Batas de cola y danza contempor¨¢nea

Son tres mujeres, tres generaciones y tres maneras de entender el baile flamenco. As¨ª se presentaba anoche el espect¨¢culo Mujeres en el Gran Teatro de C¨®rdoba, dentro del Festival de la Guitarra que se desarrolla en la ciudad. Y as¨ª se desarroll¨®. Bajo la direcci¨®n de Mario Maya, sentado en el patio de butacas, una atemporal Merche Esmeralda (Sevilla, 1947), ofreci¨® un baile pausado y elegante, Bel¨¦n Maya (Nueva York, 1966) se mostr¨® m¨¢s innovadora, buscando en los l¨ªmites de la danza contempor¨¢nea y el flamenco, y la joven Roc¨ªo Molina (M¨¢laga, 1984), que puso el toque de pasi¨®n y jondura con su baile por seguiriyas y que destac¨® sobre sus compa?eras.

Y sin embargo, la mayor ovaci¨®n de un teatro casi completo de p¨²blico se la llev¨® la cantante Diana Navarro, que actu¨® como colaboradora no cantando para el baile, sino con sus propias piezas intercaladas en el espect¨¢culo. Una saeta primero, en la que no hubo excesivo rajo, pero en la que la int¨¦rprete malague?a mostr¨® su gran capacidad para el trino y un tema propio, Deja de volverme loca en el que la veterana Esmeralda puso unos pasos de acompa?amiento libre, m¨¢s expresivos que flamencos.

El montaje, que Merche Esmeralda bail¨® por primera vez en 1996 y que desde entonces ha sufrido m¨²ltiples variaciones, recibi¨® el premio del Festival Flamenco de Jerez 2008 y ha pisado otros escenarios este mismo a?o antes de recalar en C¨®rdoba, como el Festival de Estados Unidos o el de Caja Madrid. El rodaje se siente en la comunicaci¨®n entre las bailaoras, en el buen hacer sobre las tablas.

Una grana¨ªna con jabera y unos caracoles fueron los palos que las tres artistas interpretaron juntas, cada una poniendo su toque personal, pero perfectamente complementadas. Un baile templado, con momentos de m¨¢s color, con un braceo vistoso, mostraron las tres generaciones del baile femenino. En los caracoles, adem¨¢s, las tres bailaoras mostraron su destreza con elementos tradicionales de este arte: Maya con un abanico, Molina con las casta?uelas y Esmeralda con un mant¨®n que parec¨ªa l¨ªquido en sus manos. No faltaron tampoco las batas de cola, que las tres demostraron anoche saber mover con maestr¨ªa.

Un paso a dos mostr¨® la cara m¨¢s contempor¨¢nea de dos artistas que adem¨¢s de su formaci¨®n flamenca han bebido de otros estilos de baile, como son Molina y Maya. Y de forma intercalada, cada una de las tres mostr¨® su buen saber hacer en el baile. Destacaron las seguiriyas de Roc¨ªo Molina, que hoy ocupa el espacio en este montaje que antes fue de otra joven ya consagrada, Sara Baras. Molina ofreci¨® un baile limpio pero cargado de sentimiento, con nervio, con un braceo vistoso y un zapateado preciso y en¨¦rgico que provoc¨® la ovaci¨®n del p¨²blico.

El broche, por buler¨ªas, supuso un fin de fiesta que termin¨® de llenar de color el Gran Teatro de C¨®rdoba.