El D¨²o Din¨¢mico hace bailar al Sonorama con su pop intergeneracional

A veces, sucede que la m¨²sica consigue hermanar a generaciones. A veces, sucede que un concierto del D¨²o Din¨¢mico en 2016 en un festival repleto de j¨®venes no es un boutade, y consigue su prop¨®sito: divertir al personal hasta hacerlo bailar al ritmo de cl¨¢sicos pop como Resistir¨¦, 15 a?os tiene mi amor o Eres t¨².

Lo de anoche en el Sonorama Ribera ten¨ªa todos los visos de convertirse en una pifia. Sobre el escenario, el D¨²o Din¨¢mico, Manolo y Ram¨®n, a sus casi 80 a?os, rodeados de chavaler¨ªa que no hab¨ªan nacido cuando ellos ya anunciaron su primera separaci¨®n, all¨¢ por los primeros setenta. Una pifia porque parec¨ªa que su inclusi¨®n en el atractivo cartel del festival m¨¢s importante del pop-rock de la m¨²sica espa?ola actual ol¨ªa m¨¢s a jugada estrat¨¦gica para ganarse el titular que a razonamiento fundado. Pero no. El D¨²o Din¨¢mico, esa pareja que hizo bailar a todo el mundo en los guateques de la Espa?a en blanco y negro, triunf¨® con la f¨®rmula que mejor maneja desde que debutaron en un lejano 1958. Triunfaron con un pop sencillo y, en ocasiones, plet¨®rico.

As¨ª sucedi¨® de primeras cuando arrasaron con un inicial Resistir¨¦, acompa?ados de Alberto Gim¨¦nez, cantante de Miss Caffeina, una de las bandas m¨¢s punteras del pop indie de nuestros d¨ªas. El himno de supervivencia fue coreado por todo el recinto mientras todav¨ªa se o¨ªan aplausos por su entrada al escenario. Luego, llegaron 15 a?os tiene mi amor, Esos ojitos negros o Bye Bye Love. Uno de los momentos m¨¢s especiales lleg¨® con Eva de Amaral, con la que interpretaron Amor de verano.

Guitarras certeras, voces resistiendo el paso del tiempo y, sobre todo, una propuesta de hedonismo pop de la mejor categor¨ªa. Supieron jugar sus cartas Manolo y Ram¨®n, tanto que se autoproclamaron los primeros indies de Espa?a con el benepl¨¢cito del personal.

Hicieron un gui?o a Massiel en una euf¨®rica La la la y otro a Julio Iglesias en Soy un truhan soy un se?or, mientras se ve¨ªa aplaudir a se?oras y se?ores de muy avanzada edad entre las primeras filas. Pero nada comparado con la traca pop de Quisiera ser, Oh Carol o Somos J¨®venes. Se sab¨ªan tan seguros que cerraron como empezaron: con un Resistir¨¦ repleto de fanfarria y todo el personal bailando y coreando la letra.

Pod¨ªa haber sido un chiste pero fue un verdadero homenaje al pop como prop¨®sito vital, como elemento intergeneracional. El D¨²o Din¨¢mico, todav¨ªa haciendo bailar a todos con su alegr¨ªa juvenil. Qui¨¦n narices lo dir¨ªa.