Sinfon¨ªas para aventuras digitales

La historia de la m¨²sica ha tocado muchas veces a la puerta del 1640 de la calle N.Gower, en Hollywood. Tantas como nombres luce la web del estudio de grabaci¨®n Bernie Grundman, que ah¨ª tiene su sede: de B.B. King a U2, pasando por The Doors, adem¨¢s de compositores como John Williams y Hans Zimmer. Esa misma puerta toc¨® el espa?ol ?scar Araujo. No grab¨® un disco, ni la banda sonora de un taquillazo. Ten¨ªa que realizar la m¨²sica que acompa?ar¨ªa a los aventureros a lo largo de Castlevania: Lord of Shadow y que fue la mejor banda sonora para un videojuego de 2010 seg¨²n la Academia Internacional de Cr¨ªticos de M¨²sica de Cine.

"Cont¨¦ con 300.000 euros de presupuesto, m¨¢s que en todas las pel¨ªculas en las que he trabajado juntas (entre ellas, el filme El Cid. La leyenda)", subraya Araujo, que dirigi¨® una orquesta sinf¨®nica de 220 m¨²sicos. La cifra inclu¨ªa su sueldo. Seg¨²n explica, el compositor se suele llevar tambi¨¦n un porcentaje por cada ejemplar del juego vendido. Pero Araujo se niega a cuantificarlo: "No quiero que siente mal, no s¨¦ cu¨¢nto cobran los dem¨¢s". La cifra no debe de ser muy baja, ya que con Castlevania estar¨¢ "cubierto por dos o tres a?os". El espa?ol tira de un sector que se ha reforzado. La venta mundial de m¨²sica para videojuegos gener¨® ingresos por un valor de 6.700 millones de euros en 2009 y fue la fuente de ganancias del mercado musical que m¨¢s creci¨® desde 2007, seg¨²n el anuario 2010 de la SGAE. Otros compositores han decidido aprovechar este tir¨®n. Hans Zimmer (que gan¨® un Oscar por El rey le¨®n) realiz¨® en 2009 las melod¨ªas de Call of Duty: Modern Warfare. Danny Elfman (Batman), quien compuso tambi¨¦n el tema de los Simpson, alivi¨® las cabalgadas de los jugadores de Fable. Y el pasado 13 de febrero Christopher Tinn fue el primer m¨²sico en llevarse un grammy gracias a un videojuego, Civilization IV, aunque fue en la categor¨ªa de mejores arreglos instrumentales con acompa?amiento vocal.

M¨²sica y videojuegos comparten enemigos: la crisis y la pirater¨ªa. Y, de momento, tambi¨¦n sufrimientos. Las ventas del mercado musical cayeron un 21% el a?o pasado seg¨²n Promusicae, la entidad que engloba a la mayor¨ªa de las productoras en Espa?a. Y los videojuegos registraron en 2009 una ralentizaci¨®n del 16% en sus ventas. Adese, la asociaci¨®n que representa a las principales distribuidoras en Espa?a, estima que la tendencia se confirmar¨¢ para 2010, cuyos datos todav¨ªa se desconocen. As¨ª, la uni¨®n (de estos dos mundos) podr¨ªa hacer la fuerza. Y a V¨ªctor Peral le da de vivir. Este profesor espa?ol de m¨²sica realiz¨® en 2001 la banda sonora de la versi¨®n interactiva de Torrente, producida por la espa?ola Virtual Toys. Desde entonces, lo que fue un favor a un amigo se convirti¨® en su trabajo. Y en una excepci¨®n, seg¨²n cuenta Rub¨¦n Guti¨¦rrez, coordinador de la Fundaci¨®n Autor, que realiza informes para la SGAE. "En Espa?a no existe una industria de producci¨®n fuerte. La mayor¨ªa de los juegos llegan de EE UU y de Jap¨®n", asegura. Commandos, de Pyro Estudios, que escal¨® las clasificaciones mundiales de ventas, es un recuerdo lejano. "Falta atenci¨®n al videojuego como concepto industrial. Ya no se hace con dos amigos en un piso: requiere una estructura empresarial", subraya Carlos Iglesias, secretario general de Adese. Falta tambi¨¦n inversi¨®n. "Se necesitar¨ªa mucho dinero para competir con los ¨¦xitos internacionales", explica Guti¨¦rrez. El citado Castlevania, por ejemplo, desarrollado por la espa?ola Mercury Steam y producido por Konami, cost¨® 20 millones de euros.

Y eso que el p¨²blico espa?ol es un consumidor hambriento. La venta de videojuegos (y de consolas) supuso en 2009 el 52% de las entradas del mercado del entretenimiento audiovisual, m¨¢s que pel¨ªculas y discos juntos, seg¨²n el anuario de la SGAE. Con 1.200 millones de euros, "el espa?ol es el cuarto mercado en Europa", afirma Iglesias. Queda lejos el estereotipo del jugador friky que viv¨ªa ante su ordenador. "Todo el sector cultural tiene que aprender de los videojuegos, de c¨®mo han roto las barreras", sostiene Guti¨¦rrez. "Hay abuelos que hacen gimnasia con la Wii y chicas que juegan al karaoke". De hecho, el 22% de la poblaci¨®n espa?ola es usuario de videojuegos y el 34% de los hogares cuenta con una consola, seg¨²n un estudio de Adese de 2009 basado en 4.254 entrevistas.

El papel de la m¨²sica en este entretenimiento es fundamental, seg¨²n los expertos. "Forma parte del elemento adictivo", argumenta Gilberto S¨¢nchez, presidente de Dev, la asociaci¨®n que re¨²ne las principales distribuidoras espa?olas. "Para las superproducciones, el presupuesto permite contratar a un compositor famoso y el juego lo exige. La m¨²sica se convierte en un fen¨®meno aparte", asegura S¨¢nchez. De hecho, las de los juegos m¨¢s famosos ya se encuentran en las estanter¨ªas de las tiendas musicales. "Ofrece una visibilidad enorme a los artistas y es un medio de venta potent¨ªsimo", sostiene el presidente de Dev. Guitar Hero y Rock Band, que permiten al jugador tocar los ¨¦xitos de la m¨²sica contempor¨¢nea, ofrecen a S¨¢nchez una buena argumentaci¨®n. Han recaudado m¨¢s de un bill¨®n de euros y sus canciones tambi¨¦n se han visto beneficiadas. Por poner un ejemplo, en 2007 las descargas de Reptilia de The Strokes crecieron un 127% en la primera semana de venta de Guitar Hero 3, seg¨²n la web de tecnolog¨ªas Ars T¨¦chnica.

Pese a ello, en Espa?a existe tambi¨¦n un cierto titubeo por parte de los compositores m¨¢s importantes. "Desconozco la mec¨¢nica y lo que se espera de la m¨²sica en ese medio. No soy jugador pero en los que he podido ver he notado m¨¢s una m¨²sica rutinaria que algo fascinante", explica Alberto Iglesias, ganador de nueve goyas a la mejor banda sonora. Si se acercara al mundo de los videojuegos, descubrir¨ªa un proceso creativo familiar. "Hay que realizar las melod¨ªas para cada ambiente, teniendo en cuenta que si el personaje hace una determinada acci¨®n debe activarse otra m¨²sica. Pero en los v¨ªdeos sin interacci¨®n, el proceso es id¨¦ntico al cine", explica Araujo. Aunque el mismo compositor a?ade que hay una gran diferencia: "Una vez finalizado el montaje de un filme, tienes tres o cuatro meses para terminar la m¨²sica. Con un videojuego hay m¨¢s tiempo para mimar el producto". Tanto que al ver la versi¨®n definitiva de la escena final de Castlevania, se ech¨® a llorar.