Francisco Vera Manzanares: ¡°Como carne, pero lo compenso plantando ¨¢rboles¡±
El activista ambiental colombiano, de 13 a?os, reconocido por la ONU y la UE y residente en Espa?a, apuesta por la ¡°ecoesperanza frente a la ecoansiedad¡± y confiesa que de mayor quiere ser presidente de Colombia
Nos vimos la ma?ana del 22 de diciembre en la cafeter¨ªa del hotel del centro de Madrid donde se hospedaba con sus padres, que le acompa?aron, sin intervenir, durante toda la entrevista. Hab¨ªan venido los tres a Madrid desde Barcelona, donde residen, invitados por un programa de televisi¨®n y, de paso, iban a aprovechar el d¨ªa para visitar el museo del Prado, el Retiro y disfrutar del ambiente navide?o. Fuera, hordas de oficinistas y adolescentes celebraban cantando villancicos el inicio de las vacaciones con el soniquete de los ni?os de San Ildefonso atronando en las teles de los bares de fondo. El entrevistado, de 13 a?os y medio, instalado en esa edad en que los chicos pueden parecer beb¨¦s y las chicas, mujeronas, podr¨ªa, perfectamente, haber sido uno de los que iban a cantar el Gordo de la loter¨ªa. El interesado sonr¨ªe con ganas cuando se lo digo y ya no dejar¨¢ de hacerlo durante toda la charla.
?Pap¨¢ Noel o Reyes Magos?
Anoche me hicieron la misma pregunta en la tele, lo pens¨¦ y lo dije.
Vaya por Dios. Qu¨¦ previsibles somos los adultos. ?Y qu¨¦ dijo?
Pues que me quedo con los dos. En Colombia ven¨ªa Pap¨¢ Noel y aqu¨ª, los Reyes, as¨ª cumplo las tradiciones y disfruto de los dos, todo a conveniencia: es un win-win. A uno le he pedido una c¨¢mara de fotos y a los otros un libro de la saga de Arsenio Lupin descatalogado y muy dif¨ªcil de encontrar. Pero para algo los reyes son magos, ?no?
?Qu¨¦ le gusta fotografiar?
Lo que me llama la atenci¨®n. Puede ser una estrella, como anoche. F¨ªjate que en Madrid, a pesar de ser tan grande, he visto alguna, tiene menos contaminaci¨®n lum¨ªnica que Bogot¨¢. Pero tambi¨¦n fotograf¨ªo esto, mira qu¨¦ contraste: [le pide a su madre que me ense?e en el m¨®vil que comparten la foto de una persona sin hogar durmiendo junto a una tienda de la marca Desigual], soy muy sensible para las injusticias y las desigualdades.
A los nueve a?os le pidi¨® a su madre permiso para fundar una asociaci¨®n ecologista con unos amigos de su pueblo. ?Qu¨¦ aire le dio?
Nos hab¨ªamos ido a vivir de Bogot¨¢ a Villeta, un pueblo. La convivencia con los animales, los patos, ver el r¨ªo, la naturaleza, me hizo ser m¨¢s consciente de la importancia de conservarla de lo que lo era en la ciudad. Tu entorno te condiciona. Luego vi en la televisi¨®n los incendios en la Amazonia, conoc¨ª por Internet la labor de Greta Thunberg y otros activistas, y sent¨ª que yo tambi¨¦n deb¨ªa hacer algo [Ana Mar¨ªa, su madre, me mira y asiente].
Los adultos vamos a dejarles el planeta hecho unos zorros. ?Est¨¢n cabreados con nosotros?
Tenemos derecho a estarlo, pero si nos quedamos con el cabreo y el rencor y no hacemos otra cosa, no avanzamos, y el tiempo apremia. Es innegable que los adultos deben reconocer su responsabilidad, y nosotros tener derecho a un medioambiente limpio. Es lo que exigimos, pero prefiero actuar a estar enojado.
Frente al gesto de eterno enfado de Greta, usted siempre sonr¨ªe. ?Talante o estrategia?
Soy extrovertido y la sonrisa me sale sola, pero tambi¨¦n creo que es ¨²til para que los ni?os a quienes me dirijo no caigan en la desesperaci¨®n. Para que cambien la ecoansiedad por la ecoesperanza. Conozco a adolescentes que han dejado de comer, o se a¨ªslan, o se hacen da?o a s¨ª mismos, personas que realmente sufren por el cambio clim¨¢tico y sus consecuencias. No es ning¨²n cuento.
?Qu¨¦ les dir¨ªa a quienes les llaman la generaci¨®n de cristal?
Tenemos suficientes problemas para que encima nos digan eso. Los j¨®venes tienen muchas dificultades para emanciparse, para vivir su vida. Es al rev¨¦s, tenemos que pasar de ser cristales a organizarnos, unirnos y proponer respuestas formidables.
Tiene 13 a?os, ?se cree capaz?
Los ni?os somos ciudadanos, tenemos voz, no solo nos limitamos a jugar y estudiar. Me dicen en las redes todos los d¨ªas que soy un cr¨ªo. Parece mentira que en pleno siglo XXI haya que responder a esto. El mundo es demasiado adultoc¨¦ntrico.
?Los mayores le miramos y le hablamos raro?
Depende. A algunos les noto en la mirada y en el tono cierto... paternalismo, esa ser¨ªa la palabra exacta. Se sienten como el padre de quien est¨¢ hablando, lo t¨ªpico de tener m¨¢s a?os y m¨¢s experiencia, pero nosotros tambi¨¦n pensamos.
?Por qu¨¦ tengo la sensaci¨®n de hablar con un se?or de 50 a?os?
Pues no s¨¦, tengo 13 a?os. Siento que estoy creciendo, no quiero quedarme peque?o, y no solo f¨ªsicamente. Para m¨ª crecer tambi¨¦n es hacerlo mentalmente, en conocimiento: viajar, conocer nuevas culturas y personas.
?Le han hecho ¡®bullying¡¯ en el cole?
S¨ª. En Colombia y aqu¨ª. El t¨ªpico que se va burlando de ti y los t¨ªpicos bribones y matones. Pero no me pasa solo a m¨ª. Ocasionalmente, me ha hecho sufrir, cuando era m¨¢s peque?o. En serio, molestan. Pero me molesta m¨¢s el que le hacen a mi mejor amigo, ver c¨®mo ¨¦l se defiende, ser yo testigo, y que muchas veces al final le echen la culpa a ¨¦l. Ah¨ª, alguna vez, me ha salido alguna palabra fea, pero creo que est¨¢ en su derecho de defenderse y de, al menos, no dejarse pegar por otros.
Est¨¢ en la preadolescencia. ?Nota ya las hormonas bull¨¦ndole dentro?
S¨ª, me he vuelto m¨¢s gru?¨®n y m¨¢s impaciente con mis padres [su padre asiente, divertido].
?Se considera un bicho raro?
Espero que no, pero a lo mejor s¨ª lo soy en alguna cosa. Por ejemplo, no me gusta nada el reguet¨®n, ni el ritmo, ni las cosas que dice. Me encanta la m¨²sica colombiana de los ochenta.
?Manchar cuadros sirve para llamar la atenci¨®n y salvar el planeta?
Esas acciones me parecieron un error, sobre todo cuando se hicieron casi habituales. Derivaron la atenci¨®n del verdadero problema a otra cosa. Hay activistas que tienen mucha valent¨ªa, gente que se juega la vida y, a su lado, eso me pareci¨® est¨²pido.
?Argumenta as¨ª en las discusiones con sus padres por el m¨®vil o la hora de apagar la luz?
[Ambos me miran, c¨®mplices, y asienten en silencio] Pues me temo que s¨ª. Es mi forma de convencer. Me gusta la ret¨®rica, el articular ideas, para eso leo mucho. Para m¨ª, lo m¨¢s importante es la manera de conectar con el p¨²blico y trasladarles el mensaje. Por ejemplo, la crisis clim¨¢tica: empiezo contando c¨®mo se genera, c¨®mo nos est¨¢ afectando, y luego hago una conexi¨®n para pasar del conflicto a la posible soluci¨®n al mismo. No me cuesta. Lo hago mec¨¢nicamente.
V¨¦ndame su cerebro. ?Sabe su cociente intelectual?
No, ni quiero saberlo. Creo que tengo facilidad y un espacio para cosas que me llaman la atenci¨®n, como la geograf¨ªa, la historia, la ciencia.
?Qu¨¦ quiere ser de mayor?
Presidente de Colombia.
?Nada menos? ?Para qu¨¦?
Para cambiar las cosas. La pol¨ªtica es la mejor forma de hacerlo.
?Y qu¨¦ hace falta para eso?
Creo que hay que tener conciencia social, estudios y experiencia. A un pol¨ªtico le pido decisiones sensatas que tengan en cuenta al pueblo, a la gente y, por supuesto, las ideas que defiende.
Confiese un placer culpable. ?Come hamburguesas, con toda su grasaza y su huella de carbono?
S¨ª, la verdad. Como carne porque me lo manda el pediatra, pero tambi¨¦n porque me gusta. Y ahora he descubierto el jam¨®n ib¨¦rico, y me encanta. Pero lo compenso plantando ¨¢rboles. He plantado cientos con mis compa?eros de Guardianes de la vida para compensar la huella de carbono que yo mismo hago.
?Es un ni?o feliz?
S¨ª, me la paso muy bien con mis amigos ahora, en Barcelona, cerca del mar. Madrid es muy lindo, pero no tiene mar.
Hay una canci¨®n espa?ola de los ochenta que dice eso: ¡°Vaya, vaya, aqu¨ª no hay playa¡±.
?En serio? ?Ser¨ªas tan amable de pas¨¢rmela?
NI?O GRANDE
Francisco Vera (Colombia, 13 años), hijo único de un abogado y una trabajadora social, sintió la llamada de la naturaleza desde muy niño. A los 9 años, cuando su familia se mudó desde Bogotá a Villeta, un pueblo rodeado de exuberante flora y fauna, Vera, impresionado por los incendios de la Amazonia e influido por la eclosión en las redes sociales de activistas infantiles como Greta Thunberg, le pidió permiso a su madre para fundar, junto a sus amigos, Guardianes por la Vida, una asociación con la que intentar luchar contra la emergencia climática. Desde entonces, la influencia de su discurso, dirigido a sus coetáneos, se ha amplificado hasta el punto de participar en la Cumbre del Clima de Glasgow y en la de Egipto. Es embajador de buena voluntad de la UE y miembro del Comité de Derechos de la Infancia de la ONU. Autor del libro ilustrado 'Qué es el cambio climático', donde explica la emergencia medioambiental a los niños, Francisco Vera vive con sus padres y estudia en Barcelona desde hace un tiempo, tras haber sido amenazado de muerte en su país por su activismo.
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