Cerco al tr¨¢fico en Europa, donde hay m¨¢s de 300 zonas de bajas emisiones

En la Uni¨®n Europea hay m¨¢s 300 zonas de bajas emisiones (ZBE), aunque no existe un recuento oficial. ¡°Entendemos que una ZBE es un ¨¢rea en la que se restringe el acceso a los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire, pero al no haber una definici¨®n legal cada ciudad decide c¨®mo pone en marcha la suya¡±, resume Nuria Bl¨¢zquez, que coordin¨® el informe Zonas de Bajas Emisiones de Ecologistas en Acci¨®n en abril de 2019. La falta de una definici¨®n consensuada hace que en esta categor¨ªa entren modelos diferentes: Madrid Central, por ejemplo, es muy restrictivo ¨Cproh¨ªbe atravesar el ¨¢rea a coches con etiquetas B o C si no van a un aparcamiento¨C pero se aplica en un ¨¢rea muy peque?a; la ZBE de Barcelona ocupa un ¨¢rea 20 veces mayor pero permite que los veh¨ªculos con etiqueta la atraviesen. Las multas por acceder indebidamente a la capital catalana se aplicar¨¢n a partir del mes de abril. Las de Madrid Central ¨Cque arrancaron el pasado 16 de marzo¨C?superan ya las 375.000 (datos hasta septiembre), seg¨²n el Ayuntamiento de la capital.

El recuento de ZBE m¨¢s exhaustivo hasta la fecha lo llev¨® a cabo en 2015 el investigador del CSIC Xavier Querol a trav¨¦s del proyecto Airuse, donde concluy¨® que en la Uni¨®n Europea hab¨ªa unas 280 zonas de bajas emisiones, repartidas de manera desigual: en Alemania e Italia son la norma en las grandes ciudades, mientras en Eslovaquia y Hungr¨ªa no hay ninguna¡­ ¡°A esta cifra hay que sumarle todas las ciudades de m¨¢s de 50.000 habitantes de Lombard¨ªa [Italia], que seg¨²n una ley regional deben contar con uno de estos proyectos, y algunas otras italianas¡±, se?ala Querol. As¨ª, las ZBE europeas superan ya las 300.

En Europa, hay ZBE en casi todas las grandes capitales: Berl¨ªn, Par¨ªs, Bruselas, ?msterdam. Viena, Atenas... Otras ciudades apuestan por un peaje urbano para los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes, como hacen Londres ¡ªque en 2021 extender¨¢ la medida a casi toda la ciudad¡ª, Estocolmo, Mil¨¢n, Gotemburgo y Oslo, entre otras. Normalmente, la recaudaci¨®n de esta tasa se invierte en mejorar el transporte p¨²blico. La web urbanaccessregulations.eu recoge la mayor parte de las iniciativas europeas, si bien incluye tambi¨¦n ciudades que cuentan con protocolos anticontaminaci¨®n, que tan solo se aplican algunas veces al a?o y son mucho menos restrictivos.

En Espa?a, tan solo hay dos experiencias: la ZBE Madrid Central, que se puso en marcha a finales de 2018, y la la ZBE de Barcelona, que ha entrado en vigor el 2 de enero (el 1 es festivo). Las sanciones por acceder indebidamente al ¨¢rea de tr¨¢fico restringido de la capital son de?90 euros. En Barcelona las multas arrancan en 100 euros, y pueden alcanzar los 1.800 para reincidentes en episodios de alta contaminaci¨®n.

¡°En Alemania hay un marco estatal que marca c¨®mo debe hacerse una ZBE, pero en Espa?a no¡±, dice Bl¨¢zquez. Esto puede cambiar pronto. Una portavoz del Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica explica que el Gobierno est¨¢ trabajando con la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico para poder establecer una definici¨®n de las ZBE y que su intenci¨®n es que, cuando haya Gobierno, se apruebe en Espa?a una norma similar a la de Lombard¨ªa que obligue a todas las ciudades de m¨¢s de 50.000 habitantes a tener su propia Zona de Bajas Emisiones. De hecho, ocho municipios del ¨¢rea metropolitana de Barcelona ya preparan sus propias ZBE. Mientras, lo que s¨ª hay en Espa?a son ciudades que han apostado por las peatonalizaciones y los carriles bici a costa de quitarle sitio al coche, como Vitoria, Pontevedra o Valencia.

¡°Para poner en marcha una ZBE hay que hacerlo al inicio de la legislatura y monitorizar los resultados en cuanto a emisiones, intensidad de tr¨¢fico, ventas de comercios... As¨ª es m¨¢s f¨¢cil demostrar que funcionan¡±, dice David Lois, profesor de la UNED e investigador en el Centro de Investigaci¨®n del Transporte de la Polit¨¦cnica de Madrid (Transyt). ¡°Eso fue lo que ocurri¨® con Madrid Central, que mejor¨® la puntualidad de los autobuses urbanos, aument¨® la caminabilidad, redujo el n¨²mero de coches y baj¨® la contaminaci¨®n un 20%¡±, a?ade. En su opini¨®n, las ZBE son imprescindibles para mejorar la calidad del aire: ¡°Son la primera pata, porque reducen el tr¨¢fico de paso. Pero adem¨¢s, hay que incentivar la movilidad sostenible (a pie, en bici y en transporte p¨²blico), reducir el n¨²mero de aparcamientos y realizar actuaciones como las superislas (manzanas cerrradas al tr¨¢fico de los no residentes), la creaci¨®n de carriles bici y las peatonalizaciones¡±.

El cient¨ªfico Xavier Querol considera que la ZBE ¡°no resuelve el problema de la calidad del aire en las ciudades, pero es una pieza clave¡±. El experto recuerda que esta idea se aplic¨® por primera vez en Estocolmo en 1996 y en 2010 Alemania opt¨® por aplicarla en todas sus grandes ciudades. ¡°Pero adem¨¢s de las ZBE hacen falta medidas como un transporte metropolitano que tenga competencias en aparcamientos disuasorios, que la distribuci¨®n urbana de mercanc¨ªas se realice con veh¨ªculos h¨ªbridos o el¨¦ctricos o en bici, que el aparcamiento en superficie sea solo para los residentes y redise?ar las ciudades para quitar carriles a los coches y d¨¢rselos a los peatones¡±.