Carlos Garc¨ªa Gual: ¡°A los gobernantes no les interesa la formaci¨®n cultural de la gente¡±
El helenista, elegido miembro de la RAE, considera que la batalla por el retroceso de las humanidades en la ense?anza "est¨¢ perdida"
Aquel ni?o con gafas de miope que se colgaba de las baldas de la biblioteca de su abuelo, en Mallorca, para coger libros de Julio Verne o Conan Doyle es, desde el pasado jueves, flamante miembro de la Real Academia Espa?ola (RAE). El helenista Carlos Garc¨ªa Gual (Palma, 1943), catedr¨¢tico em¨¦rito de Filolog¨ªa Griega en la Universidad Complutense de Madrid, profesor durante medio siglo en institutos y universidades, es la nueva silla J de la instituci¨®n, en la que sucede al dramaturgo Francisco Nieva. Durante la media hora larga de charla, recibe ocho llamadas a su tel¨¦fono fijo (¡°tengo un m¨®vil en un caj¨®n que solo lo saco cuando voy de viaje¡±, dice) , pero, educado, prefiere no interrumpir la entrevista. Rodeado de un caos ordenado de miles de libros por todas las habitaciones, su talante amable, opuesto al del erudito de ceja alta, le lleva a hablar con pasi¨®n de Homero, Tint¨ªn o Juego de Tronos.
Pregunta. En abril se present¨® a la silla M de la Academia con Rosa Montero y ninguno de los dos la consigui¨®. ?Pens¨® que pod¨ªa repetirse el disgusto?
Respuesta. Esperaba salir elegido [su rival fue el escritor gallego Alfredo Conde], pero siempre hay dudas. Lo que me sorprendi¨® es que volvieran a propon¨¦rmelo tan pronto despu¨¦s de lo que sucedi¨® con Rosa Montero. Creo que hab¨ªa un cierto malestar en algunos acad¨¦micos.
P. ?Qu¨¦ puede aportar un helenista a la RAE?
R. A¨²n no tengo una idea precisa, pero puedo opinar del l¨¦xico culto formado por helenismos. Tambi¨¦n de palabras nuevas que se forman con prefijos o sufijos griegos como ha ocurrido con turismofobia o las que surgen en el vocabulario cient¨ªfico y t¨¦cnico.
P. ?Por qu¨¦ ha dedicado su vida al mundo griego?
R. Nac¨ª y viv¨ª de ni?o en Palma. Mi padre, militar, fue destinado a la costa catalana e hice el Bachillerato, en parte, en Figueras [Girona]. No hablo mallorqu¨ªn ni catal¨¢n, pero los entiendo. Tengo simpat¨ªa por el mundo mediterr¨¢neo, por su paisaje, la gente¡ En las islas griegas me siento en un entorno familiar y eso que no s¨¦ griego moderno, pero s¨ª el antiguo. Cuando voy all¨ª me entiendo con la gente de los puertos, los taberneros, pescadores. En realidad, les dejo hablar y les doy unas palmaditas, es que los griegos hablan muy deprisa, pero nos entendemos. El griego moderno tiene mucho vocabulario culto del antiguo.
P. ?C¨®mo ve un mallorqu¨ªn que vivi¨® en el Ampurd¨¢n lo que est¨¢ ocurriendo en Catalu?a?
R. Me disgusta y apena. Usar la lengua como barrera o como un trampol¨ªn para subirte y marcar distancias con otros¡ el separatismo es lamentable y mezquino.
P. Hace 20 a?os ya alertaba de la ¡°honda crisis¡± de las Humanidades en la ense?anza.
R. La batalla de las Humanidades es una batalla perdida porque a los gobernantes no les interesa la formaci¨®n cultural de la gente. Van a lo rentable, que la gente estudie para sacar un oficio, ganar dinero, producir y consumir. Que los ciudadanos sean m¨¢s tontos o listos les da igual. Las Humanidades abren un horizonte mental. Lo de hoy es un retroceso en literatura, historia, en todo lo que tiene car¨¢cter universal.
P. ?C¨®mo puede convencerse a los j¨®venes de que leer a los cl¨¢sicos no es un rollo?
R. No hay una receta clara, porque ha habido un cambio de costumbres y de mentalidad. Ahora est¨¢n pendientes del m¨®vil y leen menos. Aunque hay ni?os peque?os que tienen libros infantiles muy bonitos y les gusta la mitolog¨ªa por su carga fant¨¢stica. Eso habr¨ªa que aprovecharlo pero es dif¨ªcil combatir la tendencia. La Odisea se puede leer hoy como antes. Los cl¨¢sicos no son dif¨ªciles, es m¨¢s dif¨ªcil leer La divina comedia.
P. ?El mal llega tambi¨¦n a las universidades?
R. Las que yo conoc¨ª eran m¨¢s cr¨ªticas, se le¨ªa m¨¢s fuera de las clases. Hoy, los profesores son m¨¢s mediocres, tambi¨¦n los hay buenos, pero hay menos que destaquen. La universidad desilusiona porque, a veces, es un mundo de eruditos pesados que solo saben de lo suyo, se enredan. Hay que ense?ar que aquel mundo ten¨ªa una fuerza dram¨¢tica fant¨¢stica.
P. Entonces, ?qu¨¦ es un sabio? ?Lo es usted?
R. No¡ yo soy un lector bastante omn¨ªvoro. Me ha interesado la literatura en general, he escrito de Epicuro pero tambi¨¦n del rey Arturo. A mi padre le gustaba cazar y pescar y yo siempre lamento que no me ense?ara. En cierto modo, yo soy cazador y pescador, pero en el mundo de los libros.
P. Su elecci¨®n como acad¨¦mico ha coincidido con la reedici¨®n de su Diccionario de mitos, en el que ha incluido nuevos personajes.
R. A Tarz¨¢n, que hay que decir que es pol¨ªticamente incorrecto porque supone la superioridad del hombre blanco, sobre todo si es ingl¨¦s, en la selva frente a los negros. Pero fue un personaje que fascin¨® a generaciones. Tambi¨¦n he puesto a uno pasado de moda, Satan¨¢s, pero que ha sido muy importante en la literatura y la vida. Y a Don Quijote, que empieza y acaba en Cervantes y por eso lo mata, para que no haya continuaci¨®n. Aunque ha habido relecturas, como la de los rom¨¢nticos, que les inspira melancol¨ªa. De otros mitos, como Don Juan, s¨ª hubo varios autores. La propia palabra mito, que entr¨® en el siglo XIX por los alemanes, ha tenido varios significados. Hay quien lo asocia a la mentira, como hicieron los marxistas. Yo lo uso como relato tradicional que se transmite y pasa a la imaginaci¨®n colectiva.
P. ?Cu¨¢les son sus mitos favoritos?
R. Me atrae mucho Edipo, porque S¨®focles hace de ¨¦l un buscador de la verdad que se va entrampando y se destruye. Y Ulises porque algo de ¨¦l est¨¢ en todo viajero.
P. ?Por qu¨¦ fueron tan avanzados los griegos en construir ese mundo?
R. Ten¨ªan dos cosas, eran curiosos, les gustaba preguntarse por el mundo, y cr¨ªticos. Crearon universos fant¨¢sticos y la filosof¨ªa, tal vez porque eran de ciudades peque?as junto al mar. Los grandes imperios, como Egipto o los asirios, no cambiaban, pensaban siempre lo mismo. A los griegos les gustaban mucho los viajes y abrieron caminos en todos los sentidos. Su teatro sigue vivo, aunque un poco estropeado por los adaptadores, que a veces los desvirt¨²an por sus cambios en los textos.
P. Relatos modernos como La guerra de las galaxias o El se?or de los anillos, ?han copiado algo de los mitos griegos?
P. M¨¢s bien han tomado esquirlas, como si hubiesen cogido trozos de melod¨ªas, pero el mundo antiguo era m¨¢s pl¨¢stico en su dramatismo.
P. ?Y Juego de tronos?
R. He visto algunos cap¨ªtulos. M¨¢s bien tiene retazos de Shakespeare, pero es muy exagerado. Es un amontonamientos de violencias¡ estamos hechos de piel m¨¢s gorda porque estamos acostumbrados a ver muertes en el cine. En esa serie, los malos son mal¨ªsimos y las intrigas est¨¢n trazadas con l¨ªneas muy gordas.
P. ?Cu¨¢l es la gran amenaza al espa?ol?
R. La profusi¨®n de anglicismos, la invasi¨®n constante de palabras de la t¨¦cnica o la comunicaci¨®n que vienen del ingl¨¦s, es imparable. Pero el castellano es un idioma de gran fuerza y belleza, tiene una gran literatura.
P. Lee la prensa en papel, ?c¨®mo escribimos los periodistas?
R. En la parte de la opini¨®n se manejan las ideas con m¨¢s viveza que en el mundo acad¨¦mico, pero estar¨ªa bien que los periodistas supieran m¨¢s literatura.
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