El 'bluesman' que nunca existi¨®
Las noticias sobre las desdichas de John Lurie nos retrotraen a su ¨²ltimo disco: el Grandes ¨¦xitos del legendario Marvin Pontiac. Hay una sabrosa historia detr¨¢s. Y Elmore Leonard estaba en el ajo.
?QU? FUE DE...?
Cuando un artista desaparece durante a?os, conviene pensar que algo se ha torcido: lo de escaparse a la Polinesia no es una opci¨®n para los tiempos que corren. Estos d¨ªas se han difundido malas noticias sobre John Lurie. El saxofonista de los Lounge Lizards (y actor habitual en pel¨ªculas de Jim Jarmusch), sufre la enfermedad de Lyme y ha dejado de tocar. Aparte, vive escondido, dicen que lejos de Nueva York: una bronca con su antiguo mejor amigo ha desembocado en amenazas, una campa?a de acoso, denuncias en comisar¨ªa.
DOS GRADOS DE SEPARACI?N
En los a?os 80 y 90, Lurie era el arquetipo de bohemio del downtown neoyorquino. Un hipster arrogante y pele¨®n, que ejerc¨ªa de seductor a¨²n antes de que el cine popularizara su cara. Perfectamente cool, arrasaba por donde pasaba. Despu¨¦s de su agitado concierto en solitario en Madrid, "intim¨®" con una conocida m¨ªa; ella pas¨® a ser la-chica-que-vaya-conoci¨®-b¨ªblicamente-a-John-Lurie. ?Lo reconozco? Vale: creo que posteriormente yo tambi¨¦n "intim¨¦" con ella, aunque mis recuerdos de aquella noche sean vaporosos.
?A QU? SONABA JOHN LURIE?
Los Lagartos de Sal¨®n debutaron en directo all¨¢ por 1979, con un repertorio de fake jazz y ambientes de cine negro. Lo de falso jazz fue una etiqueta ingeniosa pero les garantiz¨® la antipat¨ªa del n¨²cleo duro de la religi¨®n jazzera: a pesar de trabajar con el insigne Teo Macero (el productor de Miles Davis), nunca dejaron de ser considerados unos impostores. Lo de los Lounge Lizards era un be-bop tocado con filo punky, lo que tal vez explique las acusaciones de que estaban m¨¢s atentos a la envoltura que a la sustancia. En Europa, por el contrario, fueron abrazados con efusi¨®n.
Con el tiempo, Lurie quiso enmendar y enriquecer su perfil de estrella del downtown: trabaj¨® con orquestas sinf¨®nicas y cuertetos de cuerda. Tambi¨¦n descubri¨® los aromas del kabarett, lo que le fue desplazando hacia el Territorio Tom Waits (ambos usaban al guitarrista Marc Ribot, asi que no se trata de una recriminaci¨®n). Y ya llegamos a lo que nos interesa. Lo ¨²ltimo que lleg¨® de John como m¨²sico es que estuvo implicado en un disco publicado en 2000, The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits.
LO QUE SABEMOS DE MARVIN PONTIAC
Seg¨²n Allmusic, se llamaba Marvin Tour¨¦ y naci¨® en Detroit el 30 de marzo de 1932, hijo de un natural de Mal¨ª y una neoyorquina de origen jud¨ªo, una pareja que dur¨® poco. Cuando su madre fue ingresada en un psiqui¨¢trico, el padre recuper¨® al chico y le cri¨® en Bamako. Bajo el nombre de Marvin Pontiac, retorn¨® a Chicago donde sus conocimientos de la m¨²sica de Mal¨ª quedaron eclipsados por el descubrimiento del urban blues que se estaba fraguando en la ciudad. Tocaba la arm¨®nica hasta que recibi¨® una paliza de Little Walter, convencido de que el africano le estaba robando su sonido y sus temas.
Little Walter era peligroso cuando se enfadaba y Marvin se larg¨® a Tejas, donde trabaj¨® de fontanero y -seg¨²n rumores- rob¨® un banco. Tambi¨¦n actuaba por el Golfo de M¨¦xico y en 1952 comenz¨® a grabar para un sello regional, Acorn. Sus discos ten¨ªan ADN africano y algunos temas cruzaron el Atl¨¢ntico, funcionando comercialmente en Nigeria. Sin embargo, Marvin se desilusion¨® con la m¨²sica y mostr¨® un comportamiento crecientemente exc¨¦ntrico.
Sus choques con las instituciones proporcionan los escasos datos fiables. En 1963 fue arrestado cuando la polic¨ªa californiano le descubri¨® circulando desnudo sobre una bicicleta. Ya en los setenta, pas¨® temporadas en un manicomio de Detroit. Contaba a los que le escuchaban que hab¨ªa sido secuestrado por alien¨ªgenas. Muri¨® en 1977, arrollado por un autob¨²s.
Y habr¨ªa sido olvidado de no contar con admiradores blancos. Se supone que Jackson Pollock era un fan, hasta el punto de regalarle varios cuadros (nada impresionado por su arte, Marvin los tir¨® a la basura). En el 2000, nuestro John Lurie rescat¨® sus grabaciones con un lanzamiento en su sello particular, Strange & Beautiful. Es el citado The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits.
ELMORE LEONARD RATIFICA SU GRANDEZA
El novelista Elmore Leonard es un residente de Detroit y tambi¨¦n cay¨® bajo el embrujo de Marvin. En su Tishomingo blues (publicada aqu¨ª como Blues del Mississippi), aparece un negro embaucador, de nombre Robert Taylor, que da un curso acelerado de blues al protagonista, Dennis Lenaham, un ingenuo que se gana la vida como saltador de trampol¨ªn. Robert le pone discos y espera su reacci¨®n:
- "La arm¨®nica podr¨ªa ser de Little Walter", dijo Denis, "pero realmente no s¨¦."
- "Little Walter, mis cojones. T¨ªo, es Marvin Pontiac y su ¨¦xito, I'm a doggy".
- "Nunca o¨ª hablar de ¨¦l".
- "Pues deber¨ªa darte verg¨¹enza. Marvin es mi favorito. Marvin Pontiac, parcialmente inspirado por Muddy Waters. Y otra parte suya fue robada por Iggy Pop. ?A que s¨ª conoces a Iggy?"
- "S¨ª, ya veo por donde vas. ?As¨ª que I wanna be your dog, la de Iggy, tiene su origen en, a ver, I'm a doggy?"
- "Algunas cosas que hac¨ªa las llamaba blues afrojudaicos", dijo Robert. "Marvin siempre llevaba t¨²nicas blancas y un turbante como el de Erykah Badu, antes de que se rapara la cabeza. Ten¨ªa sus rarezas. Viv¨ªa solo...escucha esto. Un productor le imploraba un disco y Marvin Pontiac le dijo que vale, que lo har¨ªa si el productor le cortaba la hierba".
- "?El c¨¦sped?"
- "S¨ª, su hierba, su c¨¦sped, y el hombre lo hizo para que Marvin entrara en el estudio. Eso es lo que est¨¢s escuchando, The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits. Aqu¨ª est¨¢ Pancakes. Y Bring me rocks, con ese verso que dice: 'mi pene tiene cara y le gusta ladrar a los alemanes.' La gracia est¨¢ en que nunca se fotografi¨® la cara de Marvin. ?Ves esas fotos tomadas desde lejos, donde est¨¢ con la t¨²nica blanca y el turbante? Pues no hay primeros planos."
LA CRUDA VERDAD
Otro d¨ªa convendr¨ªa hablar de la mala suerte de Elmore Leonard en nuestro pa¨ªs. En t¨¦rminos comerciales y de consistencia est¨¦tica, Leonard es algo as¨ª como el Bruce Springsteen del noir estadounidense pero en Espa?a nunca ha impactado: las editoriales no suelen acertar con sus mejores t¨ªtulos y, encima, cuesta traducir sus certeros di¨¢logos.
Leonard coincidi¨® con John Lurie durante la elaboraci¨®n de la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de uno de sus textos, Get Shorty, aqu¨ª rebautizado C¨®mo conquistar Hollywood . Y el novelista se sum¨® a la Conspiraci¨®n de Marvin Pontiac. Al igual que Beck, David Bowie, Flea, Leonard Cohen, Iggy Pop ?o Michael Stipe!, que declararon su pasi¨®n por Pontiac, lo importante que fue en sus carreras bla bla bla.
En realidad, The Legendary Marvin Pontiac's Greatest Hits es sencillamente un disco de canciones de Lurie, con algunos gui?os en letras y ritmos al ficticio Marvin. Rock-blues al estilo del downtown, muy disfrutable. S¨®lo los muy cr¨¦dulos pod¨ªan trag¨¢rselo. El sonido no se parece a nada que hubiera grabado un bluesman en los a?os cincuenta o sesenta. Y las pistas est¨¢n en los cr¨¦ditos: obviamente, John Medeski, Marc Ribot, Calvin Weston o el propio John Lurie no eran profesionales en aquellas d¨¦cadas.
SINCRONICIDAD
Las ideas est¨¢n en el aire. Al mismo tiempo que Lurie confeccionaba el montaje de Marvin Pontiac, los gallegos de Siniestro Total estaban grabando La historia del blues, donde recreaban piezas procedentes del repertorio de Jack Griffin. S¨ª, otro bluesman m¨ªtico. Pero era un proyecto a¨²n m¨¢s ambicioso (y demasiado fuerte, ay, para el mercado espa?ol) que se merece otro reportaje.
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