Psicodrama colectivo para un adi¨®s
Manifestaciones, enfrentamientos (discretos) entre protaurinos y antitaurinos, gritos contra los pol¨ªticos y mucho arte cierran, por ahora, las corridas en Catalu?a
La plaza es un guirigay. "?Libertad, libertad!", "?Viva la Catalu?a francesa!", "?Viva Espa?a!", "?Visca Catalunya lliure!", "?M¨²sica!", "?A la discoteca!". La gente est¨¢ tan tiquismiquis que ni guarda silencio para escuchar el arte de los lidiadores.
Est¨¢ pel¨ªn pelma el "respetable" (obs¨¦rvese, "el respetable", expresi¨®n empleada para el p¨²blico taurino; "hinchada", en el balompi¨¦). La aprobaci¨®n de la ley prohibicionista ha convocado en los alrededores a lo peor de cada casa; la media docena de frikis antis, otros pros, todos bienintencionados y los babosos de turno, como Josep Anglada y su Plataforma per Catalunya (PxC), que reparten octavillas con este texto: "No a la mezquita de la Monumental. Proh¨ªben los toros... para traernos los moros".
Una pancarta se?ala: "No hay dinero para pensiones, s¨ª para prohibir los toros"
Dentro, los gritos se recrudecen: "?Catalu?a es taurina!"
"Nos han querido dividir, han mezclado todo. ?Si nos gustan los toros ya no somos catalanes?". Ana Font ha venido desde Vic con una pancarta a favor, bien arreglada y digna. "En las pasadas elecciones vino Artur Mas a Vic a buscar el voto. Yo le dije que me gustaba su programa, menos lo de los toros. ?Pero usted es de Vic y le gustan los toros?, me dijo sorprendido. Pues s¨ª, a m¨ª y a muchos vecinos de Vic". Ana Font, y la chavaler¨ªa del pueblo, se cri¨® dentro de una plaza de toros. Sus padres eran los cuidadores.
Por las b¨®vedas de la plaza pasea un se?or con una banda que le cruza el pecho. Lleva los colores de Francia.
-?Es usted franc¨¦s?
-S¨ª, soy el alcalde de Nimes. He venido a defender la fiesta.
Los clich¨¦s son arriesgados. En las afueras, una pancarta con la bandera catalana y en catal¨¢n. "No hay dinero para las pensiones, pero s¨ª para la prohibici¨®n de los toros". Un guarda urbano con pinganillo va de CSI informando de los textos a la superioridad. Pero se atasca, no entiende el texto en catal¨¢n y pide ayuda al de la pancarta.
-Pues s¨ª que estamos bien, le espeta.
-Oiga, hago lo que puedo, le dice el guarda.
En el interior del coso, m¨¢s banderas catalanas que espa?olas, incluso una estelada, de alg¨²n independentista de pro. Los clich¨¦s son arriesgados. "?Jos¨¦, carga la suerte!", gritan al maestro. "?M¨²sicaaaaa!", uno en el paroxismo que desconoce que el de Galapagar adora el silencio.
Dos horas antes del festejo, con puntualidad matem¨¢tica, Jordi Villacorta se embadurna la cara de tintura roja.
-Es una met¨¢fora. S¨ªmbolo, de la crueldad, de la tortura que se ejerce ah¨ª dentro.
Desde hace siete a?os Villacorta se pone delante de la plaza, con el permiso administrativo por escrito (?por qu¨¦ a las hinchadas de los equipos las separan por kil¨®metros y aqu¨ª juntan a los dos bandos?). Exhibe letreros, tambi¨¦n llenos de sangre. La gente que pasa no le dice guapo, precisamente.
-?Lo ha o¨ªdo? Tengo miedo. Estoy amenazado de muerte, me han dado palizas...
Pese a la prohibici¨®n, Villacorta sigue fijo en su puesto.
-Vengo porque ah¨ª dentro se van a matar a seis seres vivos inocentes. No hay nada que celebrar, se siguen matando o torturando a seres vivos en Catalu?a o en cualquier otra parte de Espa?a.
Villacorta apenas arrastra a media docena de personas, tres veces menos que los polic¨ªas que les resguardan.
Enfrente son 20.000 aficionados, que conservan la calma ante la provocaci¨®n autorizada. Solo se cruzan insultos y, a lo m¨¢s, una rotura de un cartel "stop a los toros". Tienen que aguantar la rechifla: "?Jos¨¦ Tom¨¢s, no vendr¨¢s m¨¢s!".
Dentro, los gritos se recrudecen: "?Catalu?a es taurina!", "?Catalu?a es taurina!". Los toreros cogen arena y se la llevan de recuerdo. El respetable se lleva la memoria de un trincherazo monumental de Jos¨¦ Tom¨¢s, de media ver¨®nica de Juan Mora, de la valent¨ªa de Seraf¨ªn. Cada cual una emoci¨®n ¨²nica, imposible de captar en DVD.
"Los jugadores que pelotean en los estadios futbol¨ªsticos gozan desde hace media centuria de tanta nombrad¨ªa como los matadores de reses bravas. Los medios de comunicaci¨®n social dedican m¨¢s espacio al juego importado que a nuestra racial diversi¨®n. El n¨²mero de espectadores que asiste a los grader¨ªos balomp¨¦dicos es superior al que acude a los tendidos de los cosos. El tema de conversaci¨®n de los goles supera al de las orejas" (Antonio D¨ªaz Ca?abate, a finales de los 50). El guirigay, pues, viene de lejos. Y seguir¨¢.
Cronolog¨ªa de una decisi¨®n hist¨®rica
- 12 de abril de 1914. La Monumental abre sus puertas con el nombre de El Sport. El aforo inicial fue de 11.172 espectadores. Posteriormente se ampli¨® hasta 18.000 localidades. Ocho matadores perdieron su vida en este ruedo.
- 9 de junio de 1977. Las Arenas celebra su ¨²ltima corrida. La Monumental se convierte en la ¨²nica plaza de Barcelona.
- 6 de abril de 2004. El pleno del Ayuntamiento de Barcelona declara la ciudad antitaurina. La acci¨®n fue promovida por el entonces concejal dedicado a la promoci¨®n econ¨®mica, Jordi Portabella, de ERC. La primera consecuencia de esta decisi¨®n fue prohibir el acceso a los toros a los menores de 14 a?os. La votaci¨®n fue secreta.
- 14 de diciembre de 2006. Durante el pleno municipal, Portabella plantea la prohibici¨®n de las corridas de toros. Uno de los argumentos es que cada espect¨¢culo genera una p¨¦rdida de 24.000 euros de media. Entre los usos alternativos para el inmueble est¨¢ convertirlo en el mercado de Encantes.
- 21 de septiembre de 2008. Jos¨¦ Tom¨¢s indulta al toro Id¨ªlico de la ganader¨ªa de N¨²?ez del Cuvillo. Cuando el t0rero regresa a los ruedos tras un par¨®n de cinco a?os, esta fue la plaza escogida para realizar su esperada reaparici¨®n.
- 18 de diciembre de 2009. El Parlament de Catalu?a admite a tr¨¢mite la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para acabar con las corridas de toros en su territorio. Se presentaron m¨¢s de 120.000 firmas de apoyo.
- 16, 17 y 18 de marzo de 2010. La comisi¨®n de Medio Ambiente del Parlament abre el periodo de comparecencias previo a la votaci¨®n. Los matadores de toros Luis Francisco Espl¨¢, Jos¨¦ Miguel Arroyo, Joselito, y Seraf¨ªn Mar¨ªn tomaron la palabra para argumentar a favor de su oficio. El cient¨ªfico Jorge Wagensberg, con un estoque, y la escritora Espido Freire hicieron lo propio en contra. Pedro Bala?¨¢, empresario de la plaza, insisti¨® en que desde el a?o 2003 el n¨²mero de espectadores iba en aumento.
- 28 de julio de 2010. Catalu?a proh¨ªbe las corridas de toros. La votaci¨®n se decant¨® por 68 votos a favor, 55 en contra, y 9 abstenciones. El PSC dio libertad de voto a sus diputados.
- 25 de septiembre de 2011. ?ltima corrida de toros en Catalu?a. La temporada ha constado de cinco novilladas, una corrida de rejoneo y 11 corridas de toros con las m¨¢ximas figuras del escalaf¨®n, algo que solo se ha dado en los ¨²ltimos tres a?os, tras la amenaza de prohibici¨®n. En el cartel, el veterano matador Juan Mora, Jos¨¦ Tom¨¢s, verdadero ¨ªdolo de la afici¨®n catalana, yel catal¨¢n Seraf¨ªn Mar¨ªn. Los astados pertenecen a la ganader¨ªa salmantina de El Pilar. Dudalegre fue el ¨²ltimo toro que muere en la plaza.
- 1 de enero de 2012. Entrar¨¢ en vigor el decreto parlamentario que acabar¨¢ con las corridas de toros. El mundo del toreo se esmera en la consecuci¨®n de firmas para promover una ILP en el Senado, al igual que se hizo para prohibir las corridas de toros en Catalu?a, que declare la fiesta Bien de Inter¨¦s Cultural. Consideran que tal medida blindar¨ªa este espect¨¢culo. Necesitan 500.000 firmas. Por el momento, cuentan con poco m¨¢s de 300.000.
ROSA JIM?NEZ CANO
Babelia
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