la pandemia tanto como habr¨ªamos querido para mejorar y ampliar la infraestructura ciclista y la amabilidad de nuestras calles. Queda mucho por hacer en contaminaci¨®n y cambio clim¨¢tico¡±.

Si ciudades como Valencia, Barcelona y Valladolid aprovecharon para ampliar sus redes de carriles bici por el centro, otras, como Madrid, siguen muy lejos de ser amables para el pedaleante. Seg¨²n el estudio, los principales frenos para el uso de la bicicleta en ciudad est¨¢n relacionados con el tr¨¢fico motorizado y la peligrosidad que conlleva: un 51,6% apunta al peligro por el exceso de tr¨¢fico motorizado cuando se le pregunta por las principales dificultades para desplazarse en bicicleta por ciudad y otro 41,8% pone el acento en la falta de v¨ªas adecuadas para la circulaci¨®n de bicicletas.

Brecha de g¨¦nero

La encuesta apunta que sigue existiendo una brecha de g¨¦nero entre pedaleantes: un 49,4% de las mujeres utiliza alguna vez la bicicleta, frente a un 65% de los hombres. Es cierto que esta brecha se ha reducido mucho desde 2010 (entonces era de 22,6 puntos y ahora se queda en un 15,6) pero sigue siendo importante. Anaya lo resume as¨ª: ¡°Sigue habiendo brecha de g¨¦nero porque las mujeres todav¨ªa no est¨¢n accediendo a la movilidad ciclista en igualdad. La infraestructura ciclista se percibe como menos segura para mujeres cuando es estrecha y poco protegida, y cuando hay convivencia con coches la velocidad es muy alta¡±.

En su opini¨®n, ¡°el concepto de seguridad va m¨¢s all¨¢ de la seguridad vial, tambi¨¦n incluye las amenazas y el acoso sexual, que forma parte de lo que vivimos las mujeres en las calles. Cuando vamos en bici, nuestro cuerpo est¨¢ expuesto a la mirada p¨²blica y se dan situaciones de acoso, se nos increpa o se nos lanzan piropos, se nos intenta tocar¡­ En cualquier caso, cuando las mujeres empiezan a ir en bici es positivo porque crean un efecto llamada para otras mujeres¡±.

Poveda destaca adem¨¢s que, hasta 2019, Espa?a era un pa¨ªs que principalmente usaba la bici para el ocio, con lo que la gente compraba bicis de carretera y de monta?a. ¡°Pero ha crecido mucho la venta de bicicletas urbanas y el¨¦ctricas, que son las que m¨¢s se usan para los desplazamientos obligados, al trabajo o estudios¡±. El presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta tambi¨¦n destaca que cada vez m¨¢s urbes espa?olas est¨¢n poniendo en marcha o ampliando redes de bicicletas p¨²blicas, una herramienta fundamental para impulsar la intermodalidad y la movilidad sostenible.

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