Cuenta atr¨¢s para salvar el Gran Lago Salado de Utah del colapso
El regad¨ªo abusivo, la presi¨®n demogr¨¢fica y el cambio clim¨¢tico est¨¢n secando el lago m¨¢s grande de sus caracter¨ªsticas en el hemisferio occidental. En noviembre registr¨® su m¨ªnimo hist¨®rico y los cient¨ªficos avisan: su desaparici¨®n, que podr¨ªa llegar tan pronto como en cinco a?os, tendr¨¢ efectos globales, afectar¨¢ a millones de aves migratorias y liberar¨¢ nubes de polvo t¨®xico.
Antes, todo esto era agua. La bi¨®loga Bonnie Baxter se?ala a lo lejos, hasta donde sol¨ªa llegar la orilla sur del Gran Lago Salado de Utah, el m¨¢s grande de sus caracter¨ªsticas en el hemisferio occidental y el octavo lago terminal en superficie del mundo. El gesto abarca una porci¨®n de tierra h¨²meda a mediados de marzo, un kil¨®metro m¨¢s o menos en l¨ªnea recta de arena, barro y p¨¢jaros muertos. Al final del camino, cerca de donde una vez estuvo el famoso Saltair, resort de principios del siglo XX que engulleron las llamas, se yergue un triste remedo, un edificio abandonado que ahora sirve de baliza de la decadencia de un ecosistema ¨²nico.
Baxter est¨¢ rodeada por el majestuoso circo de monta?as nevadas de m¨¢s de 3.600 metros de altura de la cordillera Wasatch. Y lo que se escucha de fondo es el tic-tac de una bomba de relojer¨ªa medioambiental. El lago ha perdido el 73% de su agua y el 60% de su superficie como consecuencia de una agricultura incompatible con la megasequ¨ªa que desde hace dos d¨¦cadas azota el Oeste de Estados Unidos. Los efectos del cambio clim¨¢tico y la presi¨®n demogr¨¢fica de la vecina Salt Lake City (1,2 millones incluyendo su ¨¢rea metropolitana, cifra que la ciudad espera doblar para 2050) est¨¢n contribuyendo al colapso.
En noviembre pasado, se registr¨® un m¨ªnimo hist¨®rico de 1.277 metros sobre el nivel del mar, cinco por debajo de los 1.282 de la media desde 1.850. Ese r¨¦cord super¨® a otro r¨¦cord, que a su vez hab¨ªa superado a otro. ¡°Es incre¨ªble lo r¨¢pido que ha empeorado la situaci¨®n en los ¨²ltimos dos a?os. Es como estar asomados a un precipicio¡±, cuenta Baxter, que estudia desde hace un cuarto de siglo los microorganismos del lago y es directora del Great Salt Lake Institute del Westminster College.
A sus espaldas, el peque?o puerto deportivo parece m¨¢s bien un charco grande sin embarcaciones: las ¨²ltimas, que aguardan mejores tiempos en tierra firme, las retiraron el a?o pasado. Es una de las estampas m¨¢s elocuentes de una crisis que ocupa a decenas de cient¨ªficos, activistas medioambientales, l¨ªderes comunitarios y pol¨ªticos de Utah, y que ha captado la atenci¨®n global, en parte, gracias a un sombr¨ªo informe publicado en enero por la Universidad Brigham Young (BYU son sus siglas en ingl¨¦s) de la cercana localidad de Provo. Lo firmaban 32 cient¨ªficos y conservacionistas liderados por el ec¨®logo e hidr¨®logo Ben Abbott. En ¨¦l, advert¨ªan de que, si no cambia la tendencia, el lago podr¨ªa secarse por completo en cinco a?os.
¡°Es dif¨ªcil describir las consecuencias de algo as¨ª sin sonar exagerado. Pero si lo perdemos, nos enfrentaremos al final de nuestra forma de vida en la regi¨®n¡±, aclara Abbott. ¡°El clima se desestabilizar¨¢ y se extremar¨¢n los cambios de temperatura. Aumentar¨¢ la desertificaci¨®n y la contaminaci¨®n y se producir¨¢ el colapso de la industria y la agricultura¡±, agrega el cient¨ªfico. ¡°Tambi¨¦n tendr¨¢ efectos sobre el cambio clim¨¢tico. La desaparici¨®n de estos lagos salinos contribuye al aumento del nivel del mar. El agua que perdemos en estas cuencas no desaparece; se evapora y acaba en el oc¨¦ano. Es s¨®lo otra implicaci¨®n global de un problema que va mucho m¨¢s all¨¢ de Utah. La desecaci¨®n de estos sistemas es uno de los desaf¨ªos m¨¢s grandes a los que nos enfrentamos como especie¡±.
El informe fija en 2.500 millones de d¨®lares anuales (2.300 millones de euros) las p¨¦rdidas econ¨®micas llegado el caso, y ah¨ª se incluyen el negocio de las f¨¢bricas de extracci¨®n de minerales como el magnesio (US Magnesium, la mayor productora de Norteam¨¦rica) o el sulfato de potasio, empleado para fertilizantes, as¨ª como la floreciente industria del turismo de esqu¨ª, que perder¨ªa su famoso Lake Effect, fen¨®meno atmosf¨¦rico que llena de nieve las monta?as de este rinc¨®n del mundo cuando el aire fr¨ªo entra en invierno en contacto con el agua del lago, algo m¨¢s templada.
El Gran Lago Salado, camino de
desaparecer en cinco a?os
Esta fotograf¨ªa tomada por el sat¨¦lite Landsat-5 en diciembre de 1985 es ejemplo de la superficie media que ocupa el Gran Lago Salado. La cota de agua est¨¢ en 1.282 metros de altitud, el promedio de 166 a?os (1850 y 2016).
Superficie media
EE UU
Spiral
Jetty
Brigham City
Brazo Norte
Gran
Lago Salado
Ogden
Isla Ant¨ªlope
20 km
Layton
Brazo Sur
Balsas mineras
de evaporaci¨®n
Salt Lake
City
El d¨ªa 21 de noviembre de 2022, esta otra imagen de la ESA muestra un panorama bien distinto. En esas fechas, el agua descendi¨® hasta la cota m¨ªnima hist¨®rica: 1.277 metros. El lago hab¨ªa perdido un 60% de superficie de la l¨¢mina de agua habitual.
21 de noviembre de 2022
Spiral
Jetty
Brigham City
Gran
Lago Salado
Ogden
20 km
Layton
Salt Lake
City
La diferencia de tonalidad entre el norte y el sur del lago es consecuencia de la obstrucci¨®n causada por el talud de v¨ªa de ferrocarril que levant¨® la compa?¨ªa Southern Pacific en 1959. En 2016 se construy¨® un puente de 55 metros para que ambos m¨¢rgenes estuvieran m¨¢s comunicados, pero sus efectos a¨²n contin¨²an. Las zonas en blanco corresponden a los territorios cubiertos por la nieve.
Fuente: Tarboton, D. (2017). Great Salt Lake Bathymetry, www.hydroshare.org; ESA y USGS.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
El Gran Lago Salado, camino de
desaparecer en cinco a?os
Esta fotograf¨ªa tomada por el sat¨¦lite Landsat-5 en diciembre de 1985 es ejemplo de la superficie media que ocupa el Gran Lago Salado. La cota de agua est¨¢ en 1.282 metros de altitud, el promedio de 166 a?os (1850 y 2016).
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El d¨ªa 21 de noviembre de 2022, esta otra imagen de la ESA muestra un panorama bien distinto. En esas fechas, el agua descendi¨® hasta la cota m¨ªnima hist¨®rica: 1.277 metros. El lago hab¨ªa perdido un 60% de superficie de la l¨¢mina de agua habitual.
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La diferencia de tonalidad entre el norte y el sur del lago es consecuencia de la obstrucci¨®n causada por el talud de v¨ªa de ferrocarril que levant¨® la compa?¨ªa Southern Pacific en 1959. En 2016 se construy¨® un puente de 55 metros para que ambos m¨¢rgenes estuvieran m¨¢s comunicados, pero sus efectos a¨²n contin¨²an. Las zonas en blanco corresponden a los territorios cubiertos por la nieve.
Fuente: Tarboton, D. (2017). Great Salt Lake Bathymetry, www.hydroshare.org; ESA y USGS.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
El Gran Lago Salado, camino de desaparecer en cinco a?os
Esta fotograf¨ªa tomada por el sat¨¦lite Landsat-5 en diciembre de 1985 es ejemplo de la superficie media que ocupa el Gran Lago Salado. La cota de agua est¨¢ en 1.282 metros de altitud, el promedio de 166 a?os (1850 y 2016).
Logan
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Fuente: Tarboton, D. (2017). Great Salt Lake Bathymetry, www.hydroshare.org; ESA y USGS.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
El Gran Lago Salado, camino de desaparecer en cinco a?os
Esta fotograf¨ªa tomada por el sat¨¦lite Landsat-5 en diciembre de 1985 es ejemplo de la superficie media que ocupa el Gran Lago Salado. La cota de agua est¨¢ en 1.282 metros de altitud, el promedio de 166 a?os (1850 y 2016).
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El d¨ªa 21 de noviembre de 2022, esta otra imagen de la ESA muestra un panorama bien distinto. En esas fechas, el agua descendi¨® hasta la cota m¨ªnima hist¨®rica: 1.277 metros. El lago hab¨ªa perdido un 60% de superficie de la l¨¢mina de agua habitual.
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La diferencia de tonalidad entre el norte y el sur del lago es consecuencia de la obstrucci¨®n causada por el talud de v¨ªa de ferrocarril que levant¨® la compa?¨ªa Southern Pacific en 1959. En 2016 se construy¨® un puente de 55 metros para que ambos m¨¢rgenes estuvieran m¨¢s comunicados, pero sus efectos a¨²n contin¨²an. Las zonas en blanco corresponden a los territorios cubiertos por la nieve.
Fuente: Tarboton, D. (2017). Great Salt Lake Bathymetry, www.hydroshare.org; ESA y USGS.
NACHO CATAL?N / EL PA?S
El punto del informe que m¨¢s revuelo caus¨® fue la voz de alarma sobre las toxinas acumuladas en el vasto lecho del lago: el ars¨¦nico natural de las monta?as (que ya supera los niveles recomendables), el mercurio producto de la miner¨ªa de oro de la regi¨®n o el selenio que aporta la vecina explotaci¨®n de cobre Rio Tinto Kennecott; es la m¨¢s grande del mundo y la chimenea de su refiner¨ªa domina la vista desde el extremo meridional.
Si los peores augurios se cumplen, el lecho acabar¨ªa convertido en un taz¨®n de polvo (dust bowl), al estilo del que empuj¨® a emigrar a los personajes de Las uvas de la ira, de John Steinbeck. El viento arrastrar¨¢ esas nubes venenosas hasta los pulmones de los 2,6 millones de vecinos de sus riberas (que representan el 80% de la poblaci¨®n del Estado), lo que incrementar¨¢, seg¨²n el informe, ¡°las tasas de enfermedades cr¨®nicas y agudas asociadas a la contaminaci¨®n, incluidas las disfunciones sexuales, las enfermedades cong¨¦nitas, las lesiones cognitivas, las afecciones cardiovasculares y el c¨¢ncer¡±. ¡°La lista de materiales peligrosos que hay ah¨ª abajo es tan larga como mi brazo¡±, a?ade Abbott.
Eso es porque el lago, dada su condici¨®n de terminal, tiene una memoria prodigiosa. ¡°Todo lo que se deposita en ¨¦l, permanece. Lo ¨²nico que siempre se va es el agua¡±, dice Baxter. La sal tambi¨¦n se queda. ¡°A menos agua, el ecosistema se vuelve cada vez m¨¢s salado¡±, a?ade la bi¨®loga. Incluso aunque se evite el peor escenario, si esos niveles no se mantienen a raya, peligra la supervivencia de las moscas de la ribera y las artemias, microorganismos que dominan la vida del lugar y hacen de ¨¦l una parada obligada para unas 10 millones de aves migratorias de 338 especies distintas que toman cada a?o la Ruta Pac¨ªfica Norteamericana en sentido norte-sur. ¡°Si pierden este punto de referencia, perder¨¢n uno de los pocos lugares para repostar que les quedan en el hemisferio occidental. Se ver¨¢n empujadas a viajes demasiado largos¡±, seg¨²n la cient¨ªfica.
Con su equipo, Baxter se dedica al estudio de moscas y artemias. Sobre el terreno, toman muestras que luego son examinadas en un laboratorio del Westminster College, situado en Salt Lake City. All¨ª, ante un grupo de columnas de Vinogradski (tubos que, si uno sabe leerlos, cuentan historias de las diferentes partes del lago), ofrece una comparaci¨®n: ¡°El oc¨¦ano tiene un 3,5% de sal. Este oto?o, el lago registr¨® un peligroso 19%, y sabemos que cualquier cifra por encima del 12% no es buena para estos microorganismos¡±.
El guardi¨¢n de las artemias de Utah es un hombret¨®n llamado John Luft, que recorre en camioneta las riberas, cuando no esta surcando las aguas poco profundas en su barco. Trabaja en la Divisi¨®n de Recursos de la Vida Salvaje del Estado, supervisando la actividad de las empresas dedicadas al cultivo de esos camarones diminutos no aptos para consumo humano de cuyas huevas se alimentan las gambas criadas en granjas de acuicultura. Entre el 40 y el 50% de la producci¨®n mundial sale de aqu¨ª rumbo a los mercados de Asia o Latinoam¨¦rica. ¡°Mi misi¨®n es controlar la poblaci¨®n. Se trata de que, una vez atendido el negocio, quede siempre suficiente alimento para las aves¡±, dice el bi¨®logo, que explica que en una cucharada puede caber ¡°un cuarto de mill¨®n de huevas de artemias¡±.
Desde un promontorio de Isla Ant¨ªlope, la m¨¢s grande del lago, famosa por lo cerca que pastan los bisontes de donde uno puede aparcar el coche (siempre con la puerta abierta, por si toca salir huyendo), Luft se?ala unas formaciones que sobresalen del agua y parecen rocosas. Se llaman ¡°microbialitos¡± y est¨¢n formadas por millones de cianobacterias. En ellas, se alimentan las artemias. Tambi¨¦n sirven para el desarrollo de las peque?as moscas de la ribera, que convierten el lago en primavera y verano en una experiencia poco recomendable, por decirlo educadamente. El hecho de que un 45% de esos microbialitos est¨¦ a la vista es otro de los problemas, advierte Luft; as¨ª no cumplen su papel en la cadena alimenticia. ¡°Y eso que ahora el lago ofrece ahora una imagen distorsionada por las recientes precipitaciones. En realidad, lleva mucho menos agua de la que aparenta¡±, aclara.
Durante el pasado invierno se registraron nevadas hist¨®ricas. Esta semana Utah rompi¨® su ¨²ltimo r¨¦cord, establecido en 1983, al que siguieron unas no menos hist¨®ricas inundaciones que provocaron que los vecinos de Salt Lake City tuvieran que sacar las canoas para surcar las anchas avenidas. Son buenas noticias y ayudar¨¢n al lago, que es como un organismo vivo con sus propios ciclos: con el deshielo se carga del agua que proviene de los r¨ªos (y no usan los humanos por el camino), que pierde en parte por evaporaci¨®n durante los cada vez m¨¢s calurosos veranos hasta llegar a su punto m¨¢s bajo al final del oto?o. La idea es que esa operaci¨®n de suma-resta no d¨¦ negativo. Los cient¨ªficos que trabajan en el lago advierten, con todo, que un buen a?o nunca resolver¨¢ un problema de d¨¦cadas de sobreconsumo.
Calentamiento global
Robert Gillies, director del Centro del Clima de Utah, explica que a¨²n es pronto para saber c¨®mo se comportar¨¢ el inesperado manto de nieve (snowpack) de este invierno, que descarta interpretar como una expresi¨®n de la clase de fen¨®menos extremos a los que ya nos tiene acostumbrados la nueva normalidad del cambio clim¨¢tico. ¡°Hace 40 a?os, la nieve no se derriti¨® hasta principios de mayo, lo cual es inusual, y lo hizo de golpe. As¨ª que todo depende de si esta vez lo hace lenta o r¨¢pidamente. Uno de los efectos del calentamiento global es que las temperaturas m¨ªnimas est¨¢n aumentando m¨¢s r¨¢pido que las m¨¢ximas, lo que influye en el deshielo¡±. Ese fen¨®meno provoca que la nieve se transforme directamente en vapor de agua y que se esfume hacia la atm¨®sfera en lugar de descender a los cauces de r¨ªos.
En eso, advierte Gillies, el cambio clim¨¢tico se comportar¨¢ como con todo lo que tiene que ver con el lago. ¡°Es como una lente de aumento que magnifica los procesos. Por ejemplo, el de evaporaci¨®n: se har¨¢ cada a?o m¨¢s severa si contin¨²an subiendo las temperaturas¡±. Y todo indica que lo seguir¨¢n haciendo, como prueba un gr¨¢fico que muestra el climat¨®logo en su ordenador, seg¨²n el cual, el term¨®metro super¨® los 39 grados cent¨ªgrados solo en cuatro d¨ªas del siglo XX; en lo que va del XXI, lo ha hecho ya en 28 ocasiones.
Aunque el principal problema del lago no es el calentamiento global, sino un asunto solo aparentemente m¨¢s f¨¢cil de resolver, como se ver¨¢: la agricultura de regad¨ªo que secuestra el agua antes de que vaya a dar a su estaci¨®n de t¨¦rmino. El consumo se reparte as¨ª, seg¨²n el informe de la BYU: el 74% se lo quedan los agricultores del norte, que se dedican fundamentalmente al cultivo de la alfalfa para consumo de la ganader¨ªa, el 9% va para las zonas urbanas, otro 9% se destina a las f¨¢bricas de extracci¨®n de mineral que se sit¨²an en sus orillas, y el 8% restante se pierde por evaporaci¨®n.
El sistema de reparto de los derechos h¨ªdricos de Utah se fij¨® en el siglo XIX, tras el asentamiento de los primeros mormones, que lider¨® el colono Brigham Young. Seg¨²n la leyenda (y esto es el Oeste; acostumbran a imprimir la leyenda), ech¨® un vistazo a las tierras ¨¢ridas y dijo: ¡°Este es el lugar¡±. Como ese reparto est¨¢ fuera de discusi¨®n, los legisladores del Estado se han enfocado en aprobar leyes sin tocar esa divisi¨®n, mientras el gobernador republicano, Spencer Cox, ha prometido: ¡°Durante mi mandato, no permitiremos que el lago se seque¡±.
Mike Schultz, l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en la C¨¢mara de Representantes estatal, ha estado involucrado en la promoci¨®n y aprobaci¨®n, por unanimidad de ambos partidos, de algunas de esas normas. En una conversaci¨®n telef¨®nica, Schultz destaca una entre las dem¨¢s, que designa como de ¡°uso beneficioso¡± el agua que se deje ir directamente al lago. ¡°Es importante porque acab¨® con la vieja mentalidad de ¡®¨²salo o pi¨¦rdelo¡±, explica.
El congresista se refiere al r¨¦gimen de Utah que establec¨ªa que los titulares de derechos h¨ªdricos deb¨ªan desviar el agua del r¨ªo para regad¨ªo, ganader¨ªa, uso industrial o para su almacenamiento, entre otros destinos. Si la dejaban pasar durante m¨¢s de siete a?os o solo se quedaban con una parte corr¨ªan el riesgo de perderla, as¨ª que prefer¨ªan malgastarla para evitar eso. Con la nueva norma, el agua que dejen correr hasta el lago no se considera perdida. Algunas de esas medidas han chocado, con todo, con el resquemor de los granjeros y ganaderos, a los que no suelen llevar la contraria en estas tierras de pasado ind¨®mito. Unos y otros desconf¨ªan de que esos recursos acaben efectivamente en el lago.
Comprar y vender agua
Schultz, representante de un distrito al norte de Salt Lake City que abarca una buena porci¨®n de agua salada, recuerda que el Congreso tambi¨¦n ¡°destin¨® una considerable cantidad de dinero para adquirir derechos h¨ªdricos¡± a quien quiera vender los suyos. Ambas c¨¢maras aprobaron una ley que proh¨ªbe su reutilizaci¨®n (¡°tras el primer uso debe regresar al sistema y acabar en el lago¡±) y dotaron con ¡°200 millones¡± un programa para que los agricultores pudieran ¡°actualizarse tecnol¨®gicamente y as¨ª poder ahorrar m¨¢s¡±. ¡°Todo forma parte de un cambio de mentalidad: desde que los primeros colonos se asentaron en 1847, se ha pensado hist¨®ricamente que el agua que iba al lago era agua desperdiciada¡±, dice Schultz. ¡°Ya no es as¨ª¡±.
En esa toma de conciencia ha tenido mucho que ver una ins¨®lita asociaci¨®n llamada Great Salt Lake Collaborative, que agrupa 21 medios de comunicaci¨®n de Utah en torno a la producci¨®n de noticias que contribuyan a resolver la crisis. ¡°Digamos que en este tema aparcamos la competencia que manda en todo lo dem¨¢s. Es un tema demasiado importante para cubrirlo cada uno por nuestro lado¡±, dice Ben Winslow, reportero de la emisora local de la Fox, que cuenta que la cooperativa funciona de dos maneras: ¡°O fabricas una historia que los dem¨¢s usan, o colaboramos entre varios para cubrir algo: un medio manda al fot¨®grafo; otro, al redactor; un tercero, al c¨¢mara¡±.
Winslow quiere creer que ese trabajo ha contribuido a que en una encuesta reciente el 80% de los habitantes de Utah se declare preocupado por el futuro del lago. ¡°No siempre fue as¨ª¡±, recuerda la activista Lynn de Freitas, licenciada en biolog¨ªa, bibliotecaria retirada y presidenta de Friends of the Great Salt Lake, organizaci¨®n a la que se sum¨® a finales de los noventa. ¡°Hasta hace 10 a?os, este era un asunto que solo interesaba a un pu?ado de cient¨ªficos, que ya estaban tomando nota de la decadencia de lugares como el Mar de Aral o el Lago Urm¨ªa, en Ir¨¢n. Pol¨ªticamente no se hizo nada hasta 2021¡å, cuenta De Freitas mientras camina por la orilla sorteando los p¨¢jaros muertos.
Son zampullines cuellinegros (eared grabes). Unos dos millones llegan cada a?o y consumen entre 25.000 y 30.000 artemias diarias. En torno a un 1% no logra superar los rigores de la migraci¨®n. De Freitas explica que el olor desagradable que va y viene durante el paseo no se debe solo a esos restos animales: emana ¡°del lecho expuesto del lago¡±. ¡°Ese ha sido otro de los motivos por los que los habitantes de la regi¨®n dieron la espalda a este lugar. Es un poco salado y un poco apestoso, y en verano te comen las picaduras de los insectos, as¨ª que ?por qu¨¦ molestarse en cuidarlo?¡±.
El congresista Schultz, que creci¨® ¡°literalmente frente a sus orillas¡±, admite que no fue hasta hace dos a?os cuando los pol¨ªticos empezaron a reparar en un problema que hab¨ªan ignorado durante demasiado tiempo. A la pregunta de si las acciones adoptadas hasta ahora resolver¨¢n las cosas, contesta: ¡°No est¨¢ en nuestra mano arreglarlo del todo. Para eso, necesitamos algo de ayuda de la Madre Naturaleza, que estamos recibiendo en este momento. [La gran nevada de este invierno] nos da un margen. Aunque yo no creo en las predicciones de ese infame estudio de la BYU, pura basura hiperb¨®lica; el catastrofismo no nos ayuda a continuar trabajando sin distracciones. El lago no se va a secar. La principal preocupaci¨®n no es esa, sino el aumento de los niveles de salinidad¡±, considera.
Al historiador del Estado de Utah Nate Housley, fundador de Save Our Great Salt Lake, le preocupa ese modo de pensar. ¡°Los legisladores estatales han tomado la inusual precipitaci¨®n de nieve como una soluci¨®n y han aparcado algunas de las medidas que se estaban discutiendo¡±, dice durante una entrevista en un caf¨¦ que podr¨ªa simbolizar el nuevo Salt Lake City, que ya se vende como una alternativa a Silicon Valley, m¨¢s barata y con mejor oferta de vida al aire libre. A los reci¨¦n llegados a la ante¨²ltima tierra prometida les tocar¨¢ adecuarse al menor consumo de agua que imponen las circunstancias: se calcula que ser¨¢ necesaria una reducci¨®n de entre el 30 y el 50% para garantizar el futuro en com¨²n.
En la ¨²ltima sesi¨®n legislativa, qued¨® sin aprobar, por ejemplo, una norma que habr¨ªa fijado en 1.279,5 metros el objetivo de altura del caudal del lago (2,4 metros por encima de la marca actual). Tambi¨¦n se perdi¨® la oportunidad de prohibir el c¨¦sped en futuras construcciones urbanas. Para justificar esa inacci¨®n, el senador Scott Sandall dijo: ¡°La Madre Naturaleza ha acudido en nuestra ayuda¡±.
Sandall no es el ¨²nico en emprender excursiones por los terrenos de la superstici¨®n. ¡°El gobernador, que es morm¨®n como la mayor¨ªa de nuestros pol¨ªticos, pidi¨® a la gente que rezara para que se resolviera el problema¡±, contin¨²a Housley. ¡°Muchos se burlaron de ¨¦l. As¨ª que se puso a la defensiva. Yo no soy religioso. No tengo nada que objetar a la oraci¨®n, pero rezando no se hace pol¨ªtica. ?l y algunos otros legisladores piadosos presumen de haber logrado toda esa nieve a base de rezos¡±.
Lo cierto es que la Iglesia de Jesucristo de los ?ltimos D¨ªas, con la que es dif¨ªcil no toparse en Salt Lake City, ha hecho algo m¨¢s que rogar a Dios. Hace un par de semanas, uno de los l¨ªderes mormones, el obispo Christopher Waddell, anunci¨® a un grupo de cient¨ªficos y pol¨ªticos reunidos en un simposio sobre el futuro del lago una donaci¨®n a perpetuidad al Estado de sus derechos sobre 24 millones de metros c¨²bicos de agua. La aportaci¨®n, reconoci¨® el religioso, est¨¢ lejos de atajar la crisis (ser¨ªa necesaria una cantidad anual 50 veces mayor). ¡°Es solo el principio¡±, dijo Waddell, antes de prometer que evaluar¨ªan otras reservas para futuros regalos. Tambi¨¦n afirm¨® que esperaba que el gesto animara otras donaciones como la suya.
La escritora Terry Tempest Williams, que se crio en la fe mormona, sentenci¨® en un art¨ªculo de The New York Times el pasado domingo que esa generosidad ¡°no es suficiente¡±. ¡°La visi¨®n de Brigham Young de rosas que florecen en el desierto necesita una correcci¨®n radical¡±, escribi¨®. ¡°La salud ecol¨®gica, econ¨®mica y humana a lo largo del Frente Wasatch [conurbaci¨®n de la ribera oriental] est¨¢ en juego. Nuestro legado t¨®xico se est¨¢ escribiendo en nuestros cuerpos¡±.
Abbott recuerda que en el simposio tambi¨¦n se discuti¨® una orden ejecutiva firmada en febrero por el gobernador, que ordena levantar la barrera que separa los brazos norte y sur del lago, una divisi¨®n creada artificialmente en 1959 por un talud de v¨ªa ferroviaria para el transporte de sal. ¡°Esa medida ayudar¨¢ a la preservaci¨®n del ecosistema meridional, al reducir su salinidad¡±, explica Marisa Weinberg, directora interina de la divisi¨®n que gestiona las tierras soberanas del Estado, tambi¨¦n las que est¨¢n bajo el agua de los r¨ªos y el Gran Lago Salado. ¡°El brazo norte¡±, recuerda Weinberg, ¡°no es un sistema pr¨®spero¡±.
Qued¨® condenado por la v¨ªa de tren y tiene una alta concentraci¨®n de sal, cercana al 30%, que solo hace posible la vida para los hal¨®filos (en griego, amantes de la sal), unos microorganismos que confieren al agua un irreal tono rosa. Es tambi¨¦n hogar de una de las mayores colonias de pel¨ªcanos de Estados Unidos, que cuenta con unos 20.000 ejemplares. El alza del talud supondr¨¢ condenar a muerte a esa parte del lago para salvar la otra, considera Abbott. El cient¨ªfico aporta como prueba de que en esta crisis es muy dif¨ªcil que llueva a gusto de todos el hecho de que la compa?¨ªa Compass Minerals, que tiene al norte un tanque de evaporaci¨®n, amenaz¨® en el citado simposio con demandar al Estado por la medida reci¨¦n adoptada.
En ese brazo norte tambi¨¦n est¨¢ Spiral Jetty, una de las obras del arte estadounidense m¨¢s importantes del siglo XX y seguramente la pieza m¨¢s famosa de la historia del land art. Robert Smithson escogi¨® un punto ciertamente remoto del lago para dibujar con piedras de basalto negro una po¨¦tica espiral. El metraje que rod¨® desde una avioneta el artista tras su instalaci¨®n en 1970 es la prueba de su idea original: que el agua rosada salpicara la pieza, que ha acabado involuntariamente convertida en otra baliza del declive del lugar en la que fue instalada. Ese lugar se parece bastante al fin del mundo. Y all¨ª, antes, todo esto tambi¨¦n era agua. Ahora hay que caminar casi dos kil¨®metros para llegar hasta ella.
Volumen de agua almacenada
Los a?os ochenta fueron
un periodo de lluvias
excepcional
40.000 Hm3
30.000
Valor m¨ªnimo
para la salud
del lago
Periodos
de d¨¦ficit
h¨ªdrico
20.000
10.000
En la actualidad
0
1920
1950
1980
2000
2022
El balance h¨ªdrico
Estimaci¨®n anual 2020-2022.
Hect¨®metros c¨²bicos al a?o
Precipitaciones
740
Evaporaci¨®n
3.207
Escorrent¨ªas
3.724
Gran
Lago
Salado
1.234
Desv¨ªos artificiales
aguas arriba
2.590
Extracci¨®n de
minerales
247
Consumo humano anual
(estimaci¨®n 2020-2022)
2.837 Hm³
Agricultura
74%
Miner¨ªa
9%
9%
8%
Urbano e
industria
P¨¦rdidas
Con estos niveles de p¨¦rdida de agua, el lago tal y como se conoce desaparecer¨¢ en cinco a?os.
Volumen de agua almacenada
Los a?os ochenta fueron
un periodo de lluvias
excepcional
40.000 Hm3
30.000
Valor m¨ªnimo
para la salud
del lago
Periodos
de d¨¦ficit
h¨ªdrico
20.000
10.000
En la actualidad
0
1920
1950
1980
2000
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El balance h¨ªdrico
Estimaci¨®n anual 2020-2022.
Hect¨®metros c¨²bicos al a?o
Precipitaciones
740
Evaporaci¨®n
3.207
Escorrent¨ªas
3.724
Gran
Lago
Salado
1.234
Extracci¨®n de
minerales
247
Desv¨ªos artificiales
aguas arriba
2.590
Consumo humano anual
(estimaci¨®n 2020-2022)
2.837 Hm³
Agricultura
74%
Miner¨ªa
9%
9%
8%
Urbano e
industria
P¨¦rdidas
Con estos niveles de p¨¦rdida de agua, el lago tal y como se conoce desaparecer¨¢ en cinco a?os.
Volumen de agua almacenada
Los a?os ochenta fueron un periodo
de lluvias excepcional
40.000 Hm3
30.000
Valor m¨ªnimo para
la salud del lago
Periodos
de d¨¦ficit
h¨ªdrico
20.000
10.000
En la actualidad
0
1920
1930
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
2022
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Estimaci¨®n anual 2020-2022. Hect¨®metros c¨²bicos al a?o
Precipitaciones
740
Evaporaci¨®n
3.207
Consumo humano anual
(estimaci¨®n 2020-2022)
2.837 Hm³
Escorrent¨ªas
3.724
Agricultura
Gran
Lago
Salado
74%
1.234
Miner¨ªa
9%
9%
Desv¨ªos artificiales
aguas arriba
2.590
Extracci¨®n de
minerales
247
8%
Urbano e
industria
P¨¦rdidas
Con estos niveles de p¨¦rdida de agua, el lago tal y como se conoce desaparecer¨¢ en cinco a?os.
Volumen de agua almacenada
Los a?os ochenta fueron un periodo
de lluvias excepcional
40.000 Hm3
30.000
Valor m¨ªnimo para
la salud del lago
Periodos
de d¨¦ficit
h¨ªdrico
20.000
10.000
En la actualidad
0
1920
1930
1940
1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
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El balance h¨ªdrico
Estimaci¨®n anual 2020-2022. Hect¨®metros c¨²bicos al a?o
Precipitaciones
740
Evaporaci¨®n
3.207
Consumo humano anual
(estimaci¨®n 2020-2022)
2.837 Hm³
Escorrent¨ªas
3.724
Agricultura
Gran
Lago
Salado
74%
1.234
Miner¨ªa
9%
9%
Desv¨ªos artificiales
aguas arriba
2.590
Extracci¨®n de
minerales
247
8%
Urbano e
industria
P¨¦rdidas
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