El dise?o contempor¨¢neo redescubre la artesan¨ªa
El alem¨¢n Konstantin Grcic apuesta por la fabricaci¨®n en serie individualizada
Ebanista antes que dise?ador industrial y con una formaci¨®n angloalemana, Konstantin Grcic (M¨²nich, 1965) es una de las cabezas del dise?o actual. Limita sus encargos y, seguramente, esa exigencia ha hecho que algunas de sus obras ¡ªla l¨¢mpara Mayday (1999), la silla Chair One (2004) o la Myto, del a?o pasado¡ª figuren ya en la historia de la disciplina. En un reciente encuentro en Londres, apunt¨® que el dise?o contempor¨¢neo ha redescubierto la artesan¨ªa: ¡°Lo interesante es que ha sido la tecnolog¨ªa la que lo ha fomentado¡±. De dos maneras: alejando la producci¨®n de la manufactura y, as¨ª, generando ese anhelo. Y tambi¨¦n con la producci¨®n singularizada que hoy es posible. ¡°Vivimos un avance que parece un regreso y es una reconquista: un tipo de artesan¨ªa industrial, un regreso a la creaci¨®n individualizada¡±.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, la industria ha perseguido corregir una de sus carencias: la de la singularidad que pierde la producci¨®n en serie. ?C¨®mo pueden los objetos de producci¨®n industrial percibirse como artesanales sin resultar kitsch? ¡°Tradicionalmente, la artesan¨ªa implicaba un valor y la producci¨®n industrial una rentabilidad. Pero eso ha cambiado. Hoy, la tecnolog¨ªa hace posible producir objetos industriales no estandarizados. Industrializaci¨®n y exclusividad ya no son t¨¦rminos contradictorios¡±.
El siglo pasado llev¨® a la globalizaci¨®n y a la estandarizaci¨®n. En esa carrera, Konstantin Gricic admite que ¨¦l era de los que echaba en falta la diversidad. Por eso pertenece al grupo no organizado de industriales y dise?adores que hoy abogan por ella. ¡°Se trata de ser m¨¢s preciso. De dar valor al individuo. De producir lo espec¨ªfico, lo que ser¨¢ ajustado y necesario. No de producir sin parar. La sociedad es una suma de individuos. Todos somos diferentes. A lo mejor todos necesitamos bicicletas, pero cada uno de nosotros precisa una diferente¡±.
Grcic es t¨ªmido y amable. Pero su dise?o resulta fr¨ªo y cerebral, menos hedonista que intelectual. ?El dise?o intelectual exige un esfuerzo? ¡°No creo que deba ser dif¨ªcil de entender. Pero no hay nada malo en proponer algo que no entendamos de inmediato. Algo que nos incomoda al principio, pero nos sirve y ayuda cuando lo hemos comprendido. Ese tipo de objetos tiene la capacidad de pasar de la incomprensi¨®n a la necesidad. Cuando sabemos c¨®mo usarlos resultan m¨¢s precisos. La parte intelectual de un dise?o est¨¢ en la mejora que supone, pero tambi¨¦n en lo que es capaz de despertar y concienciar¡±.
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