Espa?a intenta averiguar cu¨¢ntas botellas de pl¨¢stico se reciclan para hacer un cambio radical en el sistema

?Cu¨¢ntas botellas de pl¨¢stico se reciclan en Espa?a? La pregunta es sencilla. La respuesta sigue siendo en mayo de 2024 una inc¨®gnita. De hecho, el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y las comunidades aut¨®nomas est¨¢n en estos momentos recabando los datos de las botellas de un solo uso que se han puesto en el mercado y de las que se han recogido para ser recicladas en los ¨²ltimos dos a?os para tratar de obtener un porcentaje. Antes de octubre de este a?o el ministerio tiene que darle el dato a la Uni¨®n Europea. Y dependiendo del resultado el pa¨ªs tendr¨¢ que dar o no un giro radical a la forma en la que se recolectan estos envases con la implantaci¨®n del llamado sistema de dep¨®sito, devoluci¨®n y retorno.

Este sistema, conocido por las siglas SDDR y que ya funciona en muchos pa¨ªses europeos desde hace a?os, se basa en que el consumidor deja en dep¨®sito unos c¨¦ntimos cuando compra, por ejemplo, una botella de refresco y ese dinero lo recupera cuando devuelve al comercio el envase vac¨ªo. En Espa?a, sin embargo, el modelo se basa en el contenedor amarillo, donde se tiran sin distinci¨®n diferentes tipos de envases, lo que dificulta, por ejemplo, saber el n¨²mero de botellas que efectivamente se reciclan al a?o.

Espa?a no solo debe saber el n¨²mero de botellas recicladas porque se lo exija Europa ¡ªuna obligaci¨®n que no exist¨ªa hasta ahora¡ª, tambi¨¦n porque la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, de abril de 2022, establece objetivos concretos de recogida separada para estos residuos. En 2023, el 70% de las botellas deber¨ªan haberse recogido de forma separada para su reciclaje (tomando como referencia el peso de los envases puestos en el mercado). Si no se llega a esa tasa, la ley establece que ¡°se implantar¨¢ en todo el territorio en el plazo de dos a?os un sistema de dep¨®sito, devoluci¨®n y retorno para estos envases que garantice el cumplimiento de los objetivos en 2025 y 2029¡å, que son del 77% y del 90% respectivamente.

Fuentes del ministerio han se?alado este martes en un encuentro con varios medios de comunicaci¨®n que se encuentran en este momento en pleno proceso de recolecci¨®n de los datos de 2023 y de verificaci¨®n. Ya se han recabado tambi¨¦n los de 2022, se?alan las mismas fuentes, pero se est¨¢n chequeando para evitar errores. ¡°Queremos tenerlos atados y bien atados¡±, explican. Porque unas cuantas toneladas arriba o abajo podr¨ªan suponer un cambio importante en el sistema de recogida, algo contra lo que Ecoembes ¡ªla entidad con la que los productores de diferentes alimentos, envases y distribuidores gestionan el tratamiento de esos desechos a trav¨¦s de los contenedores amarillos¡ª lleva luchando desde hace a?os en Espa?a. Desde hace d¨¦cadas, las leyes nacionales y europeas establecen que son las empresas las que se deben encargar del reciclaje de los envases; y cuando el consumidor los adquiere se supone que ya est¨¢ pagando para que hagan frente a su correcta gesti¨®n. Son los llamados sistemas de responsabilidad ampliada del productor. Lo que se debate desde hace a?os es si ante la cada vez mayor crisis por contaminaci¨®n por pl¨¢stico y para determinados casos, como las botellas de un solo uso, se deben implantar los sistemas de deposito y retorno.

La clave para hacerlo o no est¨¢ en el porcentaje de botellas recicladas en 2023. Fuentes del ministerio han reconocido este martes que quieren ser muy finos en este c¨¢lculo. Porque el cambio de sistema, que reclaman un buen n¨²mero de organizaciones ecologistas en Espa?a, supondr¨ªa ¡°inversiones econ¨®micas¡±. ¡°Hay que estar muy seguros de que es necesario implantar ese sistema¡±, recalca Transici¨®n Ecol¨®gica.

Estas fuentes admiten que los sistemas de dep¨®sito y retorno tambi¨¦n han sido uno de los puntos m¨¢s conflictivos del nuevo reglamento europeo de envases, que se espera que entre en vigor de forma definitiva a finales de este a?o. Ese reglamento establece la obligaci¨®n de que a finales de esta d¨¦cada el 90% de las botellas y latas de bebidas de un solo uso se reciclen. Para ello se apuesta por la implantaci¨®n en toda la UE de los SDDR. Aunque se deja abierta otra vez una puerta de atr¨¢s a no hacerlo: si en 2026 se logra llegar a una tasa de reciclaje de estos dos tipos de envases del 80% y hay informaci¨®n fiable que lleve a que pronosticar que en 2029 se llegar¨¢ al 90%.

Este ha sido uno de los elementos de flexibilidad incluidos en el reglamento de envases, en cuya negociaci¨®n Espa?a tuvo un papel destacado mientras ostent¨® la presidencia del Consejo Europeo en el segundo semestre del pasado a?o. El texto ya ha recibido el visto bueno de las instituciones europeas, aunque todav¨ªa se est¨¢ revisando t¨¦cnicamente y se deben cumplir una serie de pasos que har¨¢n que no est¨¦ publicado hasta finales de a?o. Al tratarse de un reglamento y no de una directiva no requiere de transposici¨®n; es decir, ser¨¢ de obligado cumplimiento en cuanto se publique en el bolet¨ªn oficial de la UE.

Solo envases reciclables

El futuro reglamento europeo establece que en 2030 no se podr¨¢ introducir en el mercado europeo ning¨²n envase que no sea reciclable. Adem¨¢s, se incluyen objetivos de reducci¨®n de envases en general: un 5% para 2030, un 10% en 2035 y un 15% en 2040.

Algunos tipos de envases de pl¨¢stico de un solo uso quedar¨¢n prohibidos tambi¨¦n a partir del 1 de enero de 2030. Entre ellos est¨¢n los de frutas y verduras frescas sin procesar, los de alimentos y bebidas que se sirven y consumen en cafeter¨ªas y restaurantes, los de porciones individuales (usadas, por ejemplo, para condimentos, salsas, crema, az¨²car), los envases peque?os de productos de higiene personal y las bolsas de pl¨¢stico muy ligeras (de menos de 15 micras). Y se establece a partir de 2025 de un l¨ªmite para el uso de bolsas de pl¨¢stico ligero en cada pa¨ªs: el equivalente a 40 bolsas anuales por habitante. Adem¨¢s, el texto incluye la prohibici¨®n del uso de las llamadas sustancias qu¨ªmicas eternas (compuestos perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, conocidas por las siglas PFAS) por encima de ciertos umbrales en los envases en contacto con alimentos.

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