La batalla contra el ecopostureo explota en los tribunales
La demanda de Iberdrola contra Repsol, sin precedentes en Espa?a, abre una v¨ªa judicial contra el ¡®greenwashing¡¯ al que las instituciones europeas y espa?olas han puesto en el punto de mira. Abogados y activistas auguran un aumento de estos litigios
Los abogados del despacho Ontier dejaron caer una bomba en los juzgados de lo mercantil de Santander el 21 de febrero. Era una querella in¨¦dita. Por los actores, dos gigantes del Ibex: Iberdrola, la demandante, y Repsol, la demandada. Por las acusaciones: la el¨¦ctrica culpa a la petrolera de competencia desleal por greenwashing (ecopostureo) en sus campa?as publicitarias y en la informaci¨®n que ofrece en su p¨¢gina web. Y, tambi¨¦n, por lo descarnado: son 107 p¨¢ginas en las que la el¨¦ctrica destripa a la petrolera, a la que reprocha que se presente como ¡°l¨ªder en la transici¨®n energ¨¦tica y que protege el medio ambiente¡± cuando ¡°el 99,4% de sus ingresos¡± proceden ¡°de la producci¨®n y comercializaci¨®n de energ¨ªa no renovable¡±. Repsol responde achacando la demanda ¡ªque ve ¡°carente de fundamento¡±¡ª al ¡°nerviosismo¡± de Iberdrola: ¡°no est¨¢ acostumbrada a manejarse en un marco competitivo¡±.
El calado del movimiento, y el hecho de que haya sido directamente en los tribunales y no en ¨®rganos de regulaci¨®n de la publicidad como Autocontrol, ha sacudido los cimientos de todo el sector. Y ha dado alas a los movimientos ecologistas, que llevan a?os remando en la misma direcci¨®n con medios infinitamente menores. ¡°Apoyamos la demanda¡±, afirma Carlos Rico, miembro de Transporte y Medio Ambiente, una organizaci¨®n que agrupa a decenas de ONG medioambientales europeas en pos de una movilidad limpia. ¡°Pero no es un apoyo a Iberdrola, sino a la lucha contra el greenwashing que hace Repsol¡±.
¡°Esta demanda confirma que lo verde tiene un valor de mercado, y que es recomendable ser exigentes y evitar confusi¨®n o publicidad enga?osa¡±, se?ala, por su parte, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, que el martes, un d¨ªa despu¨¦s de que trascendiera la demanda, amaneci¨® con un tuit en el que tomaba parte en esta pugna. ¡°Una cosa llamativa de este caso es que no han sido las asociaciones de consumidores las que han planteado esta demanda, sino que ha sido otra empresa alegando motivos de distorsi¨®n del mercado¡±, apunta Ribera a EL PA?S. Miguel Crespo, abogado de la Federaci¨®n de Consumidores y Usuarios CECU, responde: ¡°Nos da miedo enfrentarnos a enemigos tan peligrosos y que, por ejemplo, nos impongan costas. Pero compartimos el fondo de la demanda y estamos expectantes por ver c¨®mo se resuelve¡±.
Ni Crespo ni ninguno de los expertos consultados para este reportaje recuerdan una querella similar en Espa?a por greenwashing, una pr¨¢ctica cada vez m¨¢s extendida y cuestionada que consiste en que una compa?¨ªa o un producto se presenten como verdes o comprometidos con el medio ambiente y la lucha clim¨¢tica sin ser cierto. ¡°No me consta una demanda como esta¡±, confirma Ana Barreira, directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA), que recuerda que ¡°las v¨ªas que, hasta ahora, ofrece el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol son muy limitadas¡±.
En el sentir de los especialistas consultados tambi¨¦n subyace, sin embargo, una sensaci¨®n: la de que el paradigma est¨¢ a punto de cambiar y que el cerco contra el ecopostureo ser¨¢ cada vez mayor. No solo contra las compa?¨ªas de energ¨ªas f¨®siles. ¡°Cuando se apruebe la nueva legislaci¨®n europea pueden aumentar las demandas. Las cosas estar¨¢n m¨¢s claras y los interesados tendr¨¢n un marco legal claro en el que basarse, cosa que no existe ahora¡±, opina Antonio Vercher, fiscal de sala coordinador de Medio Ambiente y Urbanismo de Espa?a.
El Gobierno ya trabaja en la trasposici¨®n, a trav¨¦s de la futura ley de consumo sostenible, de la directiva con la que la UE busca mejorar el etiquetado de los productos y que prohibir¨¢ el uso de las llamadas ¡°alegaciones¡± medioambientales enga?osas. De la aprobaci¨®n definitiva de ese texto est¨¢n pendientes multitud de actores: organizaciones ecologistas, empresas y supervisores, como Autocontrol. ¡°Estamos haciendo un seguimiento de todos los cambios regulatorios que se avecinan en este sector, con la tramitaci¨®n y trasposici¨®n de varias directivas¡±, sostiene una portavoz de este ente de autorregulaci¨®n de la publicidad, que asegura que ya han abordado algunos casos sobre reclamos medioambientales, aunque la conflictividad a¨²n ¡°no es muy elevada¡± en este ¨¢mbito.
La directiva europea sentar¨¢, en fin, las bases jur¨ªdicas para definir los criterios que deber¨¢n cumplir las empresas que quieran hacer alegatos verdes sobre su actividad. ¡°Luego, estos ser¨¢n verificados externamente seg¨²n las autoridades que decida cada Estado. Lo que pedimos desde el Parlamento es que haya sanciones para las empresas que incumplan estos criterios¡±, se?ala la europarlamentaria socialista Laura Ballar¨ªn, que ha estado siguiendo la tramitaci¨®n de esta norma. Pero todav¨ªa falta que el Consejo Europeo ¡ªel ¨®rgano en el que est¨¢n representados los Gobiernos de los Veintisiete¡ª d¨¦ el visto bueno definitivo, algo que la presidencia de turno, en manos de B¨¦lgica, espera para este semestre.
¡°Estamos a la espera de la incorporaci¨®n de la directiva que va a mejorar la capacidad de acci¨®n de la sociedad civil, aunque ahora hab¨ªa campo de acci¨®n¡±, dice Jaime Doreste, abogado y miembro del equipo jur¨ªdico de Ecologistas en Acci¨®n. Su organizaci¨®n, recuerda, ya demand¨® a la automovil¨ªstica francesa Peugeot por una campa?a en 2008 en la que aseguraban que sus veh¨ªculos cada vez contaminaban menos. No era cierto, y en 2013 la Audiencia Provincial de Madrid les dio la raz¨®n a los ecologistas.
La sensibilidad social ha cambiado mucho desde entonces, pero la normativa sigue siendo pr¨¢cticamente la misma. ¡°La puerta al greenwashing est¨¢ ahora abierta¡±, admite la economista Helena Vi?es, consejera de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ella es, entre otras cosas, una de las 17 expertas a las que recurri¨® el secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, para crear una gu¨ªa contra el ecopostureo, que se present¨® en la cumbre del clima que se celebr¨® en 2022 en Sharm el Sheij (Egipto). En ese documento se dejaba claro que una compa?¨ªa no puede considerarse verde si sigue apostando por los combustibles f¨®siles y que las compensaciones de sus emisiones ¡ªpor ejemplo, a trav¨¦s de los bosques¡ª deben ser el ¨²ltimo recurso y minoritarias.
Vi?es cree que la v¨ªa todav¨ªa abierta al ecopostureo se cerrar¨¢ gracias a todas las normas que est¨¢ aprobando la UE referidas tambi¨¦n a inversiones y a la gobernanza de las compa?¨ªas: ¡°de aqu¨ª a cuatro o cinco a?os va a ser muy dif¨ªcil el greenwashing¡±. En su opini¨®n, esto se est¨¢ notando ya, tambi¨¦n en parte por el contexto pol¨ªtico internacional, en la rebaja de los rimbombantes objetivos clim¨¢ticos que muchas empresas se hab¨ªan fijado y que no ten¨ªan un sustento real en sus planes de negocio.
Bancos, aerol¨ªneas... y botellas de agua
Uno de los ejemplos m¨¢s n¨ªtidos es el de muchas petroleras y gasistas, que anuncian supuestos planes de recorte de emisiones de efecto invernadero pero que en la pr¨¢ctica siguen ampliando la extracci¨®n y comercializaci¨®n de hidrocarburos. El ¨²ltimo informe sobre litigaci¨®n clim¨¢tica elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y el Centro Sabin de la Universidad de Columbia (Nueva York) hace un repaso de las reclamaciones por lavado verde de imagen ante organismos regulatorios, como una campa?a que tumb¨® la autoridad de la competencia italiana de un combustible di¨¦sel promocionado por la petrolera Eni. Uno de los entes regulatorios m¨¢s activos en este tipo de casos ha sido la Advertising Standards Authority del Reino Unido, que recientemente ha vetado varias campa?as tambi¨¦n de combustibles supuestamente verdes de Shell, Petronas y de la propia Repsol.
Pero la lucha contra el ecopostureo no se circunscribe solo a las compa?¨ªas de combustibles f¨®siles. De hecho, esta semana se ha conocido una sentencia contra la aerol¨ªnea holandesa KLM, a la que un tribunal de ?msterdam ha condenado por enga?ar a sus clientes con vagas afirmaciones medioambientales que pintaban ¡°un panorama demasiado optimista¡± sobre los supuestos combustibles sostenibles. El caso hab¨ªa sido denunciado por una ONG. Y, hace justo un mes, la textil alemana Zalando se comprometi¨® a retirar de su p¨¢gina web varias menciones a sostenibilidad despu¨¦s de que la UE las tildase de ¡°enga?osas¡±.
En Dinamarca, tambi¨¦n varias organizaciones no gubernamentales han demandado a la cooperativa agr¨ªcola Danish Crown, el mayor productor de carne de cerdo de los Veintisiete. Como se apunta en el informe del Pnuma, las ONG alegan que estaba enga?ando a los consumidores al afirmar que su producci¨®n de carne tiene beneficios para la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Este caso sigue abierto.
Los bancos tambi¨¦n han estado en el centro de la diana. Este mismo viernes, por ejemplo, Greenpeace ha protestado en la sede del Banco Santander por la financiaci¨®n de proyectos c¨¢rnicos en Brasil que contribuyen a la deforestaci¨®n. ¡°Existe un abismo entre lo que dicen sus pol¨ªticas clim¨¢ticas y de biodiversidad y lo que hace el banco en Brasil¡±, denuncia esta organizaci¨®n ecologista. Del mismo modo, otro informe de Stand.earth culpa a este mismo banco y al tambi¨¦n espa?ol BBVA de financiar la extracci¨®n de petr¨®leo y gas en la Amazonia peruana. Fuera de la UE, en Australia, el banco HSBC ha recibido quejas ante el ente regulador de la publicidad por continuar invirtiendo en combustibles f¨®siles a pesar de publicitar una campa?a de protecci¨®n de la Gran Barrera de Coral. Y en Europa se han presentado varias reclamaciones contra compa?¨ªas de agua embotellada por presentar sus envases como 100% reciclados.
¡°Con el escrutinio de los reguladores y unos consumidores m¨¢s conscientes del aumento del greenwashing, las empresas van a enfrentar una mayor presi¨®n. Tanto por demostrar su compromiso ambiental, como por ser m¨¢s transparentes¡±, advierte Carlos Gomes, profesor de la Universidad de Ciudad del Cabo y miembro tambi¨¦n del grupo de los 17 expertos de la ONU sobre ecopostureo. ¡°Las que no lo hagan se arriesgan a un da?o reputacional, de ah¨ª que sea absolutamente esencial que las compa?¨ªas de esos sectores prioricen la autenticidad y la integridad de sus esfuerzos e iniciativas por la sostenibilidad¡±.
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