Y fuimos todos contra todos

¡°El teatro es el coraz¨®n de la ciudad¡±, reza el luminoso que corona el Stadttheater de Friburgo de Brisgovia. No es una frase ret¨®rica. Los teatros p¨²blicos alemanes, sostenidos por los l?nder y los ayuntamientos, est¨¢n obligados moralmente a bombear sangre que oxigene el cuerpo social y prevenga los ictus. La obra de Philipp L?hle (1978) es un anticoagulante eficaz.

Nacido en Ravensburg en 1978, L?hle se dio a conocer internacionalmente con Alias Gospodin, comedia hilarante sobre la imposibilidad de mantenerse al margen de un sistema que enquista toda disensi¨®n. Corsarios, su obra siguiente, traza un paralelismo entre la desestructuraci¨®n de una familia y el cambio clim¨¢tico. En Das Ding (La cosa), t¨ªtulo alusivo a una conferencia de Heidegger, sigue los pasos de una flor de algod¨®n desde que es cultivada en ?frica hasta su regreso convertida en camiseta, cuya confecci¨®n en China, exportaci¨®n y uso provoca un efecto mariposa que altera la vida de una pareja alemana, unos ganaderos rumanos, un agricultor argentino y un rosario de personajes cuyos problemas se entrelazan con la crisis econ¨®mica.

En Ceros y unos, lo personal y lo global vuelven a entrelazarse en la figura de Moritz, trabajador de una empresa que re¨²ne y analiza, cual NSA, toda suerte de datos y comunicaciones. Las obras de L?hle, escritas desde 2008 como dramaturgo residente en el Teatro Gorki de Berl¨ªn y en el Nationaltheater de Maguncia, se han estrenado de inmediato en el Deutsches Theater berlin¨¦s; el Th¨¦?tre de La Colline, de Par¨ªs; el Katona J¨®zsef, de Budapest; el Piccolo, de Mil¨¢n, y en Praga, Buenos Aires, Toronto, Londres, Tallin¡­

En Espa?a, ha tenido que ser la joven compa?¨ªa Malala Producciones, dirigida por Tom¨¢s Caban¨¦, de 24 a?itos, quien estrene en castellano una obra de L?hle, El viento hace la veleta: po¨¦tico t¨ªtulo para un texto inspirado, una puesta en escena certera y una interpretaci¨®n afilada, homog¨¦nea pero plural. A trav¨¦s de una familia media, Lh?le nos cuenta el tr¨¢nsito desde el tiempo previo a la reunificaci¨®n alemana, donde el trabajo bien remunerado era abundante, hasta el mundo globalizado batido por un vendaval financiero que aleja el horizonte y agria las relaciones personales.

La obra y el sencillo montaje de Caban¨¦ est¨¢n tocados por el humor: con alegr¨ªa, transmiten una realidad ¨¢spera y una visi¨®n bien informada de nuestro tiempo. Con inspirada ligereza, los cuatro actores encarnan un abanico de personajes optimistas progresivamente atribulados. Eloi Costa interpreta con facilidad vertiginosa la trayectoria vital de Tim, ni?o con la ingenuidad intacta, enseguida preadolescente rom¨¢ntico y finalmente joven presto a hacer lo que convenga. Inma Garc¨ªa encarna a Sibbi, su hermana mayor, con ¨ªmpetu envidiable, radiante encanto y sinton¨ªa fraternal. Ana Carril transita desde la armon¨ªa a la crisis con fluidez, energ¨ªa y rigor. Iv¨¢n Luis transmite una imagen crecientemente proteica del padre, adalid de un sistema de valores orillado. El p¨²blico de una funci¨®n de a diario sali¨® favorablemente sorprendido.