Ecologistas y consumidores se unen para denunciar a Repsol por ecopostureo ante la CNMC y Consumo
Las organizaciones cargan contra los biocombustibles de la principal petrolera de Espa?a y su supuesta relaci¨®n con la deforestaci¨®n en Indonesia
M¨¢s problemas para Repsol, la principal petrolera de Espa?a, por presuntas pr¨¢cticas de greenwashing o ecopostureo. Dos de las organizaciones ecologistas de referencia ¡ªEcologistas en Acci¨®n y Greenpeace¡ª y la asociaci¨®n de consumidores CECU se han unido para denunciar a la compa?¨ªa ante la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y ante la Direcci¨®n General de Consumo al entender que la ¡°estrategia de marketing y publicidad¡± que emplea ¡°induce a la confusi¨®n de la ciudadan¨ªa, al estar plagada de informaci¨®n parcial, vaguedades, ocultaci¨®n de informaci¨®n relevante o directamente alegaciones ambientales enga?osas¡±. Los demandantes, que presentaron los escritos la semana pasada, ponen el foco sobre los biocombustibles que promociona la empresa y su posible v¨ªnculo con la deforestaci¨®n en Indonesia.
Otra demanda tambi¨¦n por ecoblanqueo le lleg¨® a la petrolera a finales de febrero: Iberdrola, la mayor el¨¦ctrica de Espa?a, denunci¨® en los juzgados de lo mercantil de Santander a Repsol por competencia desleal a trav¨¦s del greenwashing en sus campa?as publicitarias y en la informaci¨®n que ofrece en su p¨¢gina web. Expertos en derecho ambiental coinciden en que la batalla en los tribunales contra las falsas alegaciones ambientales de compa?¨ªas de todo tipo para vender sus productos o su supuesto compromiso medioambiental ir¨¢ ganando peso en los pr¨®ximos meses y a?os debido a las medidas que est¨¢n tomando ya contra estas pr¨¢cticas las instituciones europeas y nacionales.
Para armar su demanda contra Repsol, las organizaciones ecologistas y de consumidores se han centrado en el aceite de palma y el da?o para la masa forestal en Indonesia que supone la expansi¨®n de estos cultivos. Y parten de una investigaci¨®n propia durante 2022 y 2023 centrada en los impactos de ¡°la actividad de la empresa Repsol sobre la deforestaci¨®n en Indonesia y su contribuci¨®n al aumento de las emisiones responsables del cambio clim¨¢tico¡±. ¡°Espa?a es el principal importador de aceite de palma de Indonesia y el mayor productor de biocombustibles en la UE¡±, sostienen los demandantes. ¡°En Espa?a, el 72,5% del biodi¨¦sel y casi el 100% del hidrobiodi¨¦sel se fabrica con aceite de palma. Y es la empresa Repsol uno de los principales importadores de aceite de palma y productor de biodi¨¦sel con este aceite¡±, advierten.
Fuentes oficiales de Repsol aseguran que ¡°estas demandas tratan de desprestigiar una soluci¨®n que la Uni¨®n Europea considera v¨¢lida y alternativa a la electrificaci¨®n para reducir de manera inmediata y asequible las emisiones de di¨®xido de carbono¡±. ¡°Adem¨¢s¡±, a?ade la petrolera, ¡°tratan de confundir a la sociedad, cuando la materia prima que se emplea est¨¢ regulada por la normativa, supervisada y certificada¡±.
Miguel Crespo, abogado de CECU, explica que en algunos pa¨ªses europeos los ¨®rganos regulatorios han tomado ya medidas contra campa?as publicitarias de empresas energ¨¦ticas relacionadas con este tipo de reclamos. Por ejemplo, recuerda este letrado, la Advertising Standards Authority del Reino Unido, el ente encargado de velar por el correcto empleo de la publicidad, ha vetado recientemente varias campa?as tambi¨¦n de combustibles supuestamente verdes de Shell, Petronas y de la propia Repsol. Y, seg¨²n recoge el ¨²ltimo informe sobre litigaci¨®n clim¨¢tica elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y el Centro Sabin de la Universidad de Columbia (Nueva York), en Italia la autoridad de la competencia tumb¨® tambi¨¦n la promoci¨®n de un combustible di¨¦sel de la petrolera Eni.
Pero, adem¨¢s de a la CNMC, los denunciantes han decidido acudir a la Direcci¨®n General de Consumo, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Hasta la pasada legislatura eran las comunidades aut¨®nomas las que tramitaban las denuncias referentes a consumo, explica Crespo, pero el anterior equipo de Alberto Garz¨®n abri¨® una v¨ªa para que pudieran presentarse denuncias tambi¨¦n ante el ministerio si las infracciones se consideraban que eran generalizadas o afectaban a varias comunidades. De hecho, Consumo tiene abiertos varios expedientes contra aerol¨ªneas de bajo coste por sus pol¨ªticas con el equipaje de mano.
Lo que reclaman los demandantes en el caso de Repsol es que la compa?¨ªa sea sancionada, que ¡°se d¨¦ publicidad de la sanci¨®n y se ordene su rectificaci¨®n p¨²blica¡±. Seg¨²n las tres organizaciones, la compa?¨ªa ¡°oculta en su comunicaci¨®n p¨²blica y en su publicidad la deforestaci¨®n y dem¨¢s impactos ambientales y sociales provocados para la producci¨®n del aceite de palma que se utiliza para la fabricaci¨®n de sus biocombustibles¡±. Porque ¡°el aceite de palma que utiliza no es sostenible y no reduce las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al combustible f¨®sil convencional, contribuyendo al calentamiento global y provocando deforestaci¨®n y p¨¦rdida de biodiversidad¡±, a?aden.
En su opini¨®n, las afirmaciones que la compa?¨ªa hace sobre sus ¡°biocombustibles¡± ¡ªa los que califica en su comunicaci¨®n p¨²blica como ¡°sostenibles¡±, ¡°ecocombustibles¡±, ¡°neutros en carbono¡±, ¡°con baja huella de carbono¡± o ¡°renovables¡±¡ª se realiza ¡°sin distinguir entre los diferentes productos ofertados y sin especificar sus atributos o impacto ambiental¡±. Y esto ¡°resulta enga?oso para la ciudadan¨ªa¡±.
¡°Estas declaraciones de Repsol dan la impresi¨®n a consumidoras y consumidores de que sus productos o su actividad no tiene ning¨²n impacto ambiental o, peor a¨²n, tienen un impacto positivo en el medio ambiente¡±, a?aden los demandantes que abundan en un argumento similar al que empleaba en su escrito Iberdrola. La el¨¦ctrica criticaba que la petrolera se presentara como ¡°l¨ªder en la transici¨®n energ¨¦tica y que protege el medio ambiente¡± cuando ¡°el 99,4% de sus ingresos¡± proceden ¡°de la producci¨®n y comercializaci¨®n de energ¨ªa no renovable¡±.
Pero las mismas fuentes oficiales de Repsol defienden que la compa?¨ªa acaba de ¡°poner en marcha la primera planta de combustibles renovables de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, en Cartagena, que usa exclusivamente residuos org¨¢nicos para producir 250.000 toneladas al a?o de combustible renovable¡±. Sin embargo, la demanda de las organizaciones ecologistas se centra en los ejercicios 2022 y 2023 y en el biocombustibles basado en aceite de palma.
El da?o a la lucha contra el cambio clim¨¢tico
El ecopostureo tambi¨¦n es una preocupaci¨®n en algunos organismos internacionales por los da?os que se pueden provocar en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. El secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, present¨® a finales de 2022 una gu¨ªa contra el ecopostureo durante la cumbre del clima que se celebr¨® en Sharm el Sheij (Egipto). En ese documento, elaborado por 17 expertos internacionales, se dejaba claro que una compa?¨ªa no puede considerarse verde si sigue apostando por los combustibles f¨®siles y que las compensaciones de sus emisiones ¡ªpor ejemplo, a trav¨¦s de los bosques¡ª deben ser el ¨²ltimo recurso y minoritarias.
Aunque en las pr¨¢cticas de greenwashing no solo caen las compa?¨ªas productoras de combustibles f¨®siles en el mundo. Por ejemplo, en marzo, la aerol¨ªnea holandesa KLM fue condenada por un tribunal de ?msterdam por enga?ar a sus clientes con vagas afirmaciones medioambientales que pintaban ¡°un panorama demasiado optimista¡± sobre los supuestos combustibles sostenibles. Unas semanas antes, la textil alemana Zalando se comprometi¨® a retirar de su p¨¢gina web varias menciones a sostenibilidad despu¨¦s de que la UE las tildase de ¡°enga?osas¡±.
Puedes seguir a Clima y Medio Ambiente en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.