Un acercamiento al esquivo Thomas Pynchon

Thomas Pynchon (Nueva York, 1937) existe gracias a sus libros. Desde que se dio a conocer con V. en 1963 hasta hoy, el novelista ha eludido a los medios de comunicaci¨®n y la vida p¨²blica. Es casi tan esquivo como en su d¨ªa lo fue J. D.Salinger o como lo es Cormak McCarthy. Su fobia social, o al menos ese recelo por su vida privada, hizo que cuando se le otorg¨® en 1974 el National Book Award (uno de los premios m¨¢s prestigiosos de EE UU) por El arco iris de gravedad, rechazara ir en persona y enviara a un c¨®mico, Irwin Corey, para recoger el premio. Lo poco que se conoce sobre ¨¦l llega a partir de iniciativas como la que han montado esta semana la escritora Phyllis Gebauer, amiga suya desde los a?os 60, y la Universidad de California en Los ?ngeles (UCLA), que han exhibido una colecci¨®n de libros de Pynchon firmados por ¨¦l y han montado una charla sobre el escritor, informa Los Angeles Times.

Phyllis Gebauer y su marido Fred conocieron a Pynchon a principios de los a?os 60, justo antes de que publicara V. (1963). Desde entonces y hasta la publicaci¨®n de Vicio innato (2009) el novelista le firm¨® y dedic¨® sus libros a sus amigos, una colecci¨®n que fue donada al UCLA Extension Writers Program. El pasado mi¨¦rcoles, en un acto en la universidad, Phyllis, que es profesora all¨ª desde hace dos d¨¦cadas, mantuvo una charla sobre el misterioso novelista, sus obras y la colecci¨®n.

Las dedicatorias de Pynchon contienen comentarios personales. En La subasta del lote 49 (1966), el escritor les puso a sus amigos: "Para Fred y Phyllis, que vieron esto primero [el libro antes de ser publicado], y a pesar de todo seguimos siendo amigos de todas formas. Tom". Una copia de El arco iris de gravedad (1973) incluye la ilustraci¨®n de la cara sonriente de un cerdo (un recuerdo de una pi?ata con la forma de ese animal que los Gebauer le regalaron).

"Cuando Tom vivi¨® en Los ?ngeles hizo muchas de sus investigaciones en la librer¨ªa de UCLA", dijo el mi¨¦rcoles Gebauer, que admiti¨® que hab¨ªa mantenido una extensa conversaci¨®n con Pynchon la noche anterior. "Le gusta la idea de que esos libros se usen para financiar becas".