La revista 'El V¨ªbora' cierra en diciembre 25 a?os de agitaci¨®n social y humor mordaz

La mordaz revista de c¨®mics El V¨ªbora cumple en diciembre 25 a?os, sus primeros y sus ¨²ltimos, pues ese mismo mes saldr¨¢ a los quioscos el ¨²ltimo ejemplar de una publicaci¨®n que una vez fue punta de lanza de una forma muy particular de interpretar la realidad, y que ahora se ha quedado sola, muy sola.

Hasta 40.000 lectores mensuales lleg¨® a tener esta revista, publicada por Ediciones La C¨²pula. Corr¨ªan los locos a?os 80, los tiempos de la movida madrile?a, y El V¨ªbora era el hermano adelantado de una veintena de publicaciones similares. "Ahora s¨®lo quedamos nosotros", se ha lamentado su editor, Josep Maria Berenguer. La revista "ha sufrido en los ¨²ltimos dos a?os una bajada de lectores" que ha abierto un boquete en su l¨ªnea de flotaci¨®n econ¨®mica.

Esta huida paulatina, que seg¨²n Berenguer "tambi¨¦n se ha producido en [publicaciones similares de] Francia, Italia y Alemania", ha dejado reducida la n¨®mina de lectores a tan s¨®lo 6.000. El pasado mes de marzo, la editorial hizo un llamamiento desesperado para sumar lectores y evitar el cierre; "sirvi¨® temporalmente", pero la "alarma roja no se mantuvo", de forma que el cierre de diciembre es, seg¨²n el editor, "definitivo".

"El gusto por el c¨®mic ha cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os y el impacto y sorpresa que produc¨ªa en el lector en aquel entonces, se est¨¢ perdiendo. [Ahora] el p¨²blico tiende m¨¢s a las novelas gr¨¢ficas, que s¨ª funcionan bien", ha resaltado Berenguer, que ha hecho notar tambi¨¦n el ¨¦xito del c¨®mic japon¨¦s denominado manga.

M¨¢s que un c¨®mic, El V¨ªbora ha sido una "cr¨®nica social de la sociedad a trav¨¦s de la ficci¨®n, un reflejo del pensamiento de los j¨®venes", am¨¦n de una puerta de entrada para autores nuevos que dif¨ªcilmente se hubieran podido dar a conocer "sin la existencia de revistas de c¨®mics", seg¨²n Berenguer. Ser¨¢n estos dibujantes y la n¨®mina de colaboradores habituales los que ilustren un ¨²ltimo n¨²mero que Berenguer quiere convertir en "una despedida alegre", con fiesta incluida.