?Cine nuclear? No, gracias
El gran referente en una corta lista de pel¨ªculas basadas en cat¨¢strofes at¨®micas es 'El s¨ªndrome de China', de 1979
El s¨¦ptimo arte y la energ¨ªa nuclear nunca se han tenido demasiado cari?o. Si hablamos de misiles u holocaustos, conspiraciones o maletines con uranio, la cosa cambia, pero cuando se trata de centrales, cient¨ªficos y desastres m¨¢s o menos realistas, el cine ha preferido mirar hac¨ªa otro lado.
De hecho, resulta curioso que para el cin¨¦filo m¨¢s avezado el gran referente del g¨¦nero nuclear (por as¨ª llamarlo) sea un filme que ha cumplido ya los 30 a?os pero que sigue resultando igual de aterrador que el primer d¨ªa: El s¨ªndrome de China.
La pel¨ªcula, dirigida por James Bridges, contaba con un reparto de lujo, encabezado por Jane Fonda, Jack Lemmon y Michael Douglas (quien ejerc¨ªa a su vez de productor) y segu¨ªa los pasos de una reportera que se daba de narices con la historia de su vida: un accidente casi letal en una central nuclear que todos pretend¨ªan tapar.
Lo curioso de la historia es que el filme (un exitazo de taquilla, que se estren¨® el 16 de marzo de 1979) fue cuestionado por su verosimilitud (la cr¨ªtica de Variety dec¨ªa que la pel¨ªcula se daba "demasiada importancia" ) al tratar un asunto tan serio como la seguridad de las centrales nucleares. La casualidad quiso que el 28 de marzo de 1979, 12 d¨ªas despu¨¦s del estreno, se produjera el famoso incidente de Three Mile Island, cuando una fusi¨®n parcial de una de las unidades de esta central nuclear de Pennsylvania caus¨® el p¨¢nico entre la poblaci¨®n. Algunos medios de comunicaci¨®n llegaron a culpar a la pel¨ªcula de la psicosis posterior y en virtud de aquello tan recurrido del pez que se muerde la cola, la recaudaci¨®n se dispar¨® y la presi¨®n social oblig¨® al gobierno estadounidense a ordenar, no una, sino dos investigaciones para aclarar el suceso.
Tambi¨¦n Skilwood, que tocaba de refil¨®n el receloso mundo de las radiaciones, obtuvo en 1983 el reconocimiento m¨¢s esperado por los estudios hollywoodienses: la pasta.
Con la historia de una trabajadora de un complejo nuclear a la que le hac¨ªan la vida imposible y con la -siempre resultona- percha de "basado en una historia real" Mike Nichols, un se?or del drama, mont¨® una de esas pel¨ªculas donde Meryl Streep acostumbraba a sufrir lo indecible sin protestar demasiado.
Ahora bien , m¨¢s all¨¢ de estas dos propuestas parece que el cine (tanto el estadounidense como el del resto del mundo) no ha deseado nunca acercarse demasiado al universo nuclear, no fuera que ¨¦ste le separase de su p¨²blico. Probablemente porque cuanto m¨¢s papeletas tiene la posibilidad de que lo contado se convierta en realidad menos ganas tienen los de arriba de invertir en ello. Solo as¨ª se explica que el gran desastre nuclear de nuestro tiempo, Chernobyl, no haya sido abordado nunca con recursos, m¨¢s all¨¢ de los telefilmes (ya no de serie B, sino de serie Z) producidos en Rusia, Ucrania o incluso el Reino Unido. De hecho, hemos tenido que esperar hasta febrero de este a?o, en el marco del festival de Berl¨ªn, para ver la primera pel¨ªcula ambiciosa sobre el suceso: Innocent Saturday, del reputado guionista y realizador ruso Aleksandr Mindadze, que viaja hasta 1986 para seguir a un testigo de la cat¨¢strofe, un oficial del partido comunista que llega al ¨¢rea justo cuando se produce el accidente. La cr¨ªtica reacciono de forma tibia a la pel¨ªcula, incluida a competici¨®n en la Berlinale, pero al menos el filme pretend¨ªa ser algo m¨¢s que una chapuza de tintes sensacionalistas.
Si uno echa la vista atr¨¢s al "g¨¦nero" (por decirlo de una forma entendible), con t¨ªtulos como Holocausto 2000, Atomic Twister o Chernobyl, The final warning, no encontrar¨¢ demasiados motivos para pensar que un d¨ªa de estos, y m¨¢s all¨¢ de lobbies, influencias, gobiernos en la sombra, pros y contras, podremos ver alguna pel¨ªcula seria sobre el mundo nuclear. Por lo visto en Jap¨®n (y lo que falta por ver) material, lo que se dice material, hay de sobra.
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