Espacios para olvidar, espacios para recordar
Antoni Muntadas expone en Madrid su exploraci¨®n fotogr¨¢fica de la relaci¨®n entre lugares y memoria
Hay espacios de tr¨¢nsito que dif¨ªcilmente se retienen en la memoria. La entrada de una universidad, una sala de museo, una sala de aeropuerto, un centro comercial... Hay otros que, en un momento de la historia, saltan a las primeras planas hasta hacerse familiares. Pero incluso a ¨¦stos el tiempo los acaba borrando de connotaciones. A veces los coloca en el m¨¢s completo olvido. ?Acaso algo recuerda en Washington la calle en la que los agentes de Pinochet asesinaron al pol¨ªtico Orlando Letelier? Antoni Muntadas (Barcelona, 1942) explora la relaci¨®n entre los lugares y la memoria en los dos trabajos fotogr¨¢ficos que se exponen hasta el pr¨®ximo 16 de mayo en la galer¨ªa La F¨¢brica de Madrid.
Situaciones, una serie de 23 fotograf¨ªas, remite a ese universo de espacios de paso que escapan a la capacidad retentiva de la memoria cotidiana. Son espacios anodinos, salas de embarque, vest¨ªbulos, pasarelas... esos escenarios "estandarizados o gen¨¦ricos en los que los individuos se convierten en an¨®nimos, en los que lo que predomina es el espacio y una agenda de movimiento", explicaba el artista en v¨ªsperas de la inauguraci¨®n de la muestra, el pasado 20 de marzo. En medio de ese trasiego se producen, sin embargo, "situaciones intrigantes" que discurren a modo de story-board, como si fueran los planos de una narraci¨®n, y que Muntadas capta como queriendo hacer notar que, s¨ª, que detr¨¢s de ese aparente anonimato hay historias. Hay vidas.
Muntadas, afincado desde 1971 en Nueva York, se ha movido siempre en el espacio de intersecci¨®n entre las ciencias sociales, los sistemas de comunicaci¨®n y el arte. Sus proyectos se desarrollan en fotograf¨ªa, v¨ªdeo, Internet o instalaciones multimedia. Seg¨²n. "No pretendo ser inclasificable, pero creo que mis trabajos tienen m¨¢s que ver con el contenido que con el medio que utilizo en cada caso. Yo empiezo un proyecto sin saber qu¨¦ medio voy a usar", precisa. A veces sus trabajos se prolongan durante d¨¦cadas. Lleva, por ejemplo, casi treinta a?os investigando la relaci¨®n entre los espacios y la memoria hist¨®rica en su proyecto Media Sites / Media Monuments, que naci¨® en la capital estadounidense en 1981. El artista busc¨® im¨¢genes de archivo que hubieran plasmado momentos memorables. Luego volvi¨® a esos mismos lugares para fotografiarlos, a?os despu¨¦s.
Monumentos al silencio
As¨ª encontr¨® un documento gr¨¢fico sobre las manifestaciones a favor de los derechos civiles en los a?os sesenta, o una concentraci¨®n de nativos americanos a las puertas de la Casa Blanca. Tambi¨¦n la imagen en la que aparece destrozado por la deflagraci¨®n de una bomba el autom¨®vil en el que viajaba Letelier. Son momentos en blanco y negro que Muntadas acompa?a de sus fotos en color, en las que esos mismos escenarios aparecen "normalizados", desprovistos de toda carga emotiva. "Quedan espacios vac¨ªos que son como monumentos al silencio", explica el artista. "Los medios de comunicaci¨®n crean un ruido que desaparece con el tiempo, como si no hubiera pasado nada".
En 1998 repiti¨® el mismo planteamiento en Budapest. En este caso, Muntadas sigui¨® el rastro del pasado comunista de un pa¨ªs que apenas una d¨¦cada antes a¨²n formaba parte de la constelaci¨®n sovi¨¦tica. As¨ª, comprob¨® c¨®mo la estrella roja dibujada con flores en el jard¨ªn de una plaza hab¨ªa sido sustituida por una inocente margarita. O el vac¨ªo que dej¨® una estatua de Lenin en un parque. O los orificios de bala que quedaron en un muro usado para fusilamientos.
Pero Washington y Budapest fueron m¨¢s bien trabajos preparatorios para el proyecto que desarroll¨® en Buenos Aires en 2007. "Me interesa especialmente Argentina porque creo que, con Alemania, es uno de los pa¨ªses en los que la memoria est¨¢ m¨¢s presente", se?ala. Muntadas escarb¨® en los archivos fotogr¨¢ficos para recuperar im¨¢genes del siniestro pasado reciente argentino. Como el momento en el que el dictador Videla celebra un gol durante los Mundiales de 1976. Contemplarla al lado de una imagen actual de las gradas vac¨ªas provoca el escalofr¨ªo sin necesidad de mayor explicaci¨®n. O las de la infame Escuela de Mec¨¢nica de la Armada, el mayor centro de detenci¨®n durante el r¨¦gimen militar, hoy reconvertido en "Espacio para la Memoria y para la Promoci¨®n y Defensa de los Derechos Humanos".
Pero tambi¨¦n la historia m¨¢s reciente ha proporcionado material para este proyecto. Por ejemplo, en 2002 dos manifestantes fueron asesinados por la polic¨ªa en la estaci¨®n ferroviaria de Avellaneda. Y en 2004, 194 personas murieron en un incendio en la discoteca Rep¨²blica Croma?¨®n, cuyos propietarios hab¨ªan pasado por alto las normas de seguridad.
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