Jonas Jonasson: ¡°Si vi¨¦ramos la verdad, saltar¨ªamos de una roca¡±
El autor de 'El abuelo que salt¨® por la ventana y se larg¨®' publica nuevo libro, 'El mat¨®n que so?aba con un lugar en el para¨ªso'
El fr¨ªo que trae la gran nevada en Gotland, una isla sueca en mitad del B¨¢ltico, Jonas Jonasson lo apacigua dentro de su casa de campo con unos le?os en la chimenea de la cocina. Est¨¢ sentado en una mesa grande decorada con un jarr¨®n de peque?as rosas rojas y beis.
En esta ma?ana de invierno aparece el lado lac¨®nico y reivindicativo del escritor que ha hecho del humor y la iron¨ªa su camino literario. Y su arma para reflexionar o denunciar problemas del Estado y la sociedad. Al mismo tiempo, pone al lector frente a aspectos pol¨¦micos de la condici¨®n humana, porque, cree, ¡°el ser humano no es malo, es est¨²pido¡±.
En la exploraci¨®n del drama enmascarado de humor est¨¢ el germen de la narrativa de Jonasson (V?xj?, Suecia, 1962), desde aquel 2009, cuando irrumpi¨® en el mundo con su exitoso El abuelo que salt¨® por la ventana y se larg¨®, del que ha vendido 13 millones de ejemplares. Luego sigui¨® con La analfabeta que era un genio de los n¨²meros (2013), y ahora vuelve al ataque con El mat¨®n que so?aba con un lugar en el para¨ªso (Salamandra en espa?ol y editorial Catedral en catal¨¢n).
Periodista y escritor
Per Ola Jonasson, m¨¢s conocido como Jonas Jonasson, naci¨® en 1962 en V?xj? (Suecia). Tras estudiar sueco y espa?ol, trabaj¨® como periodista en el diario V?xj? Sm?landsposten y, posteriormente, en Expressen.
En 1996 fund¨® una compa?¨ªa de medios de comunicaci¨®n, OTW. A pesar del ¨¦xito, termin¨® vendi¨¦ndola acorralado por el estr¨¦s y el agobio.
Su primer libro, El abuelo que salt¨® por la ventana y se larg¨®, vendi¨® 13 millones de ejemplares.
Jonasson da aqu¨ª un salto m¨¢s combativo, rebelde y cr¨ªtico, aderezado con ese humor natural que tienen las cosas corrientes y serias si se sabe mirar m¨¢s all¨¢ de lo obvio. El humor que anida en el drama, lo absurdo o lo extraordinario de la vida. Eso s¨ª, son historias con aire de esperanza y optimismo.
Su capacidad de fabulaci¨®n apunta esta vez a una cr¨ªtica de la manipulaci¨®n de las religiones y del periodismo sensacionalista. Cuenta la historia de un mat¨®n reci¨¦n salido de la c¨¢rcel que se asocia con un joven perdedor y recepcionista de hotel y una reverenda que no cree en Dios. Los tres hacen un periplo f¨ªsico por Suecia, por diferentes estados de la fe, de algunas instituciones oficiales y del sistema y, claro, por la moral propia y de la sociedad.
Un recorrido que Jonasson desanda, ahora, en su casa cerca de la ciudad de Visby, donde vive hace cinco a?os. Aborda tres misterios de la condici¨®n humana. Lo primero que intenta demostrar es que lo absurdo de su argumento y las contradicciones de sus personajes no lo son tanto, y son tan reales como algunos episodios recientes y situaciones actuales.
Cita, entonces, el caso de la muerte del le¨®n Cecil, en ?frica, el verano pasado, ¡°cuya cacer¨ªa casi movi¨® m¨¢s cr¨ªticas de solidaridad e indignaci¨®n en el mundo que las muertes y penurias de miles de refugiados que entraban, y entran, en Europa procedentes de Siria y otras zonas en conflicto. Se ahogaban miles de personas en el Mediterr¨¢neo y no pasaba mayor cosa. Pero tuvo que haber una imagen, la del ni?o ahogado en una playa de Turqu¨ªa, en septiembre, para que la gente reaccionara. ?Y qu¨¦ ha pasado? Nada, todo sigue igual. El ser humano no es malo, es est¨²pido¡±.
Es uno de los m¨¢s populares escritores suecos sin tocar el g¨¦nero polic¨ªaco
Jonasson se muestra especialmente indignado y dolido por la situaci¨®n de los refugiados. ¡°Suecia, Alemania y Austria son los ¨²nicos pa¨ªses que de manera seria han reaccionado a la tragedia. Si el resto de Europa hubiera asumido de manera com¨²n su responsabilidad¡ Sin embargo, vamos en el camino opuesto. Es una pol¨ªtica aislacionista con tendencia fascista¡±, se lamenta el escritor.
Una situaci¨®n que Jonasson encadena con un segundo misterio: el gusto por la lectura de sucesos y violencia que algunos medios de comunicaci¨®n explotan. Lo dice una persona que siempre fue periodista, trabaj¨® en el tabloide sueco Expressen, fue consultor de medios y cre¨® una productora de televisi¨®n que decidi¨® vender acorralado por el estr¨¦s y el agobio de la responsabilidad ante unos cien empleados. Luego empez¨® a buscar al escritor que, asegura, siempre ha llevado dentro.
¡°El periodismo puede tener su doble moralidad, pero este periodismo timorato que describo en la novela no miente. Si hay que acusarlos de algo es de no asumir su responsabilidad en grado suficiente¡±, asegura el autor sueco. Pero luego se pregunta: ¡°?Qui¨¦n soy yo para juzgar que la gente quiera informaci¨®n sobre ciertos hechos triviales o violentos? Es como la pregunta de qu¨¦ fue primero, si el huevo o la gallina¡±.
¡°El ser humano no es malo, es est¨²pido¡±, dice desde su refugio en el B¨¢ltico
Este enigma lo lleva a otro a¨²n mayor. A uno, afirma Jonasson, m¨¢s dram¨¢tico: los delirios ante las interpretaciones de las religiones. ¡°Pienso bien y respeto la fe que tiene o practica cada individuo. Es el mal uso que dan algunos de ella para obtener poder lo que lo estropea. Vivimos en un tiempo que no est¨¢ muy bien en ese aspecto¡±, dice el autor sueco que hace una referencia personal.
Su mirada se pierde en la nevada que sigue cayendo tras la ventana de la cocina pero no deja de abundar en su reflexi¨®n sobre el hecho religioso: ¡°Yo no creo en Dios, pero veo a Jesucristo en el cuerpo de uno de mis hermanos porque tiene fe en ¨¦l. No hace da?o a nadie. Es una manipulaci¨®n de la religi¨®n como arma pol¨ªtica. Y ese problema se vuelve de m¨¢s inter¨¦s cuando vemos la rapidez con que los hechos se transmiten en la red. Si existe un Dios, no lo tiene f¨¢cil¡±.
Es su forma de mostrar ciertas zonas sombr¨ªas o vergonzosas del ser humano, a las cuales el escritor se acerca con humor, sorna e iron¨ªa. ¡°Lo hago como una manera de tomar nuestra propia medicina. El humor sirve, porque si vi¨¦ramos la verdad saltar¨ªamos de una roca. Es pensar que cada d¨ªa se puede ser mejor, pero nunca se llega a estar bien¡±.
Son los misterios que explora Jonas Jonasson que descubri¨®, hacia los 20 a?os, el verdadero placer de leer un libro de principio a fin para volver a empezarlo. Esa gracia se la debe a Milan Kundera y su La insoportable levedad del ser. De ah¨ª salen algunas letras del ADN de uno de los escritores suecos m¨¢s populares sin dedicarse a la novela negra.
Babelia
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