Mercedes Cebri¨¢n sobre fondo neutro
'El genuino sabor' es m¨¢s un esbozo que se lee con verdadero placer que una novela
Mercedes Cebri¨¢n irrumpi¨® con un libro arriesgado, El malestar al alcance de todos (2004), mezcla de relatos y poemas; y, tras otro poemario, Mercado com¨²n (2006), ha ido abandonando la poes¨ªa ¨Dtal vez definitivamente¨D para ce?irse a la narrativa. Ha practicado la cr¨®nica y el cuento, y con La nueva taxidermia (2011), que inclu¨ªa dos nouvelles, dio el salto a la vecindad de la novela. En aquel d¨ªptico se reelaboraba un recuerdo como se construye una tramoya, y se acud¨ªa a la ventriloqu¨ªa como recurso para la comunicaci¨®n. De lo artificial deb¨ªa emerger lo residualmente vivo, o al menos un buen simulacro contra el des¨¢nimo.
Con El genuino sabor, Mercedes Cebri¨¢n se abre a un horizonte menos on¨ªrico, en un ¨¢mbito ya concurrido en sus cuentos: la vida laboral, con sus expectativas y calamidades. La mirada de Cebri¨¢n ha asumido, en general, un aire de rechifla del que han saltado chispas sobre la ingenuidad o la insensatez, gracias a sus dotes para revelar actuaciones aturdidas y anomal¨ªas de baja intensidad, en apariencia de f¨¢cil remedio, pero que producen un desconsuelo constante y sin soluci¨®n. Muy el¨¢stica y de curso imprevisible, su prosa tiene el don de rondar el clich¨¦ para evitarlo. Aqu¨ª contin¨²a indagando en el extrav¨ªo en una realidad presumiblemente seductora que se reduce a consignas y t¨®picos.
El asunto elegido no ha podido ser m¨¢s afortunado y, a la vez, m¨¢s vidrioso. Se trata de las ansiedades y desdichas que conlleva representar en el extranjero las esencias gastron¨®micas y culturales del pa¨ªs de origen, lo que se denomina la ?marca Espa?a?. Para ello se ha servido de un personaje, Almudena, a quien se presenta inicialmente, frente a un globo terr¨¢queo, en su fantas¨ªa infantil de ser esposa de diplom¨¢tico, lo que la permitir¨ªa conocer mundo, y luego, ya subyugada por la necesidad laboral, en su funci¨®n de gestora cultural en distintos destinos de Latinoam¨¦rica y Europa, pero especialmente en Londres.
El planteamiento, por s¨ª mismo, promet¨ªa mucho juego, pero tambi¨¦n cierta chismorrer¨ªa, y es probable que, para no contagiarse de sal gruesa, la escritora se ha decantado por disminuir la acidez que propicia el tema. Pero esta prudencia se ha cobrado un alto tributo. Pues, aunque la narraci¨®n pivota sobre Almudena, ¨¦sta no adquiere ninguna consistencia. M¨¢s que un personaje, se dir¨ªa un asidero para observaciones jocosas, como el paralelismo entre el ?socarrat? y el griter¨ªo espa?ol, y otros escrutinios menos vivaces, como la consulta jur¨ªdica en la plaza de Cascorro a prop¨®sito del inminente parto de una vecina, una escena un tanto burda en una pluma de probada sagacidad. Lo cierto es que El genuino sabor, m¨¢s que una novela, es un esbozo, una buena reuni¨®n de fragmentos con intenci¨®n unitaria, pero desperdigados y, en ocasiones, un punto incongruentes. Que, por otro lado, se lea con verdadero placer, propiciada por el ingenio c¨¢ustico y compasivo de la autora, no la redime de falta de determinaci¨®n. La novela hubiera necesitado, para revelar su sabor, ligar mejor sus ingredientes. Y aqu¨ª quer¨ªa llegar. ?Por qu¨¦ renunciar a una obra de mayor ambici¨®n? La complacencia en la propia escritura, ?no supone una disminuci¨®n del talento? De Mercedes Cebri¨¢n cabe esperar una tentativa menos templada por la conformidad. Pero habr¨¢ que esperar a su siguiente libro para comprobarlo.
El genuino sabor. Mercedes Cebri¨¢n. Literatura Random House. Barcelona, 2014. 160 p¨¢ginas? 17,90 euros (digital, 10,99).
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