Sarcasmo y s¨¢tira
La violencia y la memoria son dos elementos que atraviesan la literatura de Horacio Castellanos Tambi¨¦n aparecen, aunque con matices, en 'El sue?o del retorno', de tintes autobiogr¨¢ficos
Es mejor aclarar de entrada que el autor nacido en Honduras en 1957 y radicado en El Salvador durante casi toda su infancia y juventud ¡ªes decir, mientras la ¨²ltima ¨¦poca de una sucesi¨®n de 41 a?os de dictaduras militares incubaba una hirviente caldera de ira y descontento que termin¨® por estallar en 1980¡ª sostiene que ¡°no escribo literatura de la violencia, como m¨¢s de alg¨²n rese?ista ha se?alado; escribo literatura, a secas¡±. Pero la violencia es inescapable; si, como el autor sostiene en La metamorfosis del sabueso. Ensayos personales y otros textos (Ediciones de la Universidad Diego Portales, Santiago de Chile, 2011), ¡°si la patria que me muerde es la memoria, no he encontrado otra forma de ajustar cuentas con ella que a trav¨¦s de la invenci¨®n¡±. De ah¨ª que la violencia sea una l¨ªnea que atraviesa a todo lo largo las ficciones de Castellanos Moya, a veces con mayor intensidad, a veces con car¨¢cter protag¨®nico, a veces como el tel¨®n de fondo en que se desarrolla la ficci¨®n, pero nunca deja de estar ah¨ª, aunque en las ¨²ltimas d¨¦cadas haya cambiado de car¨¢cter.
Tusquets ha editado casi todas sus obras de ficci¨®n (aunque falta La diabla en el espejo, una de las que mejor retrata la vida cotidiana salvadore?a antes de la crisis). Entre ellas destaca El asco. Thomas Bernhard en El Salvador, un relato revulsivo e inmisericorde, una s¨¢tira sarc¨¢stica y feroz dirigida hacia todo lo que puede identificar al salvadore?o medio y que le vali¨® al autor un buen n¨²mero de amenazas.
Alg¨²n trasunto autobiogr¨¢fico hay en su m¨¢s reciente novela, El sue?o del retorno. Como el autor, Erasmo Arag¨®n se exili¨® en M¨¦xico y trabaj¨® en una agencia de prensa controlada por la guerrilla salvadore?a, pero, si el autor dur¨® poco tiempo en ella, Erasmo, en 1991, todav¨ªa trabaja ah¨ª. El primer recuerdo de la infancia de ambos es el mismo, una bomba que estall¨® en el frente de la casa de sus respectivas abuelas, y ambos regresan a El Salvador pocos meses antes del fin de la guerra civil en 1992. Pero hasta ah¨ª parece llegar la similitud. Erasmo Arag¨®n es un personaje de la picaresca m¨¢s que de la ¨¦pica, un tipo voluble que ahoga su desaz¨®n con vodka y t¨®nica en la noche y c¨®cteles estramb¨®ticos a media ma?ana para sacarse la resaca, asediado por el miedo a volver a su patria antes del fin del conflicto y por el deterioro irreversible de su relaci¨®n matrimonial.
Quien mejor se define es el mismo Erasmo: ¡°De pronto percib¨ª la volubilidad de mi car¨¢cter, la forma en que los eventos hac¨ªan conmigo lo que ellos quer¨ªan¡±; y aquellos eventos, en El sue?o del retorno, comienzan cuando el protagonista, que adem¨¢s sufre del colon, decide visitar a don Chente, m¨¦dico salvadore?o exiliado como ¨¦l, que ve en sus males f¨ªsicos una manifestaci¨®n de los trastornos de su esp¨ªritu. Aqu¨ª la novela se convierte en una exploraci¨®n de la memoria, con un doble juego entre tres l¨ªneas: lo que Erasmo le cuenta al m¨¦dico en las primeras sesiones; lo que no le cuenta, porque lo averg¨¹enza o porque no le tiene confianza suficiente, pero s¨ª se lo cuenta al lector, bajo la f¨®rmula ¡°pero no le cont¨¦ que¡¡±; y lo que le cuenta a don Chente en sesiones de hipnosis y que el m¨¦dico anota en una libreta y que Erasmo desconoce por completo. De ah¨ª que lo asalta la zozobra, m¨¢s a¨²n cuando el m¨¦dico desaparece de la escena. Y si las sesiones de hipnosis le producen una extra?a paz, pronto su ¨¢nimo voluble, las copas, las discusiones con otros exiliados, sus l¨ªos matrimoniales y un extra?o personaje que es parte de la inteligencia clandestina de la guerrilla salvadore?a en M¨¦xico lo arrastran a bruscos cambios de ¨¢nimo que a su vez lo arrojan al alcohol y al desquiciamiento. Pero sobre todo es la inc¨®gnita sobre qu¨¦ le cont¨® a don Chente mientras est¨¢ dormido le atenaza el cerebro y lo lleva a sumergirse en sus recuerdos, pero tambi¨¦n a ponerlos en duda; y en ese trabajo de la memoria asoma tambi¨¦n la violencia que vivi¨® en su pa¨ªs y la que le llega por las noticias sobre su patria, pero sobre todo la desaz¨®n infinita de no saber qui¨¦n es realmente y qu¨¦ va a encontrar en el regreso.
En ese sentido, el t¨ªtulo de la novela puede aludir al car¨¢cter a ratos on¨ªrico ¡ªpesadillesco¡ª de las desventuras de Erasmo, que culminan en una desternillante escena en el aeropuerto, cuando cree ver pasar a don Chente y al mismo tiempo no puede resistirse al encanto del cuerpo de una pasajera. En esta novela brilla como pocas veces la contorsi¨®n hacia ¡°el sarcasmo y la s¨¢tira¡± ¡ªen palabras de Castellanos¡ª que caracteriza una obra que interroga e inquieta sin perder otro rasgo: ¡°A veces re¨ªmos tanto o nos ponemos chistositos, para atajar la locura¡±.
El sue?o del retorno. Horacio Castellanos Moya. Tusquets. Barcelona, 2013. 184 p¨¢ginas. 15 euros
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.