La decisi¨®n de aplazar la ley contra la deforestaci¨®n genera inquietud por el retroceso de la agenda verde en la UE
Las presiones de la extrema derecha y los populismos contra las medidas clim¨¢ticas y un paisaje pol¨ªtico m¨¢s conservador ponen en dificultades la ambici¨®n ambiental
Cuando la Comisi¨®n Europea de Ursula von der Leyen ech¨® a andar hace cinco a?os, el llamado Pacto Verde y las pol¨ªticas para combatir la crisis clim¨¢tica eran una prioridad total. La UE se puso a la vanguardia de la agenda ambiental. Ahora, cuando un nuevo Ejecutivo comunitario se prepara para tomar su puesto, con nuevos comisarios y nuevas estructuras, aunque con la alemana Von der Leyen de nuevo como presidenta, las se?ales de que esos temas ya no son una prioridad total preocupan a ambientalistas, legisladores y especialistas. La propuesta esta semana de aplazar un a?o la ley pionera contra la deforestaci¨®n mundial tras enormes presiones de dentro y fuera del club comunitario, sobre todo de los sectores conservadores, es una de esas se?ales.
La decisi¨®n de retrasar el reglamento contra deforestaci¨®n, que busca cerrar el mercado europeo a productos como la madera, el caf¨¦ o el cacao que procedan de tierras deforestadas o contribuyan a deforestar la Amazonia y otros valiosos bosques, a¨²n necesita el visto bueno de los Estados miembros y del Parlamento Europeo. Pero ya se da por hecha. La medida se une a otras que ponen en duda la credibilidad de la Uni¨®n Europea con sus compromisos clim¨¢ticos, se lamenta una alta fuente comunitaria. Como la reducci¨®n de la protecci¨®n del lobo, una medida que los defensores medioambientales advierten sienta un precedente hacia otras especies en peligro; la diluci¨®n de la ley de biodiversidad, que recibi¨® la luz verde por los pelos; que se haya aparcado la ley de reducci¨®n de pesticidas; o la flexibilizaci¨®n de los requisitos ambientales de la PAC, tras las protestas del campo en varios pa¨ªses, que asustaron a la Uni¨®n en los meses anteriores a las elecciones europeas. Sin olvidar el cambio de lenguaje: la Comisi¨®n ya no habla de ¡°transici¨®n verde¡± sino de ¡°transici¨®n limpia¡±.
Von der Leyen, a quien en sus inicios al frente del Ejecutivo comunitario, cuando lleg¨® como una desconocida, algunos vieron como una evangelista clim¨¢tica, ha insistido en que no habr¨¢ retroceso en las pol¨ªticas ambientales. De hecho, ha nombrado como primera vicepresidenta ejecutiva de Transici¨®n Limpia, Justa y Competitiva ¡ªel segundo puesto con m¨¢s poder del Ejecutivo comunitario¡ª a la espa?ola Teresa Ribera, ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, contrapeso socialista y una de las voces verdes m¨¢s reconocidas de la pol¨ªtica clim¨¢tica europea. Sin embargo, el foco principal de la nueva Comisi¨®n ha cambiado del Pacto Verde a la pol¨ªtica de competitividad y a c¨®mo lograr que la industria de la UE compita con Estados Unidos y China y no se quede atr¨¢s; eso s¨ª, con una transici¨®n ¡°limpia y justa¡±.
De ah¨ª, la inquietud por la decisi¨®n de aplazar un a?o la ley contra la deforestaci¨®n mundial, que fue, adem¨¢s, aprobada por una inmensa mayor¨ªa de los Estados miembros y la Euroc¨¢mara en 2023 y que deb¨ªa entrar en vigor el pr¨®ximo mes de diciembre. ¡°Es un verdadero rev¨¦s y una medida muy preocupante de Von der Leyen¡±, insiste Ana?s Berthie, de ClientEarth, una organizaci¨®n de abogados que pleitean en 60 pa¨ªses contra empresas y gobiernos para que rindan cuentas de sus compromisos medioambientales. ¡°Tambi¨¦n demuestra que la presidenta no resiste la presi¨®n de una parte de la industria, de ciertos Estados miembros y de su propio partido pol¨ªtico para dar marcha atr¨¢s en los compromisos asumidos¡±, critica la experta.
La Comisi¨®n asegura que el aplazamiento de la ley contra la deforestaci¨®n es una soluci¨®n ¡°equilibrada¡± y muestra el compromiso con que la regulaci¨®n funcione y que los 12 meses de margen servir¨¢n para garantizar su aplicaci¨®n. Varios lobbies productores, as¨ª como pa¨ªses como Brasil, Nigeria, M¨¦xico o Indonesia, hab¨ªan reclamado a la UE que retrasase y retocase la norma, que aseguraban que no ten¨ªa en cuenta las legislaciones nacionales y que, adem¨¢s, perjudicaba a los peque?os productores. A esas voces se unieron tambi¨¦n las de EE UU, Australia y la de varios Estados miembros, como Alemania. Este verano, el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, que gobierna en coalici¨®n con los Verdes, pidi¨® a Von der Leyen un aplazamiento.
La eurodiputada de los Socialistas y Dem¨®cratas (S&D) Kathleen van Brempt remarca que el retraso crea un entorno ¡°desleal¡± para las empresas que se hab¨ªan esforzado en cumplir. ¡°El problema no es solo la se?al que env¨ªa ese retraso, que es admitir que se han hecho las cosas mal y ahora hay que corregirlas, sino tambi¨¦n que se abre un margen para retocarla, para diluirla¡±, advierte una fuente europea, involucrada en los temas verdes en las instituciones de la UE. ¡°?Habr¨¢ m¨¢s retrocesos?¡±, se pregunta la fuente.
Equilibrio delicado
El nuevo Ejecutivo comunitario, que ahora debe recibir la aprobaci¨®n del Parlamento Europeo tras varias audiencias de examen a sus comisarios, y que se espera que empiece el 1 de diciembre, tiene varias carteras ambientales. La de Ribera es la principal, pero tambi¨¦n el vicepresidente para Prosperidad y Estrategia Industrial, St¨¦phane Sejourn¨¦, tiene una parte. Y hay otras, como la de Clima o la de Medio Ambiente, Resiliencia H¨ªdrica y Econom¨ªa Circular. Algunas fuentes europeas creen que dividir el trabajo diluye el efecto, pero otros aseguran que es una muestra de que la transici¨®n verde ocupa un puesto destacado en la nueva estructura. Esa es la opini¨®n del eurodiputado liberal franc¨¦s Pascal Canfin. ¡°Demuestra que ahora estamos en la siguiente fase del Pacto Verde: el despliegue de una econom¨ªa limpia¡±. Y asevera: ¡°El Pacto Verde sigue vivo¡±.
Sin embargo, una de las variables clave sobre el recorrido de la agenda verde es que el paisaje y el ecosistema pol¨ªtico europeo han cambiado. En el Parlamento Europeo hay una presencia mucho m¨¢s amplia de la ultraderecha ¡ªdonde algunos partidos hablan de la ¡°locura del clima¡±¡ª y de una derecha tradicional, la del Partido Popular Europeo (PPE), cada vez m¨¢s escorada hacia ese extremo y que est¨¢ tendiendo a aliarse con los ultras, que tambi¨¦n ha puesto el foco en la agenda verde y asegura que se han hecho demasiadas cosas demasiado r¨¢pido y que el precio es demasiado caro. Eso, unido a una Comisi¨®n m¨¢s conservadora y, sobre todo, a un Consejo Europeo con m¨¢s presencia de gobiernos de derecha y de extrema derecha, proporcionan una perspectiva menos propicia para la ambici¨®n ambiental en los pr¨®ximos cinco a?os.
Todo, en un caldo de cultivo con dos guerras, la de Rusia contra Ucrania y la de Israel en Gaza y L¨ªbano, el aumento del coste de la vida y, a esa luz, el incremento tambi¨¦n de los populismos que culpan de todo a la agenda verde o, incluso, a la Agenda 2030 de los objetivos de desarrollo de la ONU. La Comisi¨®n Europea estima que se necesita una inversi¨®n adicional de 620.000 millones de euros anuales hasta 2030 (un 3,7% del PIB de la UE), para lograr los objetivos clim¨¢ticos. Mientras, los da?os provocados por inundaciones, sequ¨ªas, incendios, olas de calor o enfermedades relacionadas con el calentamiento global provocar¨¢n, seg¨²n el Ejecutivo comunitario, una ca¨ªda de al menos el 7% del PIB de la UE hasta finales de siglo.
¡°Existe un gran riesgo de que veamos una reducci¨®n de las condiciones en todo lo relacionado con la transici¨®n verde¡±, insiste P?r Holmgren, meteor¨®logo y eurodiputado sueco de Los Verdes, la familia pol¨ªtica que, aunque ha perdido peso esta legislatura, fue clave precisamente para la reelecci¨®n de la conservadora alemana para un segundo mandato. ¡°Ahora tenemos un Parlamento mucho, mucho m¨¢s conservador, mucho m¨¢s populista y nacionalista. Y sabemos que los grupos de extrema derecha ahora tienen mucho m¨¢s poder que durante el ¨²ltimo per¨ªodo de mandato, por lo general, intentan oponerse a todo lo que parezca limpio, sea limpio o cualquier cosa que venga de nosotros que sea verde¡±, a?ade.
Ninguno de los eurodiputados o especialistas consultados quiere aventurar qu¨¦ otras leyes que, como la de deforestaci¨®n ya se daban por garantizadas, pueden caer, aplazarse o diluirse. Pero ahora se juega otra gran pelea: aumentan las presiones para que se revise la norma que, a partir de 2035, prohibir¨¢ la venta de veh¨ªculos de combusti¨®n en la UE.
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