¡®Pasmoso¡¯, un indulto pirot¨¦cnico
M¨¢s de la mitad de las 22 orejas concedidas en nueve festejos no tiene ning¨²n valor
De las 22 orejas cortadas en las siete corridas de toros y las dos novilladas celebradas, m¨¢s de la mitad solo cuenta para la estad¨ªstica. M¨¢s all¨¢ de los n¨²meros, no tienen ning¨²n valor real. De esas casi dos docenas de orejas, alguna de las obtenidas por Diego Carretero (novillero), Andy Younes (novillero), ?lvaro Lorenzo, Padilla, Paco Ure?a, Rom¨¢n, Perera, Roca Rey, Gin¨¦s Mar¨ªn y El Juli, se salvan de la t¨®mbola en la que se convirti¨® el palco en los nueve d¨ªas de toros. Con matices, claro. Por ejemplo, de las dos cortadas en un mismo toro por los matadores Perera y El Juli, sobraba una o incluso las dos en el caso de Perera. Y alguna m¨¢s de las sueltas cortadas con peticiones muy ben¨¦volas. Es el caso de Younes, el ¨²nico novillero que sali¨® a hombros.
Caso aparte son las dos simb¨®licas concedidas a L¨®pez Sim¨®n, por el indulto a ¡¯Pasmoso¡¯, de Domingo Hern¨¢ndez. Se puede entender, dada la excepcionalidad del caso. Y de todas esas orejas, de las cortadas con mayor fuste est¨¢n las de Paco Ure?a y Rom¨¢n. Ure?a, ante la manejable corrida de Jandilla, dio, posiblemente, los muletazos m¨¢s puros y profundos del serial. Gran momento el del murciano, al que le pidieron una oreja de su primero pero ese d¨ªa se ve que a¨²n no hab¨ªa comenzado la ¡®semana fant¨¢stica fallera¡¯. En otro d¨ªa y con otro p¨²blico, Ure?a hubiera salido tambi¨¦n a hombros. Tambi¨¦n la oreja cortada por Rom¨¢n, al ¨²nico toro de Victoriano del R¨®o que sac¨® chispa, tuvo valor. Valiente el valenciano. Muy decidido. Sin arrugarse tras una tremenda voltereta. Una combinaci¨®n de torero valiente que quiere abrirse paso, y toreo de verdad.
T¨®mbola de orejas al margen, los toreros j¨®venes han dado un paso al frente en este ciclo fallero. No son sorpresa Roca Rey y L¨®pez Sim¨®n, y s¨ª son esperanza ?lvaro Lorenzo y Gin¨¦s Mar¨ªn, junto al mencionado Rom¨¢n. Los j¨®venes han dado la cara y apuntan al relevo a matadores ya muy vistos y que cada vez aportan menos.
Tambi¨¦n merecen apartado especial Juan Jos¨¦ Padilla y Curro D¨ªaz. El primero por su actuaci¨®n honrada y profesional tras sufrir una cogida de la que se llev¨® dos graves cornadas. Su camino hacia la enfermer¨ªa, a pie, despu¨¦s de matar al toro de Fuente Ymbro, fue de h¨¦roe. Ni una pega a esa oreja ganada a golpe de coraz¨®n. La conseguida por Curro D¨ªaz presenta sus dudas. Faena de muchos detalles, pinturera, de golpes art¨ªsticos, chispazos, pero no fue faena redonda. La pregunta se la hicieron muchos: ?ese es el techo de Curro D¨ªaz?
La gran pol¨¦mica la desat¨® la vuelta al ruedo al cuarto toro de Domingo Hern¨¢ndez, el d¨ªa de San Jos¨¦, y tambi¨¦n, aunque muy generoso no escandaliz¨® tanto, el indulto a ¡°Pasmoso¡±, as¨ªmismo de Domingo Hern¨¢ndez. El toro premiado con honores p¨®stumos fue un marmolillo al que le costaba un mundo tomar la muleta. El Juli se lo pas¨® por todos los sitios posibles, en faena de cercan¨ªas y alardes. De arrimarse mucho. De recursos extraordinarios. Pero el toro no daba para mucho m¨¢s. Como por ejemplo para torear en redondo como dicen que mandan los c¨¢nones. El Juli despleg¨® toda su artiller¨ªa de t¨¦cnica y talento, pero otra cosa no hubo. La vuelta a ese toro fue tal sorpresa que el ben¨¦volo p¨²blico valenciano abronc¨® al palco por la decisi¨®n.
Y ¡®Pasmoso¡¯. Toro indultado. Un gran toro para la muleta, pero un toro muy normalito el resto de la lidia. En varas, aunque derrib¨® en la primera m¨¢s por flojedad del caballo que por m¨¦ritos propios, no pas¨® de discreto. Cumpli¨® en banderillas. Y, eso s¨ª, en la muleta no admite discusi¨®n su embestida y fijeza. Gran toro. Pero un toro para ser indultado ha de ser algo m¨¢s, bastante m¨¢s, que un gran toro para la muleta. Debe ser excepcional en los tres tercios, y ¡®Pasmoso¡¯ no lo fue. L¨®pez Sim¨®n lo tore¨® a placer. Faena de mucho colorido. Variada. Pero da la impresi¨®n que en los ¨²ltimos tiempos el toreo siempre llamado superficial o de recursos, est¨¢ sustituyendo al fundamental. Es decir, lo fundamental parece que pasa a ser el recurso, y lo superficial lo fundamental. Se abusa de cambios por la espalda, de cambios de mano, de arrucinas, de arabescos, de toda una serie de acciones que de siempre han servido para adornar el final de las grandes faenas. Por ah¨ª se pierden, o se encuentran, seg¨²n se mire, la mayor¨ªa de los j¨®venes espadas. A la cabeza de esta moda, Roca Rey y L¨®pez Sim¨®n.
El aspecto ganadero de estas Fallas ha ido a la baja en cuanto a presentaci¨®n. Con trap¨ªo muy correcto las de Alcurruc¨¦n, Jandilla y Fuente Ymbro. Llegaron las figuras y, como siempre, se desmoron¨® la esencia de la tauromaquia. En las de Victoriano del R¨ªo, N¨²?ez del Cuvillo, Juan Pedro Domecq y Garcigrande/Domingo Hern¨¢ndez, se colaron anovillados toros que nunca debieron salir. Encima, no fueron tampoco un dechado de bravura, aunque saltaron algunos dulces y d¨®ciles toros.
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