Portugal, el secreto de un pa¨ªs sin bicicletas que se convirti¨® en el mayor fabricante europeo

En la nave de Bikap en Anadia, en el centro de Portugal, todo huele a nuevo. Hace apenas unas semanas que comenz¨® a funcionar su flamante l¨ªnea de montaje de bicicletas el¨¦ctricas, estrenada con un pedido de Espa?a. Es la ¨²ltima empresa de la zona en incorporarse a una industria efervescente, que en los ¨²ltimos a?os ha convertido a Portugal en el perseverante l¨ªder en producci¨®n de bicicletas de la Uni¨®n Europea, seg¨²n los datos de Eurostat. Si en 2019 encabez¨® la clasificaci¨®n con 2,7 millones, en 2021 aument¨® la producci¨®n hasta los 2,9 millones, la mayor¨ªa destinadas a la exportaci¨®n. Espa?a, que ocupa la sexta posici¨®n, ni siquiera figura entre los pa¨ªses que producen m¨¢s de un mill¨®n de unidades al a?o, al que pertenecen Ruman¨ªa (2,5 millones), Italia (1,9 millones), Alemania (1,4 millones) y Polonia (1,2).

La paradoja portuguesa es que son grandes fabricantes y peque?os clientes. O lo eran. ¡°El coche era el rey de la movilidad en Portugal y el espacio urbano se adapt¨® a eso. Solo recientemente se ha empezado a actuar para integrar otros modos de transporte, pero es que durante a?os lo aspiracional era tener un coche¡±, se?ala Paulo Monteiro, uno de los nueve socios fundadores de Bikap y director general de la firma. ¡°No hab¨ªa promoci¨®n de las bicis como modo de transporte, sumado a que las ciudades portuguesas tienen un terreno dif¨ªcil, pero con los incentivos actuales como la creaci¨®n de v¨ªas exclusivas y la aparici¨®n de bicicletas el¨¦ctricas, esto comienza a ser superado¡±, reflexiona S¨¦rgio Rodrigues, otro de los socios de la empresa. El ¡°clic¡±, dice, lleg¨® con la pandemia, que cambi¨® las mentes, igual que la emergencia clim¨¢tica est¨¢ transformando las pol¨ªticas.

Una medida que puede resultar decisiva para estimular el apetito interno entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo 1 de enero. Desde ese d¨ªa la venta de bicicletas pasar¨¢ a soportar un IVA reducido del 6%, frente al 23% actual, tras la aprobaci¨®n de una propuesta presentada en la Asamblea de la Rep¨²blica por el ¨²nico diputado de Livre, Rui Tavares, para incorporar a los Presupuestos del Estado para 2023. ¡°No basta con que Portugal desee estar al frente de los pa¨ªses desarrollados en la reducci¨®n del consumo de combustibles f¨®siles, la salud de la poblaci¨®n o la movilidad en el espacio p¨²blico. Son necesarias medidas que nos coloquen en cabeza y la reducci¨®n del IVA es un paso modesto pero esencial para conseguirlo¡±, defendi¨® el Livre en su propuesta, apoyada por todos los grupos excepto el Partido Social Dem¨®crata (centroderecha) y Chega (ultraderecha), que se abstuvieron.

Portugal se suma as¨ª a otros pa¨ªses, como B¨¦lgica, que han aprovechado el cambio de criterio fiscal de la Comisi¨®n Europea, que a finales de 2021 recomend¨® que las reparaciones, alquileres y ventas de bicicletas (convencionales y el¨¦ctricas) tuviesen un IVA reducido. Un camino que Espa?a no ha seguido: el Gobierno ha rechazado recientemente introducir esta rebaja fiscal para irritaci¨®n del sector. Los fabricantes espa?oles se muestran preocupados: ¡°Portugal ha cumplido con el acuerdo europeo para bajar el IVA de las bicis, pero Espa?a no. Cuando se aplique, la compra de una bicicleta el¨¦ctrica en Portugal supondr¨¢ un ahorro medio de 360 euros, con un efecto enorme sobre las tiendas, marcas y empresas productoras en Espa?a, as¨ª como una p¨¦rdida de ingresos para Hacienda¡±, se queja Jes¨²s Freire, secretario general de Asociaci¨®n Espa?ola de Marcas y Bicicletas (AMBE), informa Miguel ?ngel Medina. ¡°Por eso, hemos pedido a la ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, que tome medidas urgentes para reducir el IVA de las bicicletas del 21% al 10% en el decreto de ayuda a las familias en estos momentos de crisis e inflaci¨®n¡±, prosigue.

Aunque la demanda interna portuguesa est¨¢ creciendo desde la pandemia, la industria de las bicicletas comenz¨® a gestarse en este pa¨ªs hace a?os, cuando apenas hab¨ªa inter¨¦s en un veh¨ªculo asociado a la pobreza de la dictadura. Eso les oblig¨® a mirar fuera. ¡°La gran virtud de esta regi¨®n fue la de crear las condiciones para la industria con una visi¨®n exportadora. Nuestro mercado nacional es incapaz de sostenerla¡±, destaca Paulo Monteiro, que se implic¨® en el sector a partir de 2004, cuando se convirti¨® en el director general de Abimota (Asociaci¨®n Nacional de las Industrias de Dos Ruedas, Hierros, Mobiliario y Afines). ¡°En esta zona se ha trabajado hist¨®ricamente el metal, se hac¨ªan estructuras, bicis, motos, cerraduras, y en el resto de la regi¨®n existe conocimiento sobre moldes, pl¨¢sticos, motores el¨¦ctricos, bater¨ªa o software, unas competencias muy ¨²tiles para el mercado de movilidad sostenible¡±, recuerda.

El respaldo acad¨¦mico de las universidades de Coimbra, Oporto y Aveiro, que detect¨® la existencia de un mercado de movilidad sostenible en Europa en un estudio, ha reforzado al cl¨²ster portugu¨¦s que, seg¨²n el actual presidente de Abimota, Gil Nadais, crece gracias ¡°a su capacidad de innovaci¨®n y de resoluci¨®n de problemas¡±. Con otras palabras lo subraya S¨¦rgio Rodrigues: ¡°Esa necesidad de hacer mucho con poco que arrastramos de la dictadura contin¨²a. Muchas empresas locales se reinventaron a partir de su experiencia en el metal¡±. En 2011 la promoci¨®n internacional despeg¨® con el anuncio de que la multinacional Decathlon hab¨ªa encargado la producci¨®n de 1,5 millones de cuadros met¨¢licos de las bicicletas Btwin a una empresa de Braga. Una d¨¦cada despu¨¦s hab¨ªa dos empresas portuguesas que produc¨ªan en exclusiva las bicicletas para la marca francesa.

Un sector sin deslocalizaci¨®n

La industria lusa aprovech¨® la tradici¨®n ciclista del centro y el norte de Europa para despegar. Adem¨¢s, han peleado junto al resto del sector europeo para protegerse frente a la competencia china y han ganado. ¡°Somos de los pocos sectores que no ha sufrido la deslocalizaci¨®n hacia pa¨ªses asi¨¢ticos y, adem¨¢s, conseguimos probar el dumping [competencia desleal] de China, que no solo es econ¨®mico, sino que es tambi¨¦n pol¨ªtico, ambiental y social¡±, observa Monteiro. Desde 2019 Bruselas aplica ¡°un derecho antidumping definitivo¡± (una especie de sobretasa aduanera) a las importaciones de veloc¨ªpedos originarios de China y de otros pa¨ªses asi¨¢ticos. ¡°La investigaci¨®n mostr¨® que las importaciones procedentes de China se hab¨ªan efectuado a precios objeto de dumping durante el per¨ªodo estudiado¡±, se recoge en el reglamento comunitario que aprob¨® la aplicaci¨®n de la medida.

En la estrategia europea, la bici ya no es solo un producto para el ocio o el deporte. Convencionales o el¨¦ctricas se han convertido en un pilar esencial para retirar coches de las calles y, por tanto, mejorar la calidad del aire y avanzar en la descarbonizaci¨®n. Un escenario favorable al proyecto de Bikap, que se especializar¨¢ en el montaje de bicicletas el¨¦ctricas ¡ªsu meta es alcanzar 50.000 unidades al a?o¡ª y que en el futuro aspira a dise?ar su propio modelo. La empresa ha nacido, adem¨¢s, con un compromiso sostenible y ser¨¢ la primera del sector en fabricar con neutralidad carb¨®nica. ¡°Al empezar desde cero, podemos permitirnos actuar sobre todos los procesos para reducir el impacto ambiental, desde la energ¨ªa que utilizamos que es procedente de fuentes renovables hasta el tipo de disolventes, todo est¨¢ pensado para reducir la huella de carbono¡±, asegura S¨¦rgio Rodrigues, un ingeniero mec¨¢nico que en el pasado lider¨® un proyecto de Uber para montar bicicletas el¨¦ctricas para Europa.

¡°En una ¨¦poca de crisis¡±, concluye Paulo Monteiro, ¡°puede haber reducci¨®n en productos de ocio o deporte, pero no en el de la movilidad. Ahora mismo hay 300 ciudades europeas que quieren alterar su patr¨®n de movilidad. En ese mercado es donde se podr¨¢ mantener nuestro producto¡±. Los datos apuntalan la tendencia. Si en 2019 la facturaci¨®n de las bicicletas el¨¦ctricas portuguesas represent¨® el 20% de las exportadas, en 2021 ya alcanz¨® el 35%. Una de las pocas industrias beneficiadas por la cat¨¢strofe de la pandemia y por la emergencia del clima.

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