Clase magistral acelerada de cultura popular
Patti Smith, la voz m¨¢s agreste y desgarbada de Nueva York, demuestra su vigencia ante 1.800 incondicionales
No se ajusta a ninguna definici¨®n estandarizada de belleza, pero se escucharon anoche gritos de "?Guapa!" y "We love you!" para esa mujer de melena entrecana y al¨¦rgica al peine, camiseta de Fernando Torres y vaqueros deshilachados que se mec¨ªa frente al micr¨®fono y alzaba los pu?os al cielo en el escenario Puerta del ?ngel de Madrid. Un alentador testimonio de cari?o, sobre todo para quienes tampoco propiciamos murmullos de asombro al borde de la piscina: igual lo de la belleza interior no era solo un premio de consolaci¨®n sublimado por la factor¨ªa Disney. No, al menos, en el caso de la enorme Patricia Lee Smith, mujer de discurso hermoso, bagaje sobrecogedor y capacidad intacta para seguir subyugando, honesta y desgarbada, a un auditorio entero.
Acostumbrados al t¨®pico redundante, deleita comprobar que artistas como Patti Smith todav¨ªa pueden dedicarle palabras laudatorias a Roberto Bola?o, los amigos desaparecidos o el retorno del Guernica picassiano a los museos espa?oles. Smith rindi¨® el consabido tributo al ¨¦xtasis futbolero, como todos los artistas que nos han visitado estas ¨²ltimas semanas, pero a rengl¨®n seguido tambi¨¦n felicit¨® a los espa?oles por el jubileo compostelano. El estupor del auditorio apenas permiti¨® articular unos pocos aplausos desconcertados.
Ella la jovenzuela que se beb¨ªa el poemario de Rimbaud. Una de las primeras moradoras fijas del CBGB, all¨¢ donde hizo manitas con Tom Verlaine. La inquilina m¨¢s bohemia en el Chelsea Hotel. El espejo en el que habr¨ªan de mirarse docenas de chicas rockeras embriagadas por ese bien intangible, y escas¨ªsimo, que se llama actitud. La mujer que enamor¨® al mariquita maravilloso que era Robert Mapplethorpe. Contemplar anoche a Patti Smith fue como asistir a una clase magistral acelerada sobre la cultura popular de las cuatro ¨²ltimas d¨¦cadas. Y no, no hemos evolucionado en demas¨ªa. Hoy es el d¨ªa en que los candidatos presidenciales no encuentran un himno m¨¢s poderoso que People have the power para catapultarse hacia la Casa Blanca. Y en que aquel fot¨®grafo sufre, 21 a?os despu¨¦s de su muerte, la censura con la portada del ¨²ltimo disco de Scissor Sisters. ?Alguien dijo progreso?
Hubo tiempo para versiones memorables: la can¨®nica del Gloria de Van Morrison, un Play with fire de los Stones al ralent¨ª. Y los cl¨¢sicos que nadie quer¨ªa perderse: Because the night, Redondo beach, Free money, Ghost dance. M¨¢s de 1.800 gargantas puestas en pie sucumbieron a la voz m¨¢s agreste de la Gran Manzana.
![Patti Smith, en su concierto de Madrid luciendo una camiseta de Fernando Torres.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SADYGSGIYMN4RTY6ROFA576U5Q.jpg?auth=3a15f325bc1b1f03b5f10310e011f1a6c42c553b31032166b5f079b702ee96e8&width=414)
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