Avalancha po¨¦tica en el certamen literario

El Festival E?e 2015 ha comenzado con versos. Han sido unos de Ren¨¦ Char, le¨ªdos por el escritor, periodista y director de este certamen, Manuel Rivas: ¡°Tienes prisa por escribir, / como si fueras con retraso respecto de la vida¡±. Empezar con poes¨ªa nunca es mal inicio y en el E?e lo saben bien. Dentro de la programaci¨®n alternativa que se ofrece estos d¨ªas, destacan las lecturas po¨¦ticas. ¡°Este festival es necesario desde el momento en que todos somos enfermos del lenguaje¡±, explica el poeta mexicano Jes¨²s Carmona Robles unos minutos antes de comenzar su recital. ¡°El poema no existe si no sale de tu voz. La poes¨ªa es, a fin de cuentas, m¨²sica¡±, remata el autor de Poemas para ahuyentar a Sat¨¢n (El Gaviero Ediciones), mientras sube nervioso al escenario. Una vez instalado en ¨¦l, homenajea a Gamoneda y al poeta iran¨ª Mohsen Emadi, para despu¨¦s leer compulsivamente sus propios poemas. ¡°Carmona Robles parece sacado de una novela de Roberto Bola?o¡±, murmuran en el auditorio.

Una poeta embarazada sube a las tablas y comienza a leer versos en euskera. Es Leire Bilbao, hija, sobrina y nieta de arrantzales. Confiesa que disfruta leyendo poemas ¡ªsobre todo, los de otros¡ª y que su pasado en el mundo de la improvisaci¨®n oral le abri¨® las puertas de la poes¨ªa. ¡°Vengo de un mundo de tradici¨®n oral. Con el tiempo, cambi¨¦ las plazas por la soledad del escritorio¡±, sostiene la autora del poemario Scanner (Susa Editorial).

Jos¨¦ Mar¨ªa Garrido es uno de los poetas m¨¢s seguidos en las redes sociales. Hoy ha tomado cuerpo y voz leyendo los versos de su libro La qu¨ªmica o el amor (Editorial Chiado). Este directivo de una importante empresa del sector sanitario y poeta en sus ratos libres ¡ªconfiesa que escribe en hoteles y aeropuertos¡ª est¨¢ convencido de que ¡°la poes¨ªa es una gran fuerza revolucionaria que deber¨ªa mover el mundo¡±. ¡°Nuestros pol¨ªticos, de hecho, deber¨ªa hablar m¨¢s de poes¨ªa¡±.

Algunos espectadores prefieren escuchar los poemas sentados en el suelo con las piernas cruzadas, como si estuvieran oyendo un cuento en mitad de la noche. Otros se apoyan en las enormes columnas de este sal¨®n del Circulo de Bellas Artes de Madrid, convertido en la biblioteca m¨¢s fascinante y viva del momento. Sus rostros son de asombro y fascinaci¨®n. ¡°Es muy extra?o que un grupo de gente se re¨²na para escuchar a otra gente hablar, ?no?¡±, afirma una joven sentada en primera fila. En verdad, casi un milagro.