M¨¢s all¨¢ de Confucio: el pensamiento chino actual

A primera vista, el panorama intelectual de China aparece monol¨ªtico. Al fin y al cabo, el r¨¦gimen del Partido Comunista domina todas las esferas de poder, incluida la cultural, y durante el mandato de Xi Jinping no ha hecho sino intensificar el control sobre el mundo del saber: se han cerrado foros de debate erudito en Internet como Consensus Net; el prestigioso think tank econ¨®mico de corte liberal que dirig¨ªa el legendario Mao Yushi fue obligado a dejar de operar en enero. Las universidades han recibido ¨®rdenes de no difundir ¡°valores occidentales¡±. Publicar obras cr¨ªticas al Gobierno se ha convertido en una quimera o puede costar a?os de c¨¢rcel, como le ocurri¨® al premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, fallecido el pasado 13 de julio.

Pero, si se mira un poco m¨¢s de cerca, incluso dentro del establishment aparecen diferentes corrientes de opini¨®n en las universidades y en los m¨¢s de 400 think tanks que, alentados por el Gobierno, han florecido por todo el pa¨ªs, especialmente en los ¨²ltimos cuatro a?os. Algunos de ellos han servido para poner el m¨²sculo te¨®rico a una idea propuesta por el Gobierno, como es el caso de los estudios sobre la Nueva Ruta de la Seda, el gran programa de inversiones en infraestructuras que se ha convertido en el buque insignia de la pol¨ªtica exterior china. Otros han aportado ideas que el Gobierno ha acabado incorporando a su pol¨ªtica. Varios son completos desconocidos para el p¨²blico, pero el r¨¦gimen les presta extrema atenci¨®n. Otros nombres son muy populares, pero sus ideas no llegan a Zhongnanhai, la sede de la presidencia china.

Estos son solo algunos de los principales (gong zhi o ¡°pensadores p¨²blicos¡±) en China:

Yan Xuetong:

Dentro del 'establishment' surgen corrientes de opini¨®n en las universidades y en los 400 think tanks alentados por el Ejecutivo

Quiz¨¢s, el intelectual por excelencia del establishment chino. Los libros de este decano de Relaciones Internacionales de la Universidad Tsinghua son de lectura obligatoria para aquellos que quieran entender el comportamiento de China en el exterior. En An¨¢lisis de los intereses nacionales de China o Pensamiento chino antiguo, poder chino moderno, este asesor del Consejo de Estado (el Ejecutivo chino) propugna el papel de una China fuerte en el exterior. El liderazgo internacional chino, considera, provendr¨¢ de un modelo moral y del ejemplo m¨¢s que de los dictados impuestos por los poderes hegem¨®nicos de la segunda mitad del siglo XX, Estados Unidos y Rusia.

Shi Yinhong:

Este catedr¨¢tico de Relaciones Internacionales de la Universidad Renmin de Pek¨ªn y asesor del Consejo de Estado est¨¢ considerado un realista, aunque hace unos a?os fue pasto de la pol¨¦mica al defender que se adoptara un tono m¨¢s amistoso en las relaciones con Jap¨®n.

Jin Liqun:

A este tecn¨®crata financiero se debe la idea del Banco Asi¨¢tico de Inversi¨®n en Infraestructuras (BAII), adoptada inicialmente sin grandes expectativas y despu¨¦s con entusiasmo por el Gobierno chino, dada su gran acogida en el exterior. En marcha desde hace dos a?os, el autor de Desarrollo econ¨®mico: teor¨ªas y pr¨¢cticas ha acabado presidiendo la flamante instituci¨®n.

Liu Mingfu:

El director del Instituto de Desarrollo Militar de la Universidad Nacional de Defensa abogaba en su c¨¦lebre libro de 2010 El sue?o chino que la segunda econom¨ªa del mundo debe desarrollar una estrategia de desarrollo militar que le asegure una posici¨®n de liderazgo capaz de competir con Estados Unidos. Una pol¨ªtica que muchos analistas se?alan que es, en la pr¨¢ctica, la misma que Pek¨ªn aplica.

Publicar obras cr¨ªticas al Gobierno se ha convertido en una quimera o puede costar a?os de c¨¢rcel como le ocurri¨® a Liu Xiaobo

No todos los forjadores de opini¨®n p¨²blica proceden de centros de estudios oficiales. El historiador y tertuliano Sima Nan cuenta con un buen n¨²mero de seguidores entre el p¨²blico chino al dar voz a los defensores del legado mao¨ªsta. Encendido defensor del sistema de partido ¨²nico, es un firme cr¨ªtico no solo del Gobierno estadounidense, sino tambi¨¦n de la promoci¨®n de los valores universales y de todo aquello que pueda oler a liberal dentro de China.

El panorama no estar¨ªa completo sin las aportaciones de periodistas influyentes. De un lado, Hu Xijin, director del nacionalista Global Times y defensor de posturas en pol¨ªtica exterior en ciertos casos m¨¢s radicales que las del propio Gobierno chino. En el otro lado del espectro se encuentra Hu Shuli, la c¨¦lebre directora de Caixin, la revista econ¨®mica independiente amante de probar hasta d¨®nde llegan los l¨ªmites de la censura china.

Aunque nadie ha probado tanto esos l¨ªmites como Liu Xiaobo. Su prohibid¨ªsima Carta-08, el manifiesto que en 2008 ped¨ªa democracia, derechos humanos y separaci¨®n de poderes para China, es el abecedario de la disidencia pol¨ªtica china. A ¨¦l, redactarla le cost¨® una condena de 11 a?os de c¨¢rcel. En julio muri¨® de c¨¢ncer de h¨ªgado, mientras China rechazaba que recibiera tratamiento en Occidente.