¡°El cine taurino espa?ol es variado y rico, de gran calidad y valor cultural¡±
Silvia Caramella, italiana, te¨®loga y aficionada, autora de una tesis doctoral sobre el g¨¦nero
¡°El cine taurino espa?ol es un patrimonio f¨ªlmico de gran calidad que comienza con el nacimiento del cine y es parte integrante de toda su historia desde 1896¡±.
¡°Se han realizado buen¨ªsimas pel¨ªculas, como ¡®Los golfos¡¯, de Carlos Saura, ¡®El momento de la verdad¡¯, de Francesco Rossi, ¡®A las cinco de la tarde¡¯, de Juan Antonio Bardem, o ¡®Torero¡¯, de Carlos Velo, pel¨ªcula mejicana de un director espa?ol exiliado. Y existen pel¨ªculas muy dignas del cine popular, dirigido por grandes artesanos, como Rafael Gil, Pedro Lazaga o Luis Lucia, entre otros¡±.
¡°Ha habido toreros que se han revelado como grandes actores, como El Cordob¨¦s o Miguel Mateo Miguel¨ªn, protagonista de ¡®El momento de la verdad¡¯, que es para m¨ª la pel¨ªcula taurina por excelencia¡±.
¡°No resulta f¨¢cil definir qu¨¦ es una pel¨ªcula taurina (creo que 'Carmen¡¯ lo es), pero podemos afirmar que la producci¨®n alcanza a 300 pel¨ªculas, o quiz¨¢, algunas m¨¢s en todo el mundo¡±.
Se han realizado m¨¢s de 300 pel¨ªculas de toros en todo el mundo
Estas reflexiones pertenecen a Silvia Caramella, italiana nacida en un pueblo cercano a Mil¨¢n, diplomada en Magisterio y licenciada en Teolog¨ªa, especialista en cine y enamorada del toro bravo y su cultura.
Viaj¨® hasta la universidad inglesa de Sunderland, al norte de Inglaterra, para hacer un master en productos culturales, y all¨ª se encontr¨® con la posibilidad de elaborar un estudio sobre ¡®Matador¡¯, la pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var. De aquel primer ensayo naci¨® una tesis doctoral que lleva por t¨ªtulo ¡®G¨¦nesis, evoluci¨®n y revoluci¨®n de las im¨¢genes taurinas en el cine espa?ol¡¯, en la que ha trabajado durante cuatro a?os y medio, y le ha obligado a viajar a Portugal y M¨¦xico e investigar un g¨¦nero que carec¨ªa de bibliograf¨ªa y publicaciones.
Caramella procede del cine y la televisi¨®n. Trabaj¨® durante cinco a?os en Cinecitt¨¤ como responsable de la ocupaci¨®n de sus 22 plat¨®s, y en Sevilla en una productora de televisi¨®n. En Roma se cas¨® con un sevillano y en su posterior estancia en la capital andaluza conoci¨® y se enamor¨® de la cultura taurina.
En 2005 pis¨® por vez primera la plaza de la Maestranza y asisti¨® a una novillada. ¡°Ese bautizo fue impresionante¡±, afirma. ¡°Me fascin¨® el toro bravo y todo lo relacionado con su entorno y su historia. Le¨ª mucho sobre la cultura taurina, indagu¨¦ en las biograf¨ªas de grandes toreros, y me convert¨ª en una defensora del toro y del ecosistema en el que vive¡±.
"Ha habido toreros que se han revelado como grandes actores, como El Cordob¨¦s o Miguel¨ªn"
¡°Fui a Inglaterra con la intenci¨®n de unir el cine y la teolog¨ªa¡±, a?ade, ¡°y sobre ese tema vers¨® la tesis del master, pero me encontr¨¦ con la posibilidad de investigar el cine taurino, sobre el que solo se han publicado cuatro o cinco libros, y solo dos ellos est¨¢n escritos por un experto en cine como es Carlos Col¨®n¡±.
Caramella insiste en que hasta el cine de destape o de ni?os, dos subg¨¦neros que han tenido una trayectoria m¨¢s corta, cuentan con m¨¢s estudios a nivel internacional que el taurino. Ante la ausencia de trabajos cient¨ªficos y estudios comparativos, ha debido ampliar la investigaci¨®n al cine portugu¨¦s (del que ha sido pionera en este g¨¦nero) y el escasamente estudiado cine mexicano, sin olvidar las producciones francesas y hollywoodienses.
¡°En el caso espa?ol, -continua Caramella-, ¡°el an¨¢lisis de los elementos principales (la plaza, el campo bravo, la corrida, el torero, el toro, la mujer) me ha permitido concluir que se trata de una riqueza cultural, basada en un cinematograf¨ªa hist¨®ricamente ignorada y culturalmente menospreciada con definiciones gen¨¦ricas y generalizadoras, adscritas normalmente a la tan vituperada espa?olada".
A su juicio, aunque el cine de toros es ¡°rico y variado por tratarse de un g¨¦nero y subg¨¦nero cinematogr¨¢fico trans-hist¨®rico y trans-nacional, el cine espa?ol es el que m¨¢s matices encierra, muchos de los cuales obviamente necesitan investigaciones m¨¢s profundas¡±.
Seg¨²n la tesis de Silvia Caramella, ¡°el cine producido en Espa?a tiene una gran riqueza de fuentes (novelas, teatro, zarzuelas, pasodobles y biograf¨ªas -o leyendas- de toreros), visible desde el cine de los pioneros y de la ¨¦poca muda, y presenta una variedad de arquetipos del matador que en otras cinematograf¨ªas, como la portuguesa y la mexicana, est¨¢n ausentes o poco desarrolladas¡±.
¡°El matador en la historia del cine espa?ol¡±, prosigue, ¡°puede ser tanto un modelo de seducci¨®n (¡®?Viva Madrid que es mi pueblo!¡¯, de Fernando Delgado), como de castidad (el virginal ¡®Currito de la Cruz¡¯ de Luis Lucia, o el ang¨¦lico-divino Manolete de ¡®Brindis a Manolete¡¯ de Flori¨¢n Rey); de lucha de clases (¡®El momento de la verdad¡¯, de Francesco Rosi) o de m¨¢s o menos defensa del status quo (hay toreros arist¨®cratas o terratenientes en algunas pel¨ªculas, como en el caso de ¡®Un caballero famoso¡¯, de Jos¨¦ Buchs o ¡®Un caballero andaluz¡¯, de Luis Lucia)¡±.
¡°El cine nacional propone, tambi¨¦n, discursos pol¨ªticos apolog¨¦ticos del r¨¦gimen de la ¨¦poca (¡®Aprendiendo a morir¡¯ y ¡®Las cicatrices¡¯, ambas de Pedro Lazaga), o de cr¨ªtica antifranquista y anticostumbrista (los dramas ¡®A las cinco de la tarde¡¯, de Juan Antonio Bardem, ¡®Los golfos¡¯, de Carlos Saur, o la deliciosa short-comedy ¡®El hambrientito de Cuenca¡¯, de Edgar Neville)¡±.
Caramella hace, asimismo, hincapi¨¦ en la importancia de la figura de la matadora en la etapa democr¨¢tica, como una ¡®constante hist¨®rica¡¯ de la representaci¨®n de la nueva Espa?a. La matadora retorna en cada d¨¦cada, y representa el esp¨ªritu de su tiempo: Anto?ita Linares, en ¡®El monosabio¡¯, de Ray Rivas en los a?os setenta; el personaje de Mar¨ªa en ¡®Matador¡¯, de Pedro Almod¨®var, y Silvia, en ¡®Jam¨®n, jam¨®n¡¯, de Bigas Luna son la Espa?a de los ochenta y noventa (aunque sean matadoras simb¨®licas, porque ¡®torean¡¯ al macho ib¨¦rico en decadencia); Lydia, en ¡®Hable con ella¡¯, de Almod¨®var, es la matadora del nuevo siglo; y Carmen, de ¡®Blancanieves¡¯, de Pablo Berger, encarna la melancol¨ªa y la desilusi¨®n de la crisis de la primera d¨¦cada del nuevo siglo.
La tesis doctoral de Silvia Caramella tambi¨¦n se ocupa del cine antitaurino, ¡°una producci¨®n de calidad¡±, en su opini¨®n, y cita ¡®Animal¡¯, de ?ngel Mora (2007) y ¡®Santa Fiesta¡¯, de Miguel ?ngel Rolland (2016). Y termina con un apunte sobre el cine experimental: ¡®Sobrenatural¡¯, de Juan Figueroa, protagonizado por el matador Andr¨¦s V¨¢zquez, es el m¨¢s reciente (2017). Esta pel¨ªcula fue premiada en el Festival de Cine Experimental de Sydney, y ofrece una curiosa e interesante analog¨ªa entre el torero y el samurai.
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