Amores Perros

Los perros ya pueden ir al cine. Al menos hoy en Madrid en sesi¨®n ¨²nica para ver Mascotas, una pel¨ªcula familiar de animaci¨®n¡­ tolerada para perros y otros animales dom¨¦sticos. De haberse elegido para esta peculiar sesi¨®n la pel¨ªcula h¨²ngara White God, premiada hace dos a?os en el festival de Cannes, el resultado podr¨ªa haber sido catastr¨®fico ya que en ella se cuenta la sangrienta venganza de unos perros abandonados contra sus enemigos los hombres. Pero quiz¨¢s tambi¨¦n Mascotas tenga problemas, puede que les d¨¦ ideas para gamberrear en casa cuando se quedan solos, tanto perros como gatos y canarios.

En los dibujos animados los animales siempre han tenido caracter¨ªsticas humanas, desde la inocencia l¨ªmpida hasta esa retorcida maldad exclusiva de las personas. Los animales de cine de carne y hueso, sin embargo, tienden m¨¢s al personaje heroico y ejemplar: por hablar de perros, los famosos Rin Tin Tin, Rex, Beethoven, el chihuahua Papi, y aquel inolvidable Pippin de la tele que hac¨ªa su maletita y se iba de casa ante el abandono de su amo ni?o que prefer¨ªa pasarse el d¨ªa viendo la tele. Un perro did¨¢ctico.

Veremos c¨®mo transcurre el experimento canino de esta tarde. Si estos ins¨®litos invitados se callan d¨®cilmente u optan por ladrar, si comen palomitas o ligan entre ellos aprovechando la oscuridad de la sala. La convocatoria suena a disparate pero al menos es un acto imaginativo para atraer espectadores que puedan propagar luego las posibles excelencias de la pel¨ªcula. En el dif¨ªcil mercado de nuestros d¨ªas no vienen mal propuestas que llamen la atenci¨®n. Demasiado acostumbrados estamos a la rutina de estrenos que en muchos casos pasan desapercibidos a pesar de su val¨ªa por culpa de unas promociones sin gracia y, lo que es peor, sin dinero para lucirlas con brillantez. No solo ocurre con el cine espa?ol aunque este suele ser el m¨¢s perjudicado, sino igualmente con otras cinematograf¨ªas que son distribuidas por profesionales valiosos pero sin recursos suficientes. De ah¨ª que sea oportuno que las ayudas oficiales tengan en cuenta este apartado del gasto de la promoci¨®n de las pel¨ªculas, que en algunos pa¨ªses es a veces comparable al costo de su producci¨®n. De otra manera podr¨ªan acabar los cines siendo una r¨¦plica de las ermitas de san Ant¨®n, incluso con cura bendiciendo a las criaturas.