La poderosa imagen 'retro' de Amy
La est¨¦tica y la m¨²sica de la cantante brit¨¢nica retroced¨ªan en el tiempo para recuperar el poder atractivo de las 'girl groups' y las 'pin-ups'
Producto cuidado hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, la imagen de Amy Winehouse siempre fue un viaje en el tiempo. Si algo llam¨® la atenci¨®n de aficionados (y expertos) de la m¨²sica de todo el mundo cuando esta chica de barrio lleg¨® a lo m¨¢s alto de las listas de ¨¦xito con Back to Black fue, aparte de su voz canalla, su gran atractivo retro: los estampados, vestidos imposibles y su caracter¨ªstico recogido cardado iban como broche de oro a su elegante soul de reminiscencias de los sesenta.
Junto a sus hits, tal vez el mayor logro de Winehouse haya sido que todo el mundo retenga su imagen en la mente. Poderosa imagen de gala, una especie de rel¨¢mpago est¨¦tico, que aunaba el punto callejero contempor¨¢neo con el adorno de otra ¨¦poca. Entre los j¨®venes, causaba furor ver a esa morena desgarbada cantar esa m¨²sica que parec¨ªa novedosa aunque no lo era y con un estilo tan definido, realzado con complementos, pa?uelos, grandes pendientes y zapatos retro. Era toda una filosof¨ªa de la est¨¦tica, estudiada a la perfecci¨®n y que se miraba en el mismo espejo en el que se miraba su m¨²sica (especialmente con Back to Black ya que el anterior Frank ten¨ªa m¨¢s ecos jazz¨ªsticos): la era del pop femenino de las girl groups en Estados Unidos.
Fueron bastantes las bandas de chicas que en los sesenta formaron parte de este tipo de conjuntos. Las que m¨¢s ¨¦xito consiguieron fueron The Supremes, el grupo de Diana Ross que simboliz¨® m¨¢s que nadie el sonido de la joven Am¨¦rica desde su base de operaciones en la Tamla Motown, en Detroit. Pero en esa efervescencia pop, con verdadero gen afroamericano, se encontraban tambi¨¦n otras maravillosas formaciones como The Ronettes, The Shirelles, The Marvelettes, The Shangri-Las, The Crystals o The Velvelettes. Con su voz llena de alma, Winehouse tom¨® de ellas no solo una perspectiva musical con la que iluminar su m¨²sica, gracias sobre todo a los arreglos del productor Mark Ronson, convertido desde entonces en un rey midas de la mesa de mandos, sino tambi¨¦n su fotograf¨ªa femenina.
Winehouse recuper¨® el soul pero tambi¨¦n recuper¨® esa femineidad. Seg¨²n se recoge en la biograf¨ªa Amy Winehouse. La chica mala del pop rock, cuando la cantante brit¨¢nica se refer¨ªa a sus adoradas Ronettes, el grupo de soul urbano reclutado e ideado por Phil Spector, aseguraba: "Se trata de efectos de sonido y atm¨®sferas, y casi puedes o¨ªr sus peinados". Puede sonar alocado pero tal vez no lo sea: o¨ªr los peinados de abultados e inmensos mo?os de Veronica Bennett (m¨¢s tarde conocida como Ronnie Spector), Estelle Bennett y Nedra Talley pasaba por apreciar ese sonido voluminoso, repleto de capas instrumentales, que coronaban una canci¨®n como un recogido cardado una cabeza.
Ese mo?o fue toda una instituci¨®n en los sesenta norteamericanos, incluso brit¨¢nicos. Conocido como peinado colmena (beehive), Audrey Hepburn se hizo c¨¦lebre al llevarlo en la pel¨ªcula Desayuno con diamantes (1961) como tambi¨¦n sucedi¨® con Janice Rand a bordo del USS Enterprise en la serie Star Trek (1966). Un poco antes se dej¨® ver el m¨¢s recatado de Kim Novak en V¨¦rtigo (1958). En Reino Unido, una de sus mejores cantantes, Dusty Springfield, la voz de toda una generaci¨®n, tambi¨¦n llev¨® este florido peinado. La mayor¨ªa de las girl groups en las que se fij¨® Winehouse lo utilizaron como elemento est¨¦tico, diferenciador de la mujer y que otorgaba estilo. Las chicas que cantaban a los amores y desamores con su pop inocente glorificaban su est¨¦tica enaltecida con sus vestidos estilizados y sus flores en sus peinados. A diferencia de lo que pas¨® con la irrupci¨®n del rock'n'roll de los cincuenta, donde los Elvis Presley, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis o Gene Vicent dominaban el cotarro, la est¨¦tica les pertenec¨ªa a ellas pero tambi¨¦n la m¨²sica y el ¨¦xito. Las girl groups se adue?aron de las listas con su propio modo de hacer las cosas y conquistar a las audiencias. Lo mismo que Amy Winehouse tras el triunfo mundial de Back to Black.
Su modo retro tambi¨¦n ten¨ªa en cuenta el cuidado maquillaje. Como una Elizabeth Taylor haciendo de Cleopatra, su marcada raya del ojo (eyeliner) y su abundancia de r¨ªmel en las pesta?as se hicieron notas caracter¨ªsticas de su estilo. Podr¨ªa parecer un mero recurso pero era sin duda otra forma bien pensada de acercarse y recuperar la ¨¦poca de las reinas del pop. The Ronettes o The Marvelettes tambi¨¦n las utilizaron con naturalidad. Incluso el uso de tops, pa?uelos, bustiers o sandalias de tac¨®n alto (peep toe shoes) hac¨ªan revivir los mejores a?os de las conocidas pin-ups, las ilustraciones y fotograf¨ªas de chicas atractivas y estilosas que cultivaron la cultura popular del siglo XX y que han pasado por ser iconos art¨ªsticos como en el caso de Betty Page. La imagen femenina de la pin-up se asienta en el maquillaje, el peinado, los escotes y el poder de la cadera, h¨¢bil y conscientemente utilizada por Winehouse en sus videoclips y conciertos.
No es de extra?ar, por tanto, que el dise?ador Karl Lagerfeld la proclamar¨¢ la Brigitte Bardot del siglo XXI como tampoco lo es que la pin-up por excelencia de la historia, Betty Boop, fuera el primero de los numerosos tatuajes que la cantante brit¨¢nica se puso en su cuerpo. Incluso en su brazo derecho ten¨ªa dos ilustraciones m¨¢s de pin-ups junto al nombre de su abuela Cynthia. Los tatuajes, como los piercings, fueron los elementos contempor¨¢neos a su aspecto chulesco e independiente. Era una pose natural y desinhibida a la que a?adi¨® todo tipo de abalorios, como pulseras, grandes colgantes o pendientes.
Amy Winehouse hizo de su imagen retro todo un modelo actualizado para la industria del entretenimiento. Sin resucitar el soul, que nunca ha estado muerto porque en los ¨²ltimos 40 a?os ha tenido muchos y muy buenos representantes aunque poco conocidos, Winehouse lo llev¨® a audiencias masivas con patrones ya conocidos. A su manera, lo puso en la c¨²spide, como su imagen de chica de barrio de Camden, con cierto aroma de aut¨¦ntica pero estudiada hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle.
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