Samih al-Q¨¢sim, el ¨²ltimo panarabista
Cre¨ªa que el futuro del mundo ¨¢rabe depend¨ªa de un proyecto com¨²n que hiciera frente a la descomposici¨®n pol¨ªtica y moral de sus ¨¦lites
Samih al-Q¨¢sim, fallecido el pasado martes, ha sido uno de esos raros poetas que han dado voz a un pueblo. Con la cabeza bien alta camino y Avanzad, avanzad son dos poemas que todo palestino, casi cada ¨¢rabe, canta como propios. Pero el camino de al-Q¨¢sim no ha sido f¨¢cil y ha estado lleno de singularidades.
Para empezar, Samih al-Q¨¢sim, nacido en 1939, permaneci¨® en Palestina toda su vida, rechazando un exilio que en muchas ocasiones le tent¨® y que le dol¨ªa cuando lo emprend¨ªan sus amigos, por ejemplo Mahmud Darwix. Las cartas que intercambiaron, a ratos amargas y a ratos llenas de complicidad y ternura, son un documento ¨²nico para comprender el surgimiento de los llamados ¡°poetas de resistencia¡±, movimiento que ambos encarnaron junto a Tawfiq Zayyad. En 1948, tras la Nakba, el desplazamiento forzoso de 800.000 palestinos a ra¨ªz de la creaci¨®n de Israel, la familia de al-Q¨¢sim pudo permanecer en su casa del pueblo de Rameh, en Galilea. Rameh forma parte de un pu?ado de poblaciones que sobrevivieron a la destrucci¨®n de la Nakba y que concentra hoy la mayor densidad de poblaci¨®n palestina de Israel.
As¨ª, Samih al-Q¨¢sim tuvo una nacionalidad, la israel¨ª, que siempre padeci¨® m¨¢s que disfrut¨®. Porque a la discriminaci¨®n general de ser palestino israel¨ª se sumaba en su caso otro conflicto menos evidente: el de ser druso en Israel. A diferencia de lo que sucede con el resto de los palestinos, el Estado de Israel otorga a la minor¨ªa drusa un estatuto especial que la obliga a una serie de compromisos, como el cumplimiento del servicio militar. Al-Q¨¢sim se opuso siempre a estos ¡°privilegios¡± y los denunci¨® como lo que son: un intento de dividir confesionalmente a los palestinos para negarles su car¨¢cter nacional. El movimiento objetor druso, con el tiempo cada vez m¨¢s fuerte, tuvo en al-Q¨¢sim a uno de sus principales promotores, por lo que pag¨® con la c¨¢rcel en varias ocasiones. Tambi¨¦n su peri¨®dico, Kull al-arab (Todos los ¨¢rabes), que dirig¨ªa en Nazaret, se vio afectado por cierres y censura de variado tipo.
La parte m¨¢s conocida de la obra po¨¦tica de al-Q¨¢sim es su poes¨ªa pol¨ªtica, hasta el punto de que ha llegado a eclipsar sus otros registros. Pero al-Q¨¢sim es autor asimismo de una poes¨ªa de reflexi¨®n filos¨®fica que se nutre de la tradici¨®n esot¨¦rica del islam druso. En la cosmolog¨ªa drusa, muy compleja, chi¨ª y neoplat¨®nica, se inspir¨® en busca de un significado que trascendiera la mendacidad de la realidad contempor¨¢nea, m¨¢s bien universal que palestina o ¨¢rabe. En general se considera que el t¨ªtulo m¨¢s representativo de su carrera, que comprende m¨¢s de 60 obras, no solo po¨¦ticas, es Persona non grata (1986), en el que precisamente se a¨²nan lo pol¨ªtico y lo filos¨®fico.
Como tantos poetas ¨¢rabes (al-Bayati, Qabbani), al-Q¨¢sim tuvo su peculiar relaci¨®n con Espa?a. Pero tambi¨¦n desde la originalidad. Aunque era un gran admirador de Lorca y Alberti, no tragaba sin m¨¢s con los t¨®picos hispanos. Recuerdo el gesto de absoluto rechazo que hizo una noche en Madrid, tras cenar cerca de la plaza de toros, al negarse a acercarse a verla. En esta ocasi¨®n, en el a?o 2000, hab¨ªa venido a participar en un seminario internacional sobre el proceso de paz que reuni¨® a intelectuales palestinos e israel¨ªes como Adel Samara y Michel Warschawski, que ya entonces daban por muerto el proceso de paz. La intervenci¨®n de Samih al-Q¨¢sim reivindicando la apuesta panarabista levant¨® sonrisas de conmiseraci¨®n. Sin embargo ¨¦l estaba convencido de que el futuro del mundo ¨¢rabe depend¨ªa de un proyecto com¨²n que hiciera frente a la descomposici¨®n pol¨ªtica y moral de sus ¨¦lites. El frustrado sue?o de las revoluciones de 2011 le ha dado la raz¨®n. Las viejas ¨¦lites est¨¢n desenmascaradas, aunque de momento no derrotadas. E intelectuales que tanto han luchado por un nuevo mundo ¨¢rabe, como Samih al-Q¨¢sim, no lo ver¨¢n.
Luz G¨®mez es profesora de Estudios ?rabes e Isl¨¢micos de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Babelia
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