Pep¨ªn le Passeur
Passeur es el que media: entre culturas, categor¨ªas, gentes e ideas; no es s¨®lo el mediador en el sentido estrictamente medi¨¢tico -el que media entre las instancias institucionales y el p¨²blico-, sino algo m¨¢s, el que tiene ese "don de gente" que poco tiene que ver con la mundolog¨ªa y s¨ª con la ciencia, con saber d¨®nde est¨¢ el que puede aportar un punto de vista renovador, una metodolog¨ªa audaz, para ponerlo en relaci¨®n con otros que pertenecen a otros campos, al margen de las categorizaciones acad¨¦micas, de las rivalidades personales y sin amago de ambici¨®n.
Pep¨ªn era todo eso y m¨¢s: una facilidad para pasar de un idioma a otro, saltar de avi¨®n en avi¨®n, de seminario en simposio, viajar por las corrientes metodol¨®gicas, unir sociolog¨ªa con ciencias del lenguaje, ciencia del conocimiento con praxis pol¨ªtica, disquisiciones te¨®ricas con an¨¢lisis de la realidad. Era un formidable descriptor de lo contempor¨¢neo y de ello dej¨® constancia en sus cr¨®nicas de EL PA?S.
Formaci¨®n humanista, cultura ecl¨¦ctica -en el mejor sentido de la palabra-, y ante que nada una enorme curiosidad hacia lo humano. "Comunic¨®logo" firmaba a menudo, con esta peculiar reivindicaci¨®n de una ciencia joven que est¨¢ en el cruce de muchas, ¨¦l que era soci¨®logo por pertenecer al gremio, pero fil¨®sofo y jurista de formaci¨®n y universal de vocaci¨®n. Curioso lo era incluso con corrientes que le chirriaban (las teor¨ªas del simulacro de Baudrillard que fue sin embargo el primero en invitar a Espa?a en 1978) o cuya fundamentaci¨®n te¨®rica le parec¨ªa insuficiente como la semi¨®tica (pero estableci¨® m¨¢s de un puente entre sociolog¨ªa y an¨¢lisis estructural).
?Qu¨¦ gran comunicador de ideas era! Sab¨ªa confrontar de manera productiva conceptos venidos de perspectivas a veces re?idas, gastados por las rutinas intelectuales, separados por las distancias acad¨¦micas, por el temor a enfrentarse con el reto de una realidad -la del mundo de hoy- en el que muchos planteamientos se han quedado obsoletos y los grandes sistemas interpretativos, los dogmas de toda clase ya no son operativos.
Libertad de planteamiento, independencia intelectual e ideol¨®gica con el tiempo le han servido. ?Cu¨¢nto nos ha ense?ado a los que le hemos seguido, no nos hemos resistido a sus llamadas intempestivas a participar en lo que cre¨ªamos que iba a ser el ¨²ltimo encuentro, las definitivas jornadas, un libro m¨¢s pero no cualquiera! Lo que algunos ve¨ªan como dispersi¨®n era incitaci¨®n a lo que llamaba la resistencia cr¨ªtica, el explorar las "¨²ltimas playas", las de una utop¨ªa posible, dentro de un pensamiento de la diversidad. En su habitaci¨®n del Hospital La Salp¨¦tri¨¨re de Par¨ªs segu¨ªa llegando la prensa del d¨ªa y las galeradas de uno de los seis libros que estaba editando...
G¨¦rard Imbert es catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual y ha colaborado en varias ocasiones con Jos¨¦ Vidal-Beneyto desde 1980.
Babelia
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