Novela negra euromediterr¨¢nea
Las nuevas novelas de Manzini, Lemaitre y Silva demuestran la internacionalizaci¨®n del g¨¦nero policial con historias salpicadas de blanqueadores de dinero y traficantes de personas y armas
En el punto en el que convergen negocios y delincuencia sit¨²a Antonio Manzini (Roma, 1964) Una primavera de perros. Una constructora, campeona de las obras p¨²blicas, ve c¨®mo los bancos la asfixian y la ponen en manos de usureros que ans¨ªan tragarse la empresa. Estamos en Aosta, pero los malos son mafiosos calabreses. A la operaci¨®n financiera se a?ade el secuestro de una estudiante de 18 a?os, violada, encapuchada y atada a una silla en una casucha g¨¦lida. Nadie sabe d¨®nde est¨¢: los encargados de ejecutar el rapto murieron por azar en la carretera.
El polic¨ªa que lleva el caso es el subjefe Rocco Schiavone, a quien conocimos en Pista negra, y que se atiene a esa tradici¨®n de la novela criminal que exige que el detective tenga algo de bicho raro. Su historial profesional es deslumbrante, pero por motivos disciplinarios ha sido desterrado a Aosta: ¡°Dios y todos los santos maldigan esta ciudad y este fr¨ªo de los cojones¡±. La causa del castigo no son los vicios de Schiavone, funcionario ejemplar que empieza el d¨ªa religiosamente con su ¡°oraci¨®n laica de todas las ma?anas¡±, es decir, fum¨¢ndose un porro. Honrado a su estilo, roba droga y dinero de los decomisos. Vive con el fantasma de su mujer muerta y duerme en casas ajenas, mujeriego irremediable. Pega. Allana domicilios. No pide permiso al juez: ¡°Eso es en la televisi¨®n, no en la vida real¡±. Influencias pol¨ªticas lo han echado de Roma.
No menos excepcional es el polic¨ªa de Pierre Lemaitre (Par¨ªs, 1951), el comandante Camille Verhoeven, un hombre con verdadera mala suerte en su vida amorosa: a sus enamoradas las matan. Camille es la culminaci¨®n de Ir¨¨ne, lejana primera entrega de las aventuras del comandante, y cuenta una historia de falsedad y venganza cuatro a?os y dos novelas despu¨¦s del asesinato de Ir¨¨ne, la mujer de Camille. Tambi¨¦n Verhoeven tiene sus rarezas: enga?a a sus superiores, inventa confidentes, se salta las normas, dibuja con genio y, por dispensa especial, las fuerzas del orden lo admitieron a pesar de que mide poco m¨¢s que un Mauser.
Tanto Una primavera de perros como Camille funcionan sobre un entrecruzamiento de voces. En la novela de Antonio Manzini, la voz del narrador en tercera persona habla en pasado, pero la voz interior de la secuestrada suena en presente y se desdobla entre la lucha por desatarse y sobrevivir y el deseo de rendirse. Pierre Lemaitre recurre a tres puntos de vista y dos voces, siempre en presente, y la segunda voz pertenece al criminal: como en un videojuego de disparos, el jugador-lector ve con los ojos del personaje del juego-relato, un asesino compulsivo con una escopeta de repetici¨®n. Lemaitre entra en sus personajes, pero nunca permite que piensen en lo que m¨¢s los acucia, porque ser¨ªa descubrirnos el asunto secreto de la historia: el enamoramiento como p¨¦rdida del sentido de la realidad.
Todos los t¨ªtulos, de tan bien escritos, corren el riesgo de ser asesinados por su propia correci¨®n
Hay parodia y humor en estas novelas. El criminal dispara contra la testigo del atraco a una joyer¨ªa bajo una vidriera que representa una escena de caza: dos jinetes acosan a un ciervo. La testigo quiere huir como un sanguinolento zombi gimiente y una aprendiza de peluquera reproduce sus gemidos ante el comandante Verhoeven: ¡°Los peatones descubren a un polic¨ªa de un metro cuarenta y cinco y a una joven peluquera que lanza gemidos org¨¢smicos¡±. Si Pierre Lemaitre pormenoriza los da?os que producen sus asesinos quir¨²rgicos (¡°Le corto primero el me?ique. A la altura de la segunda falange¡±), Antonio Manzini caricaturiza en Pista negra las descripciones minuciosas de cad¨¢veres destrozados propias de la novela criminal vigente: a prop¨®sito de un cuerpo machacado por una m¨¢quina pisanieves, lo m¨¢s preciso que el polic¨ªa llega a decir es que le recuerda un cuadro de Alberto Burri. A Lemaitre sus personajes le sugieren pinturas de Giotto o de Holbein. Las alusiones culturalistas alcanzan al propio g¨¦nero policiaco: H¨¦rcules Poirot se?alaba al asesino entre todos los sospechosos reunidos en el sal¨®n de la casa, y el subjefe Schiavone aprovecha la reuni¨®n de toda la parroquia en el funeral por un hostelero para identificar a sus asesinos.
El ya veterano subteniente Bevilacqua, de la Guardia Civil, cita a Kafka, a Dino Buzzati, a Mad Men y, sin nombrarlo, al canciller L¨®pez de Ayala en Donde los escorpiones. Su creador, Lorenzo Silva (Madrid, 1966), lo ha mandado a Afganist¨¢n, ¡°parque tem¨¢tico del horror¡±, a investigar el degollamiento de un sargento del contingente espa?ol. Estas novelas euromediterr¨¢neas demuestran tanto la internacionalizaci¨®n del g¨¦nero negro como la del crimen, salpicadas de malhechores rumanos, turcos y serbios, blanqueadores de dinero y traficantes de personas y armas, aunque el m¨®vil de los delincuentes siga ci?¨¦ndose en lo esencial a los pecados capitales de siempre: la soberbia, la codicia y la lujuria.
Si el guardia civil Bevilacqua es poco convencional, tambi¨¦n lo es el novelista Lorenzo Silva. En contra de las leyes del g¨¦nero policiaco, no se deja llevar por el apremio de la acci¨®n trepidante: su investigador y narrador en primera persona no teme demorarse despidi¨¦ndose de la familia y cavilando sobre cuestiones morales y geopol¨ªticas. Incluye bibliograf¨ªa sobre el problema afgano. Describe minuciosamente el campamento militar en Herat. La investigaci¨®n del asesinato empieza pasada la p¨¢gina 100. Los primeros sospechosos comparecen 40 p¨¢ginas despu¨¦s. A pesar de que, tan bien escritas, corran peligro de morir asesinadas por su propia correcci¨®n, las novelas de Silva, Lemaitre y Manzini se salen felizmente de lo com¨²n.
Una primavera de perros. Antonio Manzini. Traducci¨®n de Regina L¨®pez y Julia Osuna. Salamandra. Barcelona, 2016. 284 p¨¢ginas. 18 euros.
Pista negra. Antonio Manzini. Traducci¨®n de Teresa Clavel Lled¨®. Salamandra. Barcelona, 2015. 252 p¨¢ginas. 17 euros.
Camille. Pierre Lemaitre. Traducci¨®n de Juan Carlos Dur¨¢n Romero. Alfaguara. Madrid, 2016. 314 p¨¢ginas. 18,90 euros.
Donde los escorpiones. Lorenzo Silva. Destino. Barcelona, 2016. 350 p¨¢ginas. 19 euros.
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