¡°Mejor no hablar de basura porque aqu¨ª no se libra nadie¡±
La presentadora afirma que la televisi¨®n sirve para para entretener, informar, y aprender y que lo verdaderamente terrible es no tener otra compa?¨ªa
Le gusta que la llamen ¡®La Campos¡¯, as¨ª, con ese art¨ªculo determinado que da p¨¢tina y relumbr¨®n a las divas del show. En la tele lo fue todo, fue eso, una de esas bestias por las que se pegan los consejeros delegados, sabedores de que: A) los espectadores les dan su amor digan lo que digan y lo digan como lo digan, y: B) los anunciantes inyectan sus millones all¨¢ donde retumben sus cabecitas parlantes. De pronto se le apareci¨® el innombrable en forma de n¨®dulos y ya fue otra mujer. Hoy presenta en Telecinco una cosa llamada Qu¨¦ tiempo tan feliz, que ya es llamarse¡
Pregunta. Ya tiene bemoles que, con la que nos est¨¢ cayendo encima, los responsables de Telecinco mantengan este t¨ªtulo de programa: Qu¨¦ tiempo tan feliz.
Respuesta. La verdad es que yo esto lo he pensado muuuuchas veces, digo, hay que ver qu¨¦ t¨ªtulo tan inapropiado para el tiempo en que vivimos. Pero tambi¨¦n pasa que este programa, al menos un rato, le alivia las preocupaciones a mucha gente. A m¨ª me dicen por la calle: ¡°Me siento a verla y se me olvida todo¡±.
P. ?Piensa que el escapismo televisivo es medicinal?
R. No s¨¦, en la vida nos afectan grandes cuestiones, la fundamental es la de la supervivencia. En este pa¨ªs hoy en d¨ªa mucha gente no tiene resuelta la supervivencia. Buscan en la basura, se van a un comedor social, les ponen en la calle¡ y esto a m¨ª se me mete en el est¨®mago. Es un poco como si no fuera verdad lo que est¨¢ pasando, como esas pel¨ªculas de cat¨¢strofes en las que ve¨ªamos edificios en Nueva York que se ca¨ªan, hasta que un d¨ªa vimos que era verdad, que no era cine, que se ca¨ªan; y ese d¨ªa fuimos conscientes de lo ef¨ªmero que es todo¡
P. Somos como kleenex.
R. S¨ª, somos de usar y tirar. Pero para algunos m¨¢s que para otros. Hay gente con m¨¢s conciencia social que otra. Y usar al otro como?kleenex es no tener ninguna conciencia social.
P. ?No se deber¨ªa renunciar ahora mismo en el Parlamento a cualquier tema que no tratara sobre la necesidad de comer y de tener un techo?
R. Pues s¨ª, pero he visto que los representantes sindicales han ido a ver al presidente del Gobierno y este les ha dicho: ¡°Lo siento, pero esto es lo que tenemos que hacer en estos momentos¡±. (Tras unos largos segundos de entrevistador y entrevistada callados). ?Qu¨¦ valor ha tenido este silencio que se ha hecho de repente entre nosotros!, ?verdad?
P. Volvamos a la supervivencia. Est¨¢ la que entendemos como m¨ªnimos de dignidad para vivir, y la otra, la supervivencia pura y dura, entendida en t¨¦rminos de salud, de vida o muerte. ?C¨®mo anda usted de esta, despu¨¦s de lo que le ha tocado pasar?
R. Yo, de supervivencia de coco me veo bien, pero claro, con la l¨®gica p¨¦rdida de¡ es como dice mi amigo Ra¨²l del Pozo, ¡°oye, ?te acuerdas de cuando habl¨¢bamos de corrido?¡±. Y bueno, mi mayor dificultad ahora est¨¢ en la secuela de lo que yo tuve¡ aunque creo que eso, la que m¨¢s lo nota soy yo.
P. S¨ª, porque, de puertas afuera est¨¢ usted estupenda. Se dir¨ªa que va sobrada.
R. Pero yo me lo noto mucho. Lo que tuve estaba en una am¨ªgdala, y aunque era muy peque?ito y me lo cogieron muy a tiempo, la prevenci¨®n que se hizo fue tan grande y el sitio tan delicado, que¡ ahora estoy siempre que si la sequedad, que si la botellita de agua, s¨ª, s¨ª, me siento mermada.
P. ?Podemos buscarle una parte positiva a la enfermedad? Un trance as¨ª ¡ªcuando se supera¡ª¡ ?no nos ayuda a relativizarlo todo, a conceder importancia real a las cosas realmente importantes?
R. En eso estoy totalmente de acuerdo, aunque... recuerdo que cuando me detectaron aquello, me dije: ¡°Mira, me ha pasado esto, pero me lo voy a tomar con deportividad, me da exactamente igual, ya pasar¨¢, no pienso sufrir ni esto" (hace un gesto expresivo).
P. ?Le ense?¨® el c¨¢ncer a priorizar en la vida? Por ejemplo, ?a qu¨¦ le concede hoy m¨¢s importancia, al trabajo o a los seres queridos? ?A un beso, un regalo, una caricia, un polvo¡ o a una exclusiva?
R. Yo tengo clar¨ªsimo el orden de valores de mi vida. Yo no puedo hacer bien mi trabajo si tengo una preocupaci¨®n familiar. Cuando mi hija estuvo mal, el golpe fue fuerte de verdad. Cuando pienso en personas que han sufrido la p¨¦rdida de un hijo¡ eso no hay nada que lo compense, nada que lo supla.
P. ?Sab¨ªa usted que cada espa?ol ve de media cuatro horas y media de televisi¨®n al d¨ªa? Eso quiere decir que habr¨¢ gente que ve 10 horas. A este pa¨ªs se le van a torcer los ojos.
R. A lo mejor esos que ven 10 son ancianos que no tienen otra cosa que hacer. Igual est¨¢n en una cama o en una silla de ruedas y no tienen nada m¨¢s que la televisi¨®n. Lo terrible no es no tener otra distracci¨®n que la tele. Lo que debe de ser de verdad terrible es no tener otra compa?¨ªa que la televisi¨®n.
P. Y la oferta tampoco es que sea¡
R. No, hay una oferta ampl¨ªsima. La televisi¨®n sirve para entretener, para informar, y para aprender muchas cosas. Yo, por ejemplo, sigo aprendiendo mucho. Yo es que me he propuesto que, mientras siga aqu¨ª, voy a seguir aprendiendo. Y eso me gusta tanto que es¡ una de las cosas que m¨¢s me joden de tener que morirme. Y digo yo ¡ªseguramente te voy a soltar una imbecilidad¡ª, tanto que inventan¡ ?por qu¨¦ no inventan algo para que todo lo que has aprendido no haga un d¨ªa de repente ?catapl¨¢s! y se desenchufe todo? ?No inventar¨¢ nadie la posibilidad de que todo lo que has aprendido se lo puedas pasar a alguien, dejarlo en testamento? Lo mejor que le puedes dejar a un hijo.
P. Ya, pero es que la herencia de conocimiento que algunos que yo me s¨¦ les podr¨ªan dejar a sus hijos es tan temible que¡
R. No, pero lo malo, que no se transmita. Lo malo no. Que donde est¨¢n los hemisferios esos, pues que te pongan un enchufito y ya. Como si fuese una transfusi¨®n de sangre, pero en vez de sangre, de la cultura y del saber acumulados en toda una vida. Eso, los que acumulen, claro, porque algunos pasan por la vida como si no pasaran.
P. ?No cree que hay demasiada gente dedicada en este mundo a hacer putadas a los dem¨¢s?
R. A hacer putadas¡ s¨ª¡ con lo f¨¢cil que es ser buena persona. Pero a m¨ª no me gusta vivir en la desconfianza, tengo tendencia a creer que todo el mundo es bueno hasta que me demuestre lo contrario. Y la gente que hay que hace da?o como forma de vida, no es feliz. El odio, la envidia, la venganza, no pueden dar felicidad a nadie.
P. ?Y telebasura? ?Considera que ha hecho telebasura o es de las que ni siquiera admite el concepto?
R. A m¨ª me parece muy pesada esa insistencia, sobre todo porque podr¨ªa haber muchos colores de contenedores de basura. Telebasura, prensabasura, pol¨ªticabasura, y un largu¨ªsimo etc¨¦tera¡ no hablemos de basura: aqu¨ª no se libra nadie.
P. Pues existir, yo creo que existe. Y que es f¨¢cilmente identificable.
R. Bueno, pues son mucho m¨¢s peligrosas las otras que he nombrado que la que se ha dado en llamar basura de la televisi¨®n. Y cuidado: adem¨¢s, cuando se dice telebasura, se puede estar ofendiendo no solo al que presuntamente la hace sino tambi¨¦n al que la ve.
DNI urgente
Tetu¨¢n, 18-6-1941. Se cri¨® en M¨¢laga. Licenciada en Filosof¨ªa y Letras. Empez¨® como chica Hermida en los 80 y acab¨® como Reina de las ma?anas de la TV en Telecinco. En 2009 le fueron detectados unos n¨®dulos en la garganta y se someti¨® a radioterapia.
Sigo aprendiendo, y esa es una de las cosas que me joden de morirme
Debe de ser terrible no tener otra compa?¨ªa que la televisi¨®n
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