Claves para entender el libro digital en Espa?a
El retraso en el lanzamiento de un cat¨¢logo amplio de novedades y superventas virtuales y la escasa demanda demoran la celebraci¨®n del D¨ªa del libro electr¨®nico
M¨¢s de 2.000 p¨¢ginas, las que suman la trilog¨ªa del escritor y periodista sueco Stieg Larsson, en apenas 200 gramos. El pack de Millenium (Columna), que el a?o pasado arrasaba por estas fechas, sali¨® ayer a la venta en edici¨®n digital en Espa?a, en catal¨¢n y de la mano de Leqtor.com, para celebrar Sant Jordi. Es quiz¨¢ uno de los best-sellers m¨¢s esperados en los escaparates de Internet. Para poder descargarlo en castellano habr¨¢ que esperar, porque la editorial responsable de su publicaci¨®n, Destino, de Planeta (uno de los colosos editoriales en Espa?a) est¨¢ preparando junto a Random House/Mondadori y Santillana el lanzamiento conjunto de sus fondos. El club de las grandes -que acaparan, junto a las que se le han unido en la aventura, alrededor del 50% del mercado- pondr¨¢ en marcha una plataforma de distribuci¨®n de libros electr¨®nicos que no estar¨¢ lista hasta finales de mayo, poco despu¨¦s de que salga a la venta en Europa el archimencionado iPad de Apple.
El cat¨¢logo: 5.000 libros a la venta, a partir de junio
Hasta entonces, ni un solo libro de los cat¨¢logos de Planeta, Random o Santillana estar¨¢ disponible. Eso incluye a los superventas espa?oles m¨¢s actuales. "El horizonte es mitad de junio", explica Patxi de Ascoa, director comercial y de marketing de Random House. Ese horizonte es la salida al mercado de unos 5.000 t¨ªtulos de una tacada, cinco veces m¨¢s de la oferta digital de leqtor.com (1.000 obras de 43 editoriales), una librer¨ªa virtual que ofrece servicio de conversi¨®n a formato electr¨®nico a unos 80 editores. "Hemos querido esperar a tener una oferta amplia", explica De Ascoa.
La plataforma que planean Random, Planeta y Santillana servir¨¢ de canal de distribuci¨®n para que los libreros puedan vender sus obras y las de las editoriales que se embarquen en el proyecto. En el sector hay algo de impaciencia. "Las editoriales le est¨¢n poniendo trabas a sus clientes, las librer¨ªas", se queja Jes¨²s Otaola, representante de la Confederaci¨®n Espa?ola de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) y responsable, desde hace 42 a?os, de la librer¨ªa Prometeo, en M¨¢laga. "Hay contactos", dice, en referencia a la plataforma que le permitir¨¢ poner a la venta un buen n¨²mero de libros electr¨®nicos, "pero la palabra negociaci¨®n a¨²n no se puede usar; ahora est¨¢n empezando las relaciones".
Para Antonio Mar¨ªa ?vila, director ejecutivo de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a (FGEE), el problema no es, ni mucho menos, la oferta. "No hay demanda", dice rotundamente. "La comercializaci¨®n es un desastre", asevera, "se descargan dos o tres libros y el que m¨¢s, se ha descargado 38 veces". En eso coincide Otaola: "El libro electr¨®nico ni se ha impuesto, ni se ha expandido".
Los datos apuntan a esta hip¨®tesis. Los ingresos originados por el libro virtual se quedan en un 1,66% de la facturaci¨®n del sector (los libros comercializados en soportes distintos al papel -cd, audiolibro- rondan el 10%). La cifra es muy similar a la de otros mercados pretendidamente m¨¢s preparados como el estadounidense, donde, seg¨²n ?vila, el libro electr¨®nico ha recaudado un 2% del total de la industria editorial. ?El problema? Seg¨²n ?vila, "se ha formado un enorme barullo debido a una concurrencia de intereses", entre ellos, dice, los de los fabricantes.
Los soportes: Del beta/vhs, al kindle y el iPad
En plena revoluci¨®n digital de la industria editorial, muchas miradas est¨¢n vueltas hacia los aparatos de lectura digital. "Se ha dicho que 2008 ser¨ªa el a?o del libro digital, y no lo fue", asegura ?vila, "luego el 2009, y no lo fue. Alg¨²n a?o tendremos que acertar". Se refiere a la penetraci¨®n de los lectores que, seg¨²n Jes¨²s Otaola, "est¨¢ igual que hace 20 a?os el v¨ªdeo, la gente a¨²n no sabe si es mejor Beta o VHS".
Las cifras de venta de Kindle, el reproductor que Amazon comenz¨® a vender en Espa?a en 2009 y con el que prometi¨® revolucionar el mercado junto al lector de libros electr¨®nicos de Sony, son un misterio. Y el iPad a¨²n est¨¢ por llegar. Despu¨¦s de anunciar su salida para finales de abril, el exigente mercado estadounidense (donde ha vendido 300.000 ejemplares en su primer d¨ªa en las calles) ha obligado a aplazar la fecha hasta mediados de mayo.
La expectativa es enorme. De momento, las librer¨ªas y grandes almacenes se han apuntando a la tendencia de los lectores. Cool-er es un ejemplo. Naci¨® por iniciativa de Neil Jones, un emprendedor, que, despu¨¦s de agotar su stock del lector de Sony, decidi¨® apostar por su propio dispositivo. Es uno de los m¨¢s baratos y m¨¢s llamativos (tiene varios colores) y en Espa?a lo comercializan librer¨ªas online como leer-e.es o luarna, adem¨¢s de las tiendas especializadas.
Leqtor.com ha seguido el ejemplo y ha sacado al mercado su propio reader. Le ha puesto el mismo nombre que a la librer¨ªa, Leqtor, y ya lleva 6.000 vendidos. Tambi¨¦n ha hecho lo propio El Corte Ingl¨¦s. A trav¨¦s de su marca electr¨®nica Inves ha conseguido colar entre los aparatos m¨¢s vendidos su invesbook. Y esto, sin contar la legi¨®n de terminales telef¨®nicos, los smartphones, que permiten la descarga de aplicaciones para leer libros virtuales (el ¨²ltimo de Julia Navarro, Dime qui¨¦n soy, ya est¨¢ a la venta para m¨®viles).
Pese a la multitud de modelos, los editores y libreros tienen una cosa clara: "La lectura digital est¨¢ vinculada a un dispositivo digital, en la medida en que estos dispositivos tengan penetraci¨®n, la lectura digital ser¨¢ m¨¢s corriente", aclara Santos Palazzi, responsable de mass market de Planeta. Y para que esto ocurra, el precio de los lectores (entre los 200 y los 400 euros) debe reducirse, seg¨²n Palazzi, como ha ocurrido con otros soportes y reproductores. ?El plazo? "Creemos que esto va estar normalizado en tres a?os".
El precio: Un 30% menos en la edici¨®n; un 12% m¨¢s en impuestos
Otro punto de consenso en la industria es el descuento que la compra de un libro electr¨®nico debe suponer para el lector. "Hay que trasladar los ahorros de la edici¨®n digital", explica Palazzi, que, como el resto de la industria, cifra ese recorte en un 30% con respecto al libro original. Pero a¨²n quedan flecos sueltos. De momento el precio oscila entre los 5 y los 15 euros, para un mercado en el que no abundan ni las novedades ni los best-sellers. Incluso se venden libros gratis.
"El lector es el ¨²ltimo que tiene que sufrir la diferencia", afirma Palazzi. Es fundamental para combatir la pirater¨ªa. Y ah¨ª entra en juego una reivindicaci¨®n de todo el sector: la aplicaci¨®n del IVA reducido para el cat¨¢logo digital. De momento, los libros electr¨®nicos tributan al 16%, el tipo aplicado al comercio electr¨®nico. Esto quiere decir que a partir de julio, cuando se haga efectiva la subida prevista por el Gobierno, comenzar¨¢ a pagar un 18% (una obra de 12 euros, se encarecer¨¢ 2,16euros). "Es un disparate m¨¢s", se queja Antonio Mar¨ªa ?vila, de la FGEE. A las obras culturales se les aplica el tipo superreducido del 4%. Eso incluye los t¨ªtulos publicados en formato digital, pero en soporte f¨ªsico (audiolibro, cd o dvd).
El debate, en cualquier caso, no promete la batalla que mantienen los gigantes estadounidenses, que pugnan por hacerse con los derechos de distintas editoriales para comercializar t¨ªtulos en exclusiva. Entre ellos, los de las ediciones en castellano de algunas obras que Amazon ya ha puesto a la venta a trav¨¦s de su p¨¢gina web.
Para evitar que la ausencia de fronteras en la red acabe por imponer en Espa?a las reglas de juego del mercado extranjero, Amazon practica una pol¨ªtica de coherencia, seg¨²n Santos Palazzi, de Planeta. "Lo que hay que respetar es la territorialidad de los derechos", defiende. Los mecanismos anti fraude: el control de la ip (n¨²mero con el que se identifica un ordenador en la red) desde la que se realiza la compra y las pistas que deja la tarjeta de cr¨¦dito con la que se paga, que permite controlar que no se haga desde Espa?a en caso de que Amazon no tenga un acuerdo para vender esos libros.
La pirater¨ªa: Mejorar la experiencia
A pesar de las cautelas, nada permite controlar el nacimiento de un mercado alternativo liderado por los propios compradores que adquieren copias digitales m¨¢s allende las fronteras espa?olas. Con un correo-e se puede recibir un cat¨¢logo de libros electr¨®nicos publicados en espa?ol fuera del mercado nacional. La pirater¨ªa se sofistica y amenaza con echar por tierra el principal argumento en el que se amparan los editores: la calidad del producto y la experiencia que proporcionan las obras convertidas al formato virtual pertinente (el m¨¢s utilizado es el epub, un formato est¨¢ndar que ya admite la mayor¨ªa de aparatos lectores).
"La transformaci¨®n por las editoriales o por especialistas es lo que hace que un libro electr¨®nico no sea una r¨¦plica de las p¨¢ginas", explica Patxi de Ascoa. "La diferencia para la gente est¨¢ en que pueden tener simples escaneados o pdf (piratas), u obras". De momento, la comodidad que ofrece el libro digital es la baza a jugar, explica Ernest Folch, consejero delegado de Leqtor.com, que espera que en los pr¨®ximos meses aporte ya "una experiencia con contenidos m¨¢s enriquecidos" como m¨²sica o ilustraciones.
Las cifras no dejan a los profesionales mucho margen para ser optimistas. En 2009, el sector dej¨® de ingresar 150 millones de euros por la distribuci¨®n de copias pirata (50 millones m¨¢s de los ingresos que se perdieron por culpa de las fotocopias).
Pero ante la escasa oferta de novedades en el cat¨¢logo virtual, y pese a la preocupaci¨®n, editores, libreros y autores se?alan a la literatura acad¨¦mica como responsable de inflar las cifras. En este ¨¢mbito la descarga de libros y la lectura online est¨¢ plenamente asentada desde hace a?os, seg¨²n la industria, pero tambi¨¦n la pirater¨ªa. El uso crea la demanda, a la que se han apuntado hasta las universidades p¨²blicas.
Nadie espera, sin embargo, que el mundo editorial vaya a sufrir el mismo desgaste que las industrias discogr¨¢fica y cinematogr¨¢fica. Seg¨²n ?vila, las razones son tres: "hemos tenido m¨¢s tiempo; aprendimos de los errores de otras industrias; ya hay una conciencia generalizada contra la pirater¨ªa".
Los superventas a¨²n est¨¢n por llegar
El Asedio, de Arturo P¨¦rez Reverte (Alfaguara), Dime qui¨¦n soy, de Julia Navarro (Plaza & Jan¨¦s), Venganza en Sevilla, de Matilde Asensi (Planeta), o El Tiempo entre Costuras, de Mar¨ªa Due?as (Temas de Hoy). Los cuatro t¨ªtulos comparten varios aspectos. Todos figuran entre los m¨¢s codiciados en los top ventas de las ciberlibrer¨ªas de El Corte Ingl¨¦s, la Fnac y la Casa del Libro; todos son novedades de autores espa?oles; y ninguno de ellos estar¨¢ a la venta en versi¨®n digital antes de mayo. Sus editoriales son las responsables de la creaci¨®n de la plataforma que permitir¨¢ comercializar los fondos editoriales m¨¢s importantes del pa¨ªs.
Babelia
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