Se entrega el autor del robo de las joyas de los premios Goya
Un trabajador de la empresa de iluminaci¨®n ha confesado la sustracci¨®n y ha devuelto las alhajas
Un t¨¦cnico de iluminaci¨®n de la empresa Iluni¨®n se ha entregado esta tarde en la comisar¨ªa como supuesto autor del robo de las joyas de la gala de los Premios Goya, seg¨²n han confirmado fuentes policiales. El arrestado ha confesado el delito y ha asegurado que no forz¨® la puerta, ya que se la encontr¨® abierta.
El supuesto autor del robo ha acudido a las ocho de la tarde a la comisar¨ªa del distrito madrile?o de San Blas, acompa?ado de un jefe de producci¨®n, y ha entregado las alhajas, que hab¨ªan sido valoradas en 30.000 euros. Este hombre, del que solo se conoce que tiene unos 50 a?os y carece de antecedentes policiales, trabaja en una empresa auxiliar para el montaje y desmontaje de la luz, seg¨²n fuentes de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid.
El hombre, que se ha confesado autor del robo, ha asegurado que vio la puerta abierta y que se meti¨® en la habitaci¨®n. Se encontr¨® las cajas de las joyas y pens¨® que se trataba de "baratijas", seg¨²n su versi¨®n. Por eso, se las llev¨® para "tenerlas de recuerdo". Al comprobar todo el revuelo que se hab¨ªa formado y al saber del alto valor que ten¨ªan las joyas, decidi¨® confesar a sus jefes lo que hab¨ªa ocurrido y entregarse a la polic¨ªa.?
El autor confeso del robo ha asegurado a los agentes que ha participado ¨¦l solo en el robo y que las cajas estaban detr¨¢s de un monitor de televisi¨®n. Esto reforzaba su idea de que las alhajas eran bisuter¨ªa y no ten¨ªan un valor muy alto.
El t¨¦cnico ha prestado declaraci¨®n ante los agentes del Grupo de Polic¨ªa Judicial de la comisar¨ªa de San Blas, que se hicieron cargo de las investigaciones despu¨¦s de que se denunciara el robo. Los agentes pidieron el listado de trabajadores que ten¨ªan acceso a las habitaciones del hotel Auditorium Marriott, donde se celebr¨® la noche del pasado s¨¢bado la gala de los Premios Goya. Estas estancias hab¨ªan sido alquiladas por la organizaci¨®n para que los participantes en la celebraci¨®n se pudieran cambiar y arreglar antes de salir al escenario.?
El detenido ser¨¢ acusado, probablemente, de un delito de hurto, ya que no ha empleado la fuerza para sustraer las joyas. Adem¨¢s, se le puede aplicar la atenuante de confesi¨®n, lo que tambi¨¦n le reduce la condena. Este delito est¨¢ tipificado en el art¨ªculo 234 del C¨®digo Penal y recoge una condena de seis a 18 meses de prisi¨®n, si el valor de lo sustra¨ªdo supera los 400 euros. Las joyas estaban tasadas en 30.000 euros. Pasar¨¢ a disposici¨®n del juzgado de guardia de detenidos a lo largo de la ma?ana de ma?ana, cuando los investigadores terminen el atestado. Lo m¨¢s probable es que, dados la entidad del robo y la ausencia de antecedentes policiales, quede en libertad con cargos a la espera de ser citado por el juzgado que instruya el caso.
Sin c¨¢maras de vigilancia
Uno de los principales problemas con el que se encontraron los agentes es que la zona carec¨ªa de sistemas de videovigilancia, por lo que carec¨ªan de pruebas audiovisuales para ver qui¨¦n entr¨® y sali¨® de la habitaci¨®n y pudo ser el autor del robo.?
La Academia de Cine hab¨ªa denunciado el pasado lunes que el valor de las joyas era de 30.000 euros. Se trataba de?cuatro pares de gemelos, una sortija y un juego de pendientes que hab¨ªan sido prestados para el evento por la Joyer¨ªa Su¨¢rez. Las joyas no fueron utilizadas por ning¨²n protagonista de la gala o la alfombra roja, sino que hab¨ªan sobrado de entre las que la marca prest¨® para la ceremonia. Se quedaron en una de las habitaciones.
Los responsables de la gala no se percataron de su ausencia hasta que el lunes por la ma?ana se dedicaron a recoger todos los enseres que hab¨ªa en la habitaci¨®n. Al abrir las cajas en las que supuestamente ten¨ªan que estar las joyas, estas se encontraban vac¨ªas. La denuncia la pusieron el responsable de la gala y el jefe de seguridad del hotel Auditorium Marriott. Estos mantuvieron que el robo se produjo entre las diez de la noche (hora en que comenz¨® el acto) y las nueve de la ma?ana del lunes, cuando se comprob¨® que no estaban.
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