La partitura perdida de Stravinski
Reaparece en el Conservatorio de San Petersburgo la composici¨®n orquestal ¡®Canto f¨²nebre¡¯ que el genio ruso escribi¨® en 1908
Canto f¨²nebre (Chant Fun¨¨bre en franc¨¦s o Pogrebal¡¯naya pesn¡¯ en ruso) es pura y simplemente el eslab¨®n perdido para comprender en toda su dimensi¨®n el fen¨®meno de ?gor Stravinski (Oranienbaum, Rusia, 1882¡ªNueva York, 1971). Ese giro personal hacia la modernidad desde la tradici¨®n decimon¨®nica rusa. Esa revoluci¨®n musical que emprendi¨® en 1910 con el estreno en Par¨ªs de El p¨¢jaro de fuego. Y que continu¨® cada vez con mayor intensidad los tres a?os siguientes con dos t¨ªtulos fundamentales: Petrushka y La consagraci¨®n de la primavera.Sigui¨® componiendo hasta finales de los sesenta, pero con esas tres obras le bast¨® para pasar a la historia.
En realidad, el hallazgo de las partes de orquesta de Canto f¨²nebre se produjo en oto?o pasado gracias a una remodelaci¨®n en el m¨ªtico Conservatorio de San Petersburgo que permiti¨® remover centenares de manuscritos musicales sin catalogar. La pericia de la music¨®loga Natalia Braginskaya, una destacada especialista rusa en Stravinski, unida a la profesionalidad de los bibliotecarios del centro de ense?anza musical de la antigua Leningrado, han permitido dar con esta composici¨®n orquestal de 1908 que se cre¨ªa perdida tras los rigores b¨¦licos de la Revoluci¨®n de 1917.
El hallazgo fue dado a conocer el pasado viernes dentro de un simposio de la Sociedad Internacional de Musicolog¨ªa celebrado precisamente en San Petersburgo. All¨ª se reivindic¨® el poder del estudio de los manuscritos para ahondar en el conocimiento de los grandes compositores y la ponencia de?Braginskaya fue un verdadero corolario de ello.
Esperanza
Stravinski tuvo siempre en vida la vaga esperanza de que la obra apareciera alg¨²n d¨ªa entre los fondos de una de las bibliotecas orquestales de San Petersburgo, tal como confes¨® a Robert Craft en su libro de 1959 titulado Memorias y comentarios. Y ten¨ªa toda la raz¨®n. Canto f¨²nebrese estren¨® en el Conservatorio peterburgu¨¦s en enero de 1909 durante un concierto dedicado a la memoria de Nicolai Rimski-Korsakov que dirigi¨® Felix Blumenfeld; lo recuperado ahora son precisamente las partichelas o partes sueltas manuscritas utilizadas por la orquesta del conservatorio en aquel estreno.
La historia se repite y algo similar sucedi¨® con la Sinfon¨ªa n¡ã 1 de Sergei Rachmaninov, considerada perdida hasta que se encontraron las partes orquestales de su estreno en 1944. Antes como ahora, ninguno de los dos compositores ha vivido para conocerlo.
Stravinski siempre tuvo una especial inclinaci¨®n hacia Canto f¨²nebre. En el referido libro de 1959 confiesa a Craft que era su mejor composici¨®n anterior a El p¨¢jaro de fuego y tambi¨¦n la m¨¢s avanzada.
Ello concuerda con los comentarios publicados por los cr¨ªticos tras su estreno, que alabaron la orquestaci¨®n pero condenaron su frialdad claramente ajena a los postulados postrrom¨¢nticos imperantes. Y ello especialmente al tratarse de una obra f¨²nebre donde el disc¨ªpulo lamenta la muerte del maestro. Nicolai Bernstein indic¨® en Peterburgskaya Gazeta, con no poca sorna, que la obra era todo menos ¡°un clamor del coraz¨®n¡±.
Primeros pasos
A sus 26 a?os, un Stravinski apenas conocido en Rusia daba con firmeza sus primeros pasos como compositor dejando levemente a un lado la tradici¨®n a la que pertenec¨ªa. Esa insolencia unida a un novedoso manejo de la orquestaci¨®n con tintes impresionistas es lo que atrajo a Sergei Diaghilev, quien le propuso unirse a sus Ballets Rusos y viajar a Par¨ªs en 1909. Inicialmente su labor consisti¨® simplemente en orquestar piezas de Chopin, aunque pronto se embarc¨® en la composici¨®n de El p¨¢jaro de fuego, donde recondujo su herencia nacionalista rusa hacia una estela sonora que se vincula m¨¢s con Scriabin.
Maestro del siglo XX
?gor Stravinski naci¨® en Oranienbaum (Rusia) el 17 de junio de 1882 y muri¨® en Nueva York el 6 de abril de 1971.
Principales obras. Ballet: El p¨¢jaro de fuego (1910), Petroshka (1911), La consagraci¨®n de la primavera (1913), El ruise?or (1914), Renard (1916), El beso del hada (1928)... M¨²sica de c¨¢mara: Historia de un soldado (1919)... M¨²sica de escena: Edipo Rey (1927),? La carrera del libertino (1951), El diluvio (1962)...
Libro. Escribi¨® Po¨¦tica musical, con Alexis Roland-Manuel.
En Petrushka combinar¨ªa despu¨¦s danzas y cantos populares con un lenguaje musical plagado de impresionantes juegos t¨ªmbricas como resultado de la mezcla y yuxtaposici¨®n de ideas, lo que abri¨® camino hacia la bitonalidad y el primitivismo r¨ªtmico que ti?en de modernidad La consagraci¨®n de la primavera, sin duda su propuesta m¨¢s novedosa y duradera a pesar de que su estreno, el 29 de mayo de 1913 en el Teatro de los Campos El¨ªseos de Par¨ªs, constituy¨® (y sigue haci¨¦ndolo) uno de los esc¨¢ndalos m¨¢s sonados de la historia de la m¨²sica.
Aunque Canto f¨²nebre represente el nexo entre la tradici¨®n y la modernidad en Stravinski, todav¨ªa no es posible escucharla. Sobre el hallazgo de esta temprana composici¨®n exhumada de Stravinski escribi¨® Stephen Walsh, otro relevante especialista en el compositor, algunas impresiones en The Guardian, claramente a partir de lo presentado por?Braginskaya en el referido simposio.
Seg¨²n parece, el tesoro rescatado en San Petersburgo es una obra lenta, procesional, t¨ªmbricamente dialogada y llena de contrastes. Un verdadero juego de sonoridades donde, seg¨²n explic¨® el propio Stravinski en su Autobiograf¨ªa, cada instrumento solista de la orquesta va desfilando con su propia melod¨ªa como si portara una corona de flores a la tumba del maestro.
Sin embargo, las influencias en la obra no se limitan a Rimski-Korsakov, sino tambi¨¦n a Richard Wagner. Una influencia que el propio Stravinski no habr¨ªa admitido de buena gana a?os despu¨¦s...
Babelia
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