El arte es libre, el artista no siempre

Ella ni siquiera lo sabe, pero el Centro Cultural Galileo de Madrid inaugur¨® el pasado jueves una exposici¨®n con 25 de sus fotograf¨ªas, titulada La fuerza silenciosa. No lo sabe no porque no le interese, sino porque no puede. La muestra, que se mantendr¨¢ hasta el 28 de octubre, presenta las obras de la poetisa y pintora china Liu Xia, esposa del premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, que se encuentra en situaci¨®n de arresto domiciliario desde hace dos a?os, aislada de todo contacto con el mundo exterior.

¡°Vivo en China, y soy buen amigo de los l¨ªderes pro derechos humanos del pa¨ªs, como Liu Xiaobo y su esposa¡±, explica Guy Sorman, el comisario. ¡°Justo antes de que la encerraran en su domicilio me dio estas fotos, que nadie hab¨ªa visto antes¡±. Las im¨¢genes, todas en blanco y negro y de un metro por un metro, representan la vida en cautividad a trav¨¦s de unos mu?ecos solitarios. ¡°Son muy dram¨¢ticas, muy grandes¡±, dice el comisario, tambi¨¦n autor y fil¨®sofo. ¡°La gente que las ve se queda impresionada¡±. Antes de este periodo sin pisar la calle, la intelectual ya hab¨ªa pasado confinada varias temporadas junto a su marido, alguien que, seg¨²n las autoridades del pa¨ªs asi¨¢tico, ¡°incit¨® a la subversi¨®n contra el Estado" por promover el multipartidismo, por lo que ahora se encuentra encarcelado. Fue entonces cuando perge?¨® este ¡°arte de gulag¡±, como lo define su amigo.

Antes de su actual encierro, por ahora indefinido, Sorman la convenci¨® de que sus fotos ¨Cun arte que solo practic¨® a lo largo de diez a?os, pero que ya ha abandonado, y del que no quedan m¨¢s vestigios que estas 25 impresiones, ya que todos los negativos fueron destruidos por las autoridades chinas-, deb¨ªan ser expuestas. ¡°Ella me dio su permiso para mostrarlas, pero no sabe d¨®nde ni c¨®mo lo estoy haciendo¡±. Una a una, en diferentes viajes, el comisario las sac¨® de China, donde est¨¢n vetadas, y se puso en contacto con diferentes museos e instituciones alrededor del mundo para sacarlas a la luz. Por ahora, ciudades como Par¨ªs, Nueva York, Berl¨ªn, Taipei, la regi¨®n de Hong Kong y Madrid han respondido a la llamada. ¡°El Gobierno chino protest¨® cuando se expusieron en Par¨ªs¡±, asegura Sorman. ¡°Y hay museos que ni siquiera contestan, porque tienen miedo de ofender a China, lo cual es un esc¨¢ndalo, adem¨¢s de rid¨ªculo¡±. Para m¨¢s adelante, est¨¢ tramitando nuevas muestras en Santiago de Chile y Barcelona, Valencia y Bilbao. ¡°Probablemente las fotos se queden dos o tres meses en Espa?a¡±.

Su intenci¨®n es, m¨¢s all¨¢ de la experiencia est¨¦tica, apoyar una causa justa. ¡°Esta es una exposici¨®n prochina, pero no pro Gobierno chino¡±, explica. ¡°Yo estoy del lado de la gente, de los derechos humanos¡±. Un pilar fundamental de la convivencia humana sobre el que Liu, una ¡°representante del renacimiento chino¡±, no se puede apoyar. ¡°Su ¨²nico contacto es su madre, a la que se permite visitarla una vez al mes¡±, ilustra, ¡°y por ella sabemos que est¨¢ extremadamente deprimida¡±. Escribir y pintar pueden ser el ¨²nico consuelo que le quede en su absoluta reclusi¨®n, como en su d¨ªa lo debi¨® ser tomar estas fotograf¨ªas. ¡°Los grandes artistas han sido siempre disidentes", se consuela Sorman, "aunque en el caso de los chinos su situaci¨®n sea todav¨ªa peor".