El mito superviviente
El pr¨®ximo 28 de septiembre la estrella y ex 'sex-symbol' Brigitte Bardot cumple ochenta a?os
En la Feria Mundial de Bruselas de 1958 el pabell¨®n del Vaticano mostraba junto a una sala donde se exhib¨ªan santos, m¨¢rtires y otros paladines del Bien, otro espacio donde se mostraban algunos de los ejemplos del mal y la lujuria del mundo .Una fotograf¨ªa de Brigitte Bardot (Paris, 1934) bailando el mambo en la famosa escena de Y Dios¡cre¨® la mujer ilustraba este recinto de lascivia y perdici¨®n. S¨®lo hab¨ªan pasado dos a?os desde el estreno de la pel¨ªcula que hab¨ªa consagrado a aquella joven starlette que se paseaba por el Festival de Cannes como sex-symbol desatando la ¡°bardolat¨ªa¡±en todo planeta. ¡°Es el alma de nuestra ¨¦poca¡± hab¨ªa sentenciado el poeta Jean Cocteau mientras para la filosofa Simone de Beauvoir representaba una ¡°nueva forma de erotismo y sexualidad¡±.
El pr¨®ximo 28 de septiembre la actriz celebrar¨¢ su 80 cumplea?os retirada de la pantalla y de los flashes que durante a?os la persiguieron por tierra, mar y aire. Un alejamiento que no le ha impedido protagonizar enojosos enfrentamientos judiciales a causa de algunas de sus opiniones pol¨ªticas y abanderar campa?as medi¨¢ticas favor de los derechos de animales, ya sea denunciando la matanza de los bebes focas en el ?rtico o la caza de elefantes por el rey Juan Carlos.
M¨¢s all¨¢ de pol¨¦micas y combates ecologistas, la ahora octogenaria estrella sigue ocupando p¨¢ginas de revistas de moda y de tendencias como icono de moda y de estilo. Desde que Karl Lagerfeld ¡°resucitara¡± en la modelo Claudia Schiffer, temporada tras temporada, la iconograf¨ªa Bardot reaparece en la portada de una revista, reportaje o colecci¨®n de moda como fuente de inspiraci¨®n para estilistas y fot¨®grafos.
El cine hab¨ªa inventado y proyectado a la estrella, transformando la vida privada en p¨²blica y la real en m¨ªtica. Con Brigitte Bardot -como Marilyn Monroe al otro lado del Atl¨¢ntico- se configura un star system de carne y hueso donde los mitos bajan la tierra para sentarse como alumnos en una clase del Actor¡¯s Studio o tomar el sol en bikini en una playa de Saint-Tropez. Bardot como el ef¨ªmero James Dean abanderar¨¢n un nuevo estrellato que en vaqueros o falda canc¨¢n de tela de Vichy anuncia el nacimiento de la juventud como clase biol¨®gica. El rock and roll pone la banda sonora. Brigitte Bardot, James Dean, Elvis Presley, imponen una forma de vestir y peinarse a la juventud.
El ¡°terremoto Bardot¡± y la pel¨ªcula Y Dios¡cre¨® la mujer en mitad de los a?os cincuenta escrib¨ªa un nuevo prototipo y modelo femenino; un coctel de juventud, inocencia y sexo o nueva lectura de la ingenua libertina a cargo de un periodista llamado Roger Vadim que realizaba su debut en la direcci¨®n cinematogr¨¢fica. Vadim tensar¨¢ los l¨ªmites- con el consiguiente esc¨¢ndalo- de la moral burguesa en la Francia todav¨ªa de regusto petainista de la postguerra convirtiendo a su protagonista- y mujer- Brigitte Bardot en la mujer m¨¢s deseada y fotografiada del mundo.
Si Y Dios...cre¨® a la mujer no se apartaba de los c¨¢nones del cine acad¨¦mico franc¨¦s de los a?os cincuenta, una nueva generaci¨®n de realizadores bajo la etiqueta de Nouvelle Vague tomaran parte del modelo dise?ado por Vadim para la nueva Eva cinematogr¨¢fica en los rostros de Jeanne Moreau, Anna Karina, Bernadette Lafont, etc. Una hero¨ªna amoral que no inmoral y que hab¨ªa tenido su epifan¨ªa en la protagonista de la novela de Buenos d¨ªas, tristeza, de Fran?oise Sagan. Brigitte Bardot iluminar¨¢ esa juventud cinematogr¨¢fica que acompa?a el nacimiento de la Nouvelle Vague, pero que parad¨®jicamente acabar¨¢n protagonizando otros rostros femeninos.
Ajena a los cantos de sirena de Hollywood, Brigitte Bardot punt¨²a una carrera cinematogr¨¢fica de la mano de algunos de los grandes directores del cine acad¨¦mico franc¨¦s, Julien Duvivier, Claude Autant-Lara, Christian-Jaque, realizadores nueva ola, Louis Malle, Edouard Molinaro, Serge Bourguignon, etc. En La Verdad (Henri-Georges Clouzot) y Vida Privada (Louis Malle) la estrella lucha por exhibir su lado m¨¢s espiritual frente a esa imagen carnal que ha proyectado la pantalla. Godard con Le M¨¦pris descodifica en parte el mito imponi¨¦ndole una peluca morena a modo de m¨¢scara. Pero el simbolo es demasiado poderoso y el iconoclasta director no se resiste a reconstruirlo de nuevo: Caminando descalza y en bikini junto a las estatuas de la antig¨¹edad como la nueva diosa contempor¨¢nea.
En 1973, a punto de cumplir los cuarenta a?os, Brigitte Bardot se desped¨ªa de la pantalla con una comedia er¨®tica de ¨¦poca, Colinot trousse-chemise. El erotismo cinematogr¨¢fico estaba a punto de tomar otros caminos y audacias de la mano de una modelo holandesa llamada Sylvia Kristel .Para la historia del cine el mito Bardot dejaba una de las oberturas m¨¢s sensuales en la pel¨ªcula Le M¨¦pris. Una declaraci¨®n amorosa de Michel Piccoli y el trasero de Bardot como protagonistas. El sex-symbol ha pasado del seno pecaminoso de Vadim a la desnudez victoriosa de Godard.
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