?Hasta d¨®nde puede llegar una fotograf¨ªa?
El festival Visa pour l¡¯Image arranca en Perpi?¨¢n con una reflexi¨®n sobre los l¨ªmites del fotoperiodismo
El reporterismo se re¨²ne en c¨®nclave. Visa pour l¡¯Image, principal festival de fotoperiodismo en el planeta, propone en la edici¨®n que arranca este s¨¢bado en Perpi?¨¢n un resumen de la actualidad de los ¨²ltimos doce meses. Tambi¨¦n un ejercicio comparativo sobre las distintas maneras de abordar este oficio, sometido a un eterno debate sobre los l¨ªmites de lo representable. En la programaci¨®n del certamen, que propone 25 exposiciones gratuitas hasta el 17 de septiembre, se encuentra una primera respuesta.
El director de Visa pour l¡¯Image, Jean-Fran?ois Leroy, ha optado por dejar fuera de su selecci¨®n, por segundo a?o consecutivo, a las im¨¢genes referidas a atentados terroristas. ¡°La cadencia de atentados no deja de aumentar. La representaci¨®n continua de actos terroristas implica correr el riesgo de que se terminen convirtiendo, con todas las comillas posibles, en insignificantes¡±, explica Leroy. ¡°Todo el mundo conoce el nombre de los terroristas, pero no el de las v¨ªctimas. Ante esta situaci¨®n, me pregunto si los periodistas no estaremos haciendo algo mal¡±.
Pese a todo, el certamen no se priva de incluir im¨¢genes de una incre¨ªble dureza capturadas en otros contextos. Este a?o, tres muestras distintas reflejan la batalla de Mosul, que concluy¨® en julio con la rendici¨®n del Estado Isl¨¢mico. Sus responsables cuentan con estrategias distintas para reflejar el horror. Lorenzo Meloni, uno de los ¨²ltimos reclutas de la agencia Magnum, refleja la guerra y el ¨¦xodo sin evitar incluir cad¨¢veres en su encuadre, aunque solo los del bando islamista. ¡°Para m¨ª, no hay l¨ªmites sobre lo que es ense?able. Lo que puede ser visto puede ser fotografiado¡±, expresa este fot¨®grafo de 33 a?os. ¡°Sin embargo, cuando se trata de representar la vida y la muerte, respetar al sujeto es primordial. Me suelo preguntar si a m¨ª me gustar¨ªa ser representado de una determinada manera o si har¨ªa la misma foto de un amigo o familiar. Existe el deber de documentar, pero tambi¨¦n la necesidad de respetar¡±.
Pabell¨®n de honor para las reporteras
Esta edici¨®n de Visa pour l'Image contar¨¢ con un inhabitual n¨²mero de mujeres fotoperiodistas, siete en total, que corresponde a la feminizaci¨®n progresiva de la profesi¨®n, ya que Leroy asegura no trabajar con cuotas de ning¨²n tipo. Darcy Padilla documenta la dif¨ªcil vida de los nativos estadounidenses en Pine Ridge. Sarah Caron hace lo propio con la comunidad musulmana de Cuba, mientras que Isadora Kosofsky sigue de cerca a distintos menores estadounidenses antes y despu¨¦s de su paso por la c¨¢rcel. Meridith Kohut, fot¨®grafa para The New York Times, firma una de las series m¨¢s impactantes, que refleja los recientes tumultos en Venezuela. Uno de sus compa?eros en ese diario, Daniel Berehulak, es el autor de otra de las exposiciones m¨¢s expl¨ªcitas, que refleja las secuelas de la guerra contra el narcotr¨¢fico en Filipinas. Huelga decir que el resultado es sanguinario.
?ngela Ponce Romero, fot¨®grafa peruana de 23 a?os, est¨¢ llamada a convertirse en una de las revelaciones del certamen. En Perpi?¨¢n recibir¨¢ el premio Visa d¡¯Or Humanitario por una serie que refleja las consecuencias de la guerra civil en su pa¨ªs, que dej¨® millares de v¨ªctimas en ciudades como Ayacucho (en quechua, rinc¨®n de los cad¨¢veres), donde transcurre su exposici¨®n. En una de sus im¨¢genes m¨¢s impactantes aparecen cad¨¢veres ensangrentados sobre el suelo de una plaza, reci¨¦n asesinados por un grupo de encapuchados.
Tras unos segundos de desconcierto, se descubre que se trata de una representaci¨®n teatral a cargo de un grupo de estudiantes de la ciudad, que escenifican la matanza de su comunidad a manos del ej¨¦rcito peruano. ¡°Las im¨¢genes fuertes e impactantes sirven para demandar justicia y despertar solidaridad¡±, expresa la joven fot¨®grafa. ¡°Mostrar a una v¨ªctima siempre producir¨¢ alguna sensaci¨®n. Registrar el sufrimiento de una persona no significa exponerla o restarle dignidad. En muchos casos, el dolor se transforma en fuerza para visibilizar y denunciar injusticias. En ese proceso tambi¨¦n participa el fot¨®grafo, que contribuye, mediante sus im¨¢genes, a reivindicar la lucha y generar memoria¡±.
El veterano Laurent Van der Stockt, que lleva 25 a?os acudiendo al Golfo P¨¦rsico, estar¨¢ en Visa pour l¡¯Image con otra de las series sobre Mosul, en la que opta por dejar a los muertos fuera de su encuadre. ¡°Pero no existe una respuesta ¨²nica a un problema tan complejo¡±, expresa. ¡°El terrorismo funciona gracias al miedo y la transformaci¨®n que este temor puede provocar. Para conseguirlo, la comunicaci¨®n resulta indispensable para esos grupos, pero las consecuencias de la propaganda en la era digital todav¨ªa no han sido suficientemente estudiadas o entendidas¡±.
A Van der Stockt, que exista un debate p¨²blico sobre esta cuesti¨®n le parece ¡°normal y sano¡±. ¡°Para los ¨®rganos de informaci¨®n, no es sencillo dar con una respuesta a las preguntas que plantea esta disputa. ?Exponer los resultados de un acto terrorista significa hacer apolog¨ªa del mismo? ?Cambiar por el terrorismo las reglas de la informaci¨®n, tan necesarias para el funcionamiento democr¨¢tico, no es permitir que este altere nuestros fundamentos?¡±. Las respuestas quedan suspendidas en el aire, hasta que la pr¨®xima tragedia haga renacer el debate.
Babelia
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