El gato mont¨¦s, el felino olvidado, afronta su desaparici¨®n en el centro y sur de la Pen¨ªnsula
Los cient¨ªficos piden que se catalogue a la especie como amenazada en las ¨¢reas en las que se est¨¢ extinguiendo. En el norte y noreste todav¨ªa quedan poblaciones saludables
El gato mont¨¦s, uno de los grandes olvidados de las pol¨ªticas de conservaci¨®n, es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de observar en amplias ¨¢reas del centro y sur de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, sobre todo en la zona occidental. Afronta una desaparici¨®n silenciosa a la par que el otro felino peninsular, el lince ib¨¦rico, sale del peligro de extinci¨®n. En el norte y el noreste (cordillera Cant¨¢brica y Pirineos), el mam¨ªfero ¨Dde mayor tama?o que el gato dom¨¦stico y con una cola surcada por unos anillos oscuros¨D todav¨ªa mantiene poblaciones saludables. En esa debacle, se ha extinguido o su estado es cr¨ªtico en casi toda Extremadura, incluso en espacios protegidos como Do?ana (Huelva), Monfrag¨¹e (C¨¢ceres) y Sierras de Tejeda y Almijara (entre las provincias de Granada y M¨¢laga). Detr¨¢s de esta decadencia est¨¢n la escasez de conejos, los atropellos, la caza furtiva, la hibridaci¨®n con gatos dom¨¦sticos e incluso la reintroducci¨®n del lince, que desplaza o mata a los gatos salvajes al considerarlos competencia, indica el bi¨®logo y personal investigador de la Universidad de Granada Jos¨¦ Mar¨ªa Gil.
El gran problema es la falta de estudios cient¨ªficos completos sobre la especie: ni se conoce su situaci¨®n demogr¨¢fica real, ni lo que est¨¢ ocurriendo con certeza. Sin esos datos, no existe una base para catalogar al depredador como amenazado, lo que obligar¨ªa a la Administraci¨®n p¨²blica a adoptar medidas de conservaci¨®n concretas. La Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN) incluye al gato mont¨¦s europeo dentro de su Lista Roja en la categor¨ªa de ¡°menor preocupaci¨®n¡±, pero en una de sus ¨²ltimas actualizaciones advierte sobre esas lagunas de conocimiento, la gran fragmentaci¨®n que existe en las poblaciones y la mala situaci¨®n de la especie en el ¨¢rea mediterr¨¢nea de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
En Espa?a se considera de inter¨¦s especial, ¡°es decir, no se puede matar, pero tiene la misma protecci¨®n que una golondrina y, sin desmerecer a ninguna especie, deber¨ªa estar catalogado en alguna categor¨ªa de amenaza (vulnerable o en peligro) en el ¨¢rea mediterr¨¢nea [la mayor parte de Espa?a, excepto la franja norte]¡±, indica el investigador Gil, experto en estos animales. Los datos globales m¨¢s actualizados que existen parten de un sondeo en el que participa Gil, que se puso en marcha hace cinco a?os y que acaba de finalizar. Todav¨ªa est¨¢n analizando la informaci¨®n recopilada en 170 puntos de 2.000 hect¨¢reas cada uno, pero ya pueden afirmar que ¡°si se traza una diagonal en un mapa desde Galicia a Almer¨ªa, la poblaci¨®n que queda por debajo de esa l¨ªnea est¨¢ extinta o muy mal¡±, apunta.
La iniciativa, coordinada por Emilio Virg¨®s, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y experto en carn¨ªvoros, surgi¨® cuando los investigadores espa?oles y portugueses comenzaron a detectar la ca¨ªda de poblaci¨®n y decidieron unir fuerzas. ¡°Ha salido adelante gracias a la participaci¨®n de los voluntarios¡±, remarca Virg¨®s en referencia a la falta de ayuda de la mayor parte de la Administraci¨®n p¨²blica. El muestreo realizado es como una fotograf¨ªa, ¡°de donde se puede sacar un patr¨®n, pero hay que continuar, estudiar m¨¢s ¨¢reas y llevar a cabo un seguimiento. Si dejas pasar 30 a?os igual no quedan gatos y el esfuerzo de reintroducci¨®n de una especie es tremendo y puede no funcionar¡±, a?ade.
Estudios puntuales
Existen otros estudios, pero son puntuales y de zonas concretas. En 2021, cient¨ªficos del Instituto de Investigaci¨®n de Recursos Cineg¨¦ticos (IREC-CSIC), liderados por Pablo Ferreras, y de la Universidad de M¨¢laga y del CIBIO-Universidad de Oporto estimaron la densidad media poblacional del gato mont¨¦s en el Parque Nacional de Caba?eros, ubicado en Ciudad Real y Toledo. Los valores que recogieron se encontraban entre los m¨¢s bajos descritos para la especie en Europa. ¡°A pesar de tratarse de un espacio con la m¨¢xima protecci¨®n¡±, recalca Ferreras. Probablemente, detr¨¢s de esa ca¨ªda se encuentre la falta de conejos ¨Del alimento preferido de los linces del ¨¢rea mediterr¨¢nea¨D debido a enfermedades como la hemorr¨¢gica, una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta ¨²nicamente a los conejos dom¨¦sticos y silvestres. La dieta de los ejemplares que viven en zonas m¨¢s boscosas se compone sobre todo de micromam¨ªferos como ratones, ratas, topillos¡
Otra investigaci¨®n liderada por el bombero forestal Francisco G¨®mez Chicano ha confirmado que el felino ya no campa por tierras gaditanas. Durante los cinco a?os que dur¨® el estudio (2018-2023) desarrollado en los parques naturales de Los Alcornocales y Sierra de Grazalema no consiguieron encontrar huella del felino. Obtuvieron 5.184 registros por fototrampeo de diferentes especies, pero ninguno fue de gato mont¨¦s. La Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana del CSIC tambi¨¦n est¨¢ desarrollando un proyecto en la comarca de la Monta?a Palentina con el objetivo de estudiar la ecolog¨ªa y el estado de conservaci¨®n del felino, que est¨¢ previsto que concluya en 2028.
En cambio, en Catalu?a, donde no hay lince y el gato mont¨¦s es el ¨²nico felino salvaje existente, sus poblaciones son saludables. ¡°La informaci¨®n que hemos recopilado apunta a que no est¨¢ en peligro¡±, responde Eric Serratosa, t¨¦cnico del Grupo de Recerca en Carn¨ªvors de Catalunya (FELIS-ICHN). Desde 2020 recogen informaci¨®n de una forma estandarizada, con la ayuda de voluntarios y la participaci¨®n de la Generalitat. Tienen instaladas 400 c¨¢maras de fototrampeo y llevan a cabo, adem¨¢s, an¨¢lisis gen¨¦ticos de los excrementos en las dos ¨¢reas en las que vive el gato: una se encuentra en los Pirineos y el Prepirineo, que es bastante continua, y la otra al sur de Catalu?a, en el l¨ªmite con Arag¨®n, que parece desconectada de la de los Pirineos y m¨¢s vinculada con las poblaciones de Arag¨®n, las del Maestrazgo.
En este tiempo han diferenciado gen¨¦ticamente a 112 individuos, de los que nueve presentaban ¡°una ligera hibridaci¨®n con el gato dom¨¦stico y cinco eran h¨ªbridos de primera generaci¨®n¡±. La mezcla de ejemplares salvajes con dom¨¦sticos no parece encontrarse en el origen del declive en otros lugares de Espa?a, pero es un gran peligro. En Escocia, este cruce gen¨¦tico ha llevado a casi la total desaparici¨®n del gato salvaje.
Los expertos consideran que la especie no se puede perder, no solo porque est¨¢ amenazada, sino por ser un animal muy peculiar de Europa ¨Ddonde viven tres felinos salvajes: dos especies de linces, el ib¨¦rico y el boreal, y el gato mont¨¦s¨D. Hasta hace poco tiempo se consideraba que el gato mont¨¦s europeo formaba parte de un conjunto en el que se encontraban tambi¨¦n el gato africano y el asi¨¢tico, pero se ha comprobado que son tres especies diferentes.
¡°El gato mont¨¦s no deja de ser un ejemplo de la mala gesti¨®n de la fauna en el pa¨ªs, una especie que desaparece y nadie se da cuenta. Y este felino tiene la suerte de que hay unas pocas personas a las que nos gusta, pero imag¨ªnate la de peque?a fauna que se est¨¢ perdiendo¡±, advierte Gil. Pero a pesar del oscuro escenario, el cient¨ªfico considera que se puede remontar con pol¨ªticas adecuadas, ¡°porque los gatos m¨¢s amenazados, los mediterr¨¢neos, todav¨ªa conservan alg¨²n reducto en zonas monta?osas como Sierra Morena oriental, la cordillera B¨¦tica, el sistema Ib¨¦rico, cordilleras levantinas y el sistema Central oriental¡±.
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