El 'biopic' del l¨ªder de Joy Division entusiasma a la cr¨ªtica en Cannes

Ian Curtis ten¨ªa 23 a?os cuando se suicid¨® en su casa de Manchester, el 18 de mayo de 1980. Su banda, Joy Division, s¨®lo hab¨ªa editado un disco, Unknown Pleasures, pero su sonido oscuro y sus letras pesimistas ya les proyectaban como uno de los grupos punteros del bullicioso Manchester de finales de los 70. Entre su legado brillan joyas como Transmission, Atmosphere y, sobre todo, Love will tear us apart , una bella balada. Al parecer, la epilepsia, el fracaso de su matrimonio y la depresi¨®n fueron demasiado para el joven Curtis.

El fot¨®grafo holand¨¦s Anton Corbijn vivi¨® aquellos a?os en Manchester y fotograf¨ª¨® a Curtis junto al resto de la banda (Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris) en varias ocasiones. Casi 30 a?os despu¨¦s de que el post-punk conmocionara Manchester, Corbijn, famoso por sus retratos de U2, Depeche Mode y Coldplay, entre otros, ha rodado la vida de Curtis en Control, un biopic de dos horas en blanco y negro, que se ha presentado este jueves en la 60 edici¨®n del Festival de Cine de Cannes, fuera de competici¨®n, y que ha entusiasmado a la cr¨ªtica.

La mayor sorpresa de la cinta, seg¨²n la prensa especializada, ha sido la interpretaci¨®n del desconocido Sam Riley, de 27 a?os, que exhibe un sorprendente parecido con Curtis y que ha conseguido transmutarse en el enigm¨¢tico l¨ªder de Joy Division. "Sam Riley ofrece una actuaci¨®n soberbia como Ian Curtis, y recrea intuitivamente sus gestos en escena", se?ala el cr¨ªtico del diario brit¨¢nico The Guardian Peter Bradshaw. Curtis cantaba impostando una voz profunda, con la boca pegada al micr¨®fono y a menudo bailaba como sacudido por espasmos el¨¦ctricos. Su imagen se convirti¨® pronto en una de las se?as de identidad de la banda.

"Riley, que tambi¨¦n ha sido cantante en un grupo, posee el carisma intenso para ser el l¨ªder de una banda de rock. Mantiene el tipo junto a Morton, mayor y con m¨¢s experiencia, especialmente cuando el papel requiere que la mayor parte del conflicto emocional sea interno", se?ala Stephen Dalton en Times Online.

La actriz Samantha Morton (Minority Report), la ¨²nica estrella del largometraje, da vida a la mujer de Curtis, Deborah (cuyas memorias, Touching from a distance, han servido de punto de partida al film) y Alexandra Maria Lara encarna a la amante del vocalista, la periodista belga Annik Honor¨¦.

Completan la historia, adem¨¢s de los compa?eros de la banda, el ir¨®nico manager Rob Gretton, el productor prodigioso Martin Hannett, y el periodista Tony Wilson, impulsor del sello Factory Records y de la m¨ªtica sala The Ha?ienda. El propio Wilson es el protagonista del falso documental 24 Hour Party People, de Michael Winterbottom, que recrea la efervescencia musical del Manchester de los 80 y en el que se menciona la muerte de Curtis.

La biograf¨ªa Torn Apart, publicada el a?o pasado por los periodistas Mick Middles y Lindsay Reade, sugiere que la medicaci¨®n para la epilepsia, la sensaci¨®n de haber fracasado como marido y como padre (acababa de tener una ni?a con Deborah) y la depresi¨®n pudieron empujar a Curtis al suicidio.

"Una experiencia inc¨®moda"

"Riley ve a Curtis no como un melanc¨®lico obsesivo y autodestructivo sino como un rom¨¢ntico wordsworthiano frustrado que amaba a dos mujeres por igual, y que simult¨¢neamente deseaba y tem¨ªa perder el control: una v¨ªa de escape hacia la m¨²sica y una v¨ªa de escape de su cuerpo", ha resumido Bradshaw.

Riley es ex miembro del grupo Ten Thousand Things y ha preparado el personaje visionando im¨¢genes de las actuaciones de Curtis e incluso visitando la National Society for Epilepsy para estudiar los efectos de le epilepsia. "He pasado mucho tiempo ante el espejo ensayando movimientos de baile", ha revelado Riley.

Los tres compa?eros de Curtis en Joy Division, que luego se reconvirtieron en New Order, una de las formaciones m¨¢s influyentes de la m¨²sica dance de los ochenta, asistieron a Cannes para apoyar la proyecci¨®n de la cinta, entre rumores de que se van a separar definitivamente. "New Order pocas veces de ponen de acuerdo en algo, pero todos est¨¢n de acuerdo en que les ha encantado el film", ha se?alado el director en The Guardian.

El ex baterista de la banda, Stephen Morris, asisti¨® a la premiere el jueves y ha reconocido a Reuters que visionar la historia del grupo ha sido una experiencia inc¨®moda. "Al verla anoche por segunda vez, pero junto a mucha gente, era como ver tu juventud expuesta ante el p¨²blico; me dio escalofr¨ªos, fue como si te diseccionaran".

Morris ha explicado lo que sinti¨® cuando se enter¨® de que Curtis se hab¨ªa ahorcado: "Supongo que fue una conmoci¨®n pero no lo recuerdo as¨ª; fue s¨®lo ira, la ira de que [Curtis] pudiese ser tan est¨²pido". "Lo que sucede cuando alguien se suicida es que deja muchas preguntas sin responder a la gente que queda atr¨¢s", ha a?adido.

Corbijn ha llevado a cabo el rodaje como una obsesi¨®n personal y ha financiado parte de la cinta con su propio bolsillo. Los cuatro millones de euros que ha costado los han pagado entre el propio fot¨®grafo, capital privado y Warner Music, seg¨²n los productores. "Ha sido duro", ha explicado Corbijn a The Guardian, "pero era mi primera pel¨ªcula y eso a veces da miedo a la gente. Pero es una historia muy inglesa, y parec¨ªa apropiado conseguir financiaci¨®n de Inglaterra".

Tras la muerte de Curtis, la banda public¨® Closer y, m¨¢s tarde, el recopilatorio Substance. Fueron poco m¨¢s de dos a?os de vida, pero Joy Division dej¨® temas duraderos, como Transmission, She's lost control, Atmosphere, These days y, sobre todo, Love will tear us apart. Su legado influy¨® a numerosas bandas, desde U2 a The Killers y Franz Ferdinand.