Cinco a?os sin Elizabeth Taylor
TCM recuerda a la int¨¦rprete de manera especial con la emisi¨®n durante todo el d¨ªa de algunas de sus mejores pel¨ªculas
Hace cinco a?os que muri¨® Elizabeth Taylor y con ella desapareci¨® uno de los ¨²ltimos grandes mitos del cine cl¨¢sico. Una actriz que lo tuvo todo: talento, belleza, glamour y una vida sentimental agitada, seguida muy de cerca por la prensa. Se forj¨® adem¨¢s una fecunda y larga carrera profesional repleta de ¨¦xitos. Comenz¨® a actuar con once a?os hasta convertirse en una estrella infantil gracias a t¨ªtulos como La cadena invisible, Fuego de Juventud o El coraje de Lassie. ¡°No tuve ni?ez y eso te hace sentir diferente porque no tienes los mismos recuerdos que la mayor¨ªa de las personas. En ocasiones echo en falta las experiencias de la infancia¡±, dijo en una ocasi¨®n.
Elizabeth Taylor se convirti¨®, ante los ojos de los espectadores, en una joven y bell¨ªsima estrella de Hollywood. Hoy, tras cinco a?os sin Liz Taylor, TCM quiere recordarla de manera especial con la emisi¨®n durante todo el d¨ªa de algunas de sus mejores pel¨ªculas, aquellas que cimentaron su leyenda, con t¨ªtulos como Mujercitas, Reflejos en un ojo dorado, El padre de la novia, Gigante y La gata sobre el tejado de zinc. Cuando film¨® este ¨²ltimo largometraje ten¨ªa tan solo 26 a?os; se hab¨ªa divorciado de sus dos primeros maridos, Conrad Hilton Jr. y Michael Wilding y acababa de enviudar de su tercer esposo y padre de tres hijos, Michael Todd, que falleci¨® tr¨¢gicamente en un accidente de avi¨®n.
En 1961 gan¨® su primer Oscar por Una mujer marcada. Ya por entonces estaba casada nuevamente, su cuarto matrimonio, con Eddie Fisher, exmarido de su gran amiga Debbie Reynolds. Poco tiempo despu¨¦s, durante el rodaje de Cleopatra, conoci¨® al hombre de su vida, Richard Burton. Los dos protagonizaron uno de los romances m¨¢s escandalosos de la historia del cine que desat¨® las cr¨ªticas del Senado estadounidense y del Vaticano. Se casaron en 1964 y su amor, sus peleas y sobre todo las joyas que Richard Burton le regal¨®, se convirtieron en el centro de la atenci¨®n mundial.
Juntos hicieron diez pel¨ªculas. En ?Qui¨¦n teme a Virginia Woolf?, por la que gan¨® su segundo Oscar, se meti¨® en el papel de una esposa alcoh¨®lica. El film conten¨ªa di¨¢logos que parec¨ªan sacados de las mism¨ªsimas discusiones de alcoba que manten¨ªa frecuentemente con Burton. Se divorciaron en 1974. Un a?o despu¨¦s volv¨ªan a casarse, pero acabaron separ¨¢ndose definitivamente en julio de 1976.
Poco a poco se fue retirando del cine, pero continu¨® reinvent¨¢ndose. Se convirti¨® en una de las personalidades m¨¢s activas en la lucha contra el SIDA, una labor por la que fue galardonada con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n. Sus dos ¨²ltimos maridos fueron un pol¨ªtico, John Warner, y un trabajador de la construcci¨®n, Larry Fortensky, al que conoci¨® en una de sus habituales estancias en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n.
De ella se dijo que pose¨ªa los ojos m¨¢s bellos de la historia del cine, unos ojos de color violeta. Parec¨ªa una mujer fr¨¢gil, y de hecho sufri¨® diversos percances f¨ªsicos que la llevaron varias veces al borde de la muerte. Pero se aferr¨® a la vida, como su personaje de Maggie, la gata, hasta el ¨²ltimo minuto de su existencia. Hasta ese 23 de marzo de 2011, hace ahora cinco a?os.
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