Como en los viejos tiempos
Pasi¨®n y reivindicaci¨®n en la ¨²ltima tarde de toros en Catalu?a
Si los alrededores de la plaza Monumental de Barcelona hubieran estado ¨²ltimamente tan colapsados y llenos de pasi¨®n como una hora antes de la que en principio es la ¨²ltima corrida que acoger¨¢ el coso barcelon¨¦s, quiz¨¢ la prohibici¨®n nunca hubiera llegado. Como en los tiempos de m¨¢ximo esplendor: bares colindantes a rebosar -"no tiempo para hablar", dec¨ªa uno de los camareros chinos, feliz en el abarrotamiento-, encargados de aparcamiento impidiendo el acceso por colapso y embotellamiento humano en las entradas a la plaza, situaci¨®n en alg¨²n momento mareante por la combinaci¨®n entre el humo de los grandes habanos, un cierto perfume de los claveles de las se?oras y alg¨²n que otro derramamiento del contenido de vasos (muchos de cristal) que introduc¨ªan los asistentes.
La multitud prestaba escasa atenci¨®n a los grupos de taurinos y antitaurinos que ya forman parte del paisaje natural de la Monumental en los ¨²ltimos meses
La multitud prestaba escasa atenci¨®n a los grupos de taurinos y antitaurinos que ya forman parte del paisaje natural de la Monumental en los ¨²ltimos meses, a lado y lado de la calle Marina separados por un notable dispositivo policial. Tampoco hac¨ªa mucha falta. A una cuarentena de animalistas -"el circo romano tiene que terminar en el siglo XXI", gritaba uno de los portavoces? se opon¨ªa una treintena de protaurinos m¨¢s proactivos, cuya mayor insignia era una senyera que en letras supuestamente de confecci¨®n dom¨¦stica atacaba en catal¨¢n al presidente de la Generalitat, Artur Mas: "No ten¨¦is dinero para la Sanidad, la Ense?anza ni las pensiones pero s¨ª para las prohibiciones. Mas eres un crack". Y gritos de "?Libertad, libertad!", que renac¨ªan al paso de cualquier c¨¢mara televisiva.
El discurso casi en verso de la pancarta perd¨ªa originalidad si alguien se tomaba la molestia de leer las octavillas con las que el PP de Catalu?a casi alfombr¨® los alrededores de la monumental. Los populares colocaron, a¨²n antes de empezar la fiesta, la primera banderilla. El tercer punto del panfleto afeaba los recortes sociales y el dispendio del pago de las "indemnizaciones millonarias" que recibir¨¢n los afectados por la ley de la prohibici¨®n de las corridas.
La l¨ªder del PP catal¨¢n, Al¨ªcia S¨¢nchez-Camacho, compart¨ªa el cartel del folleto con Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, separados apenas por el eslogan -"comprometidos con la libertad"- y por la silueta de un toro azul, con un coraz¨®n con las siglas CAT. El mismo grafismo que hab¨ªan estampado en los abanicos de pl¨¢stico que repart¨ªan en el tenderete que el partido hab¨ªa instalado en uno de los laterales de la plaza.
La S¨¢nchez-Camacho de carne y hueso atend¨ªa a aficionados y sobre todo medios de comunicaci¨®n, como hac¨ªa otro de los ¨ªdolos del partido en Catalu?a, Xavier Garc¨ªa Albiol, alcalde de Badalona, que resum¨ªa a las puertas del coso la faena que va a a llevar a cabo su partido: "Hemos pedido al Parlamento catal¨¢n una moratoria de dos a?os para la aplicaci¨®n de la ley y paralelamente hemos de sentar a negociar a los gobiernos de Catalu?a y de Espa?a; puede que haya a quienes no les guste la fiesta, yo mismo no soy aficionado a los toros pero estoy aqu¨ª por coherencia: la gente ha de tener la libertad de poder elegir y decir si va o no va los toros", aseguraba. "Albiol, eres m¨¢s valiente que Tom¨¢s", le espole¨® un aficionado.
Nadie apret¨® a la exministra Carmen Calvo, que casi una hora antes entraba ya en la plaza y aseguraba que el tema "se reconducir¨¢ a trav¨¦s del Tribunal Constitucional" porque, en su opini¨®n, el gobierno catal¨¢n "ha invadido competencias: pueden regular la fiesta, pero no prohibirla".
Elegante, con pa?uelo rojo en la americana, el empresario Lepoldo Rod¨¦s calificaba la situaci¨®n de "lamentable" y recordaba que la fiesta "es una cosa tan catalana como espa?ola y eso es compatible", a la vez que anunciaba que, por el momento, ir¨¢ a ver las corridas "a N?mes, con lo que el negocio lo har¨¢n los franceses".
Al discurso de que la fiesta taurina tambi¨¦n es catalana se uni¨® el cantautor Jaume Sisa, vestido hasta los zapatos de rojo sangre, en un particular homenaje: "Es rid¨ªculo que tengamos que ir ahora al extranjero para ver una cosa tan catalana, como si tuvi¨¦ramos que irnos fuera de Catalu?a para bailar sardanas; lo mismo". El director teatral Joan Oll¨¦ sacaba erudici¨®n para recordar que el rey catal¨¢n Joan I "ya organizaba este festejo en 1387"... El periodista Pedro Piqueras solo pod¨ªa articular palabras como "apocal¨ªptico", "dantesco" y el torero Oscar Higares, casi con aficionados colgando de su cuerpo, resum¨ªa: "d¨ªa triste para el toreo no s¨®lo en Catalu?a".
Entre c¨¢maras de programas televisivos de famoseo, revendedores apurando su suerte y personajes que ofrec¨ªan hasta lienzos, dos j¨®venes vend¨ªan camisetas blancas con el buscado cartel de Barcel¨® de esta ¨²ltima corrida. A 15 euros. ?Un poco cara? El vendedor se defend¨ªa: "Es que es una camiseta hist¨®rica". Como la misma jornada.
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