El arte del cancionero olvidado

F¨¦lix Grande cierra el ciclo de conferencias ¡®Un recorrido por el flamenco¡¯ organizado por la fundaci¨®n Juan March, recordando el cancionero olvidado. La ponencia del poeta y Premio Nacional de las Letras, de Literatura y de Flamencolog¨ªa, es un recorrido por la historia del cante jondo, por la huella que ¨¦ste dej¨® en la literatura de Machado o de Lorca, la tradici¨®n, el amor y la pasi¨®n, ¡°que lo es todo en este arte¡±.

La conferencia aborda la disciplina del aprendizaje de la guitarra y la complejidad de los acordes y arpegios de la m¨²sica flamenca: "Soy un guitarrista fracasado", confiesta el conferenciante "porque me di cuenta de que para poder tocar de una forma m¨ªnimamente decente tendr¨ªa que dedicarle seis u ocho horas diarias. Cuando Paco de Luc¨ªa ten¨ªa seis a?os su padre le sent¨® en una silla a estudiar la guitarra, y Paco se levant¨® de esa silla a los 14 para irse a tocar por el mundo. Durante esos ocho a?os estuvo tocando una media de 10 horas".

¡°La inmensa mayor¨ªa de las coplas no se estudian en la universidades; no est¨¢n escritas porque fueron compuestas por analfabetos. La poes¨ªa flamenca nunca ha sido aceptada como uno de los grandes acontecimientos importantes de la historia de la poes¨ªa espa?ola¡±. Grande explica que la profundidad de las letras radica en que, sin saber leer ni escribir, los flamencos siempre tuvieron ¡°el conocimiento del dolor latente y el ansia de comunicarlo¡±.

La muerte y el amor gitanos son otros de los temas recurrentes en la intervenci¨®n del poeta. Los flamencos, dice Grande, tienen los sentimientos candentes, pero no sienten ese temor hacia la muerte que nos corrompe a la mayor¨ªa de los hombres.