La memoria de Liu Xiaobo
El nobel de la Paz ha publicado 'Eleg¨ªas del 4 de junio', donde recuerda la masacre de Tiananmen Escribe una eleg¨ªa por cada a?o , desde 1989
Liu Xiaobo llevaba m¨¢s de dos d¨¦cadas tratando de ¡°despertar las conciencias¡± y de inculcar en sus compatriotas chinos -empe?ados en hacerse ricos- la necesidad de pensar y de defenderse contra ¡°el sistema dictatorial¡±, cuando se le otorg¨®, en 2010, el premio Nobel de la Paz. Solo entonces se tradujeron los textos del activista y escritor a otros idiomas, incluido al espa?ol: No tengo enemigos, no conozco el odio (RBA), fue el primero. Ahora Kailas publica Eleg¨ªas del 4 de Junio con las que el autor pretende mantener vivo el recuerdo de la masacre de Tiananmen y homenajear a los familiares que adem¨¢s de la tristeza de haber perdido a un ser querido, a¨²n tienen que soportar ¡°la brutal persecuci¨®n y la fr¨ªa indiferencia de un Estado totalitario que ha engendrado una amnesia social colectiva¡±, seg¨²n afirma Liu en la introducci¨®n.
Uno de los 303 firmantes de la Carta 08 ¨Cun manifiesto a favor de la democratizaci¨®n y la reforma pol¨ªtica de China-, Liu sigue encarcelado desde su detenci¨®n en 2009. Fue hallado culpable de ¡°incitar a la subversi¨®n contra el Estado¡± y condenado a 11 a?os de prisi¨®n. El Gobierno no permiti¨® ni a ¨¦l, ni a su familia, ni a sus amigos viajar a Noruega a recoger el galard¨®n.
¡°Soy una tabla de madera
una tabla rectangular de un grosos de dos pulgadas
abandonada al destino, dejadme
cruzar los caminos con la juventud
para enfrentar los tanques con carne y sangre
Un delicado grano de madera ha retenido
la madrugada aturdida
la madrugada sin salida perforada de muerte¡±
Cada a?o, desde 1989, Liu Xiaobo ha escrito una eleg¨ªa, que ha datado en el lugar exacto donde la alumbr¨®: en su casa, en el campo de reeducaci¨®n o en un bar.
¡°Dedicatoria: en casa, no escuchaste las
protestas de madre o de padre y te
fugaste por la ventana del ba?o;
entonces la bandera que alzaste se
colaps¨®, edad, 17, a¨²n estoy vivo, ya
tengo 36. Ahora, cara a tu esp¨ªritu, estar
vivo es un crimen, dedicarte un poema
una verg¨¹enza a?adida. Los vivos
deber¨ªan callar sin m¨¢s y escuchar a los
sepulcros. No soy digno de dedicarte un
poema. Tu decimos¨¦ptimo a?o
trasciende todo discurso y cualquier
estructura hecha por el hombre¡±
Es una pena que Kailas no haya cuidado la edici¨®n de esta joya. Abundan las erratas y las malas transcripciones de los nombres chinos. El libro comienza con un peque?o pr¨®logo del Dalai Lama.
El d¨ªa
parece distanciarse cada vez m¨¢s
y sin embargo en lo que a m¨ª respecta
permanece como una aguja dentro de mi cuerpo
permanece como una multitud de Madres que han perdido a sus hijos
cosiendo el cruel sue?o del olvido del tiempo
Contin¨²a en busca de manos dispuestas
a emprender la labor de las Madres¡±.
Dedicatoria
¡°Dedicatoria: en casa, no escuchaste las
protestas de madre o de padre y te
fugaste por la ventana del ba?o;
entonces la bandera que alzaste se
colaps¨®, edad, 17, a¨²n estoy vivo, ya
tengo 36. Ahora, cara a tu esp¨ªritu, estar
vivo es un crimen, dedicarte un poema
una verg¨¹enza a?adida. Los vivos
deber¨ªan callar sin m¨¢s y escuchar a los
sepulcros. No soy digno de dedicarte un
poema. Tu decimos¨¦ptimo a?o
trasciende todo discurso y cualquier
estructura hecha por el hombre¡±
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